La gasolina más cara de la historia

Opinión Por

Es inconcebible como un país productor de combustibles y exportador petróleo tiene un precio de la gasolina tan caro y que tiende a subir, así el precio del petróleo baje. Este fenómeno que ha sido un tema regular en las noticias colombianas, tocó un techo máximo este año cuando el precio del combustible llego a su máximo histórico y se asoma tímidamente a los $10.000 pesos.

En noviembre el precio de la gasolina promedio se situó en $9,500 pesos por galón con un precio máximo en Tunja de $9.694 pesos por galón y un precio mínimo en Cartagena con un valor $9.244 (excepto las ciudades fronterizas que tienen un precio diferencial al resto del país). El precio de la gasolina es diferente a los demás precios de la economía, pues no es fijado por el mercado en la relación entre oferta y demanda, donde operan los mecanismos de libre competencia. El precio de la gasolina es fijado por el Ministerio de Minas y Energía.

Esta situación había sido advertida en múltiples ocasiones por el senador Luis Fernando Velasco quien ha solicitado la revisión de las tasas y sobre tasa que se cobran a la gasolina; y no es para menos dado que como consecuencia de la carga tributaria sobre los combustibles estas corresponden al 26% del precio total de la gasolina, es decir para el caso de Bogotá por cada galón de gasolina el ciudadano paga $2.470 pesos, razón por la cual el senador liberal ha expresado la necesidad de reformar el esquema de tributación de la gasolina para reducir el impacto a la economía y al ciudadano.

Pero el problema del precio de la gasolina no solo es la excesiva carga tributaria que tiene, sino que es un precio “ficticio” (regulado), es decir, que lo fija el Ministerio de Minas y para ocultar la realidad económica se inventó una ecuación supuestamente técnica que fija el precio del combustible, lo cierto es que no existe economista o equipo técnico capaz de fijar un precio óptimo y su evolución en el tiempo, mejor o más eficiente que el precio que el mercado por medio de los mecanismos de competencia puede fijar.

Entonces el gobierno se hecha el cuento que puede sustituir el mercado y fijar un precio que representa la dinámica del mismo pero no hay nada más falso que esta suposición, los datos lo muestran en febrero del 2016 cuando el precio del galón de gasolina tocó su mínimo en Estados Unidos de 1,7 dólares por galón, que a la tasa de cambio de $3.300 pesos por dólar, el precio de la gasolina equivaldría a $5.400 pesos por galón, pero la realidad es que el precio promedio de Colombia era $7.550 por galón.

El problema de la gasolina y el costo que esto implica a las familias colombianas, así como el impacto negativo sobre la competitividad de las empresas y la economía, crea la necesidad imperante no solo de rediseñar la carga tributaria sobre la gasolina, sino de dar un paso más y desregular, democratizando su precio, pues el mercado puede y va generar precios más óptimos y competitivos.

Es imperante liberalizar el precio de la gasolina para darle un alivio a las familias y empresas colombianas, porque cunado sube el precio de la gasolina no solo se encarece el tanquear el carro familiar, como la mayoría podría pensar, sino también se encarece el servicio de transporte publico que usan millones de colombianos en todas las ciudades y municipios del territorio nacional, también se encarece el transporte intermunicipal y se incrementan los costos del transporte de carga terrestre que a su vez obliga a encarecer los fletes y por ende termina trasmitiendo su mayor precio a todos los productos de la economía, sean de la canasta familiar o no lo sean, todos suben.

El precio de los combustibles, de forma regulada y con una carga tan tributaria es la garantía de incremento de precios de la economía que afectan a todos los cuídanos en especial a los mas pobres, es como el IVA pero sin dolientes directos.

Pero tener un precio de la gasolina tan alto no solo afecta al consumidor también afecta a las empresas y su capacidad de crecimiento y por ende de generar empleo. ¿Cómo puede competir una empresa colombiana con las empresas norteamericanas o europeas si los costos de transportar el producto es más barato en el resto de países que en Colombia solo por el hecho de tener un menor precio del combustible?, menor precio que se traduce a su vez en tener mayor cantidad de ventas.

Modificar el esquema impositivo de la gasolina, y que el precio sea fijado por la competencia y el libre mercado garantizaría tener menores y más favorables precios para los consumidores, menores costos de transporte y a la vez tener una economía mas competitiva, y con la capacidad de crecer más, exportar más y generar más empleo.

Si el gobierno sigue con la política de control de precios y de seguir gravando la gasolina de esta forma, no solo esta generando pequeños golpes inflacionarios y reducción de la competitividad de la economía, también esta empobreciendo a la ciudadanía. La continuación de la política depredadora de la demanda como lo es el incremento y ampliación de la base gravable del IVA de forma desmesurada, un precio de los combustibles absurdamente alto entre otras, solo  va a reducir la demanda y por ende reducir la capacidad de crecimiento de la economía y de generación de empleo, empobreciendo a la población.

Economista y Magíster en Economía de la Universidad Externado de Colombia. Fue docente de la Universidad Externado, Ex-analista de deuda del Ministerio de Hacienda. Asesor y consultor en modelación macroeconómica.