Al terminar esta semana se conoció el Acuerdo al que llegó la ‘Mesa de Diálogo para la Construcción de Acuerdos para la Educación Superior Pública‘, conformada por representantes del Gobierno Nacional, de los dirigentes del movimiento estudiantil y profesoral y con la veeduría de la Procuraduría General y la Defensoría del Pueblo, con esto se comienza a despejar el panorama para la educación superior pública y plantea para el próximo año otros horizontes. Porque si bien es un gran avance, quedan temas acordados en la agenda, a los cuales hay que hacerles seguimiento y otros a plantear.
Esta Mesa de Diálogo, conformada el 1 de noviembre, es resultado de las luchas adelantadas a lo largo del presente año –con especial énfasis en el segundo semestre- por el movimiento universitario por la defensa de la Universidad Pública, a quienes debemos, en primer lugar, hacerle el reconocimiento, pero también hay que reconocer la disposición de la Ministra de Educación y su equipo para buscar coincidencias y acuerdos, así como de otros miembros del Gobierno Nacional –como el Director de Colciencias y los delegados del Ministerio de Hacienda- y el acompañamiento de Procuraduría y Defensoría.
El Acuerdo entre los Rectores y el Presidente colocó las bases para resolver el tema financiero coyuntural de las Instituciones de Educación Superior, y el Movimiento logró además el aumento de la base presupuestal, lo atinente al funcionamiento y nuevas condiciones del ICETEX, se incrementaron los recursos para ciencia y tecnología, incluyendo becas de excelencia del programa “Doctoral del Bicentenario” cuyos beneficiarios pueden ser los profesores catedráticos y ocasionales, se definieron claramente fuentes de recursos, se identificó la necesidad de modificar en la próxima legislatura del Congreso unos artículos de la Ley 30 de educación superior. Acuerdos a los que habrá que hacerle seguimiento, seguramente en la Mesa, como en la movilización. Uno de los pendientes para el 2019 son las condiciones de contratación de los profesores ocasionales.
Nada de esto hubiera sido posible, sin que el movimiento estudiantil, con sus distintas plataformas –reflejo de la pluralidad existente en el mismo-, hubiera adelantado la serie de actividades y movilizaciones, que sensibilizaron no solamente al conjunto del estudiantado –también de las Universidades privadas-, sino también al país; porque una novedad de este movimiento fue que los estudiantes ganaron la opinión de los colombianos a su favor, por la justeza de su lucha en la defensa de la educación superior pública, adicionalmente derrotaron la idea de que los estudiantes solo hacían movilizaciones violentas –terroristas dirían los más ultras-, mostrando gran creatividad –incorporando a sus familias, haciendo alianzas con otros actores del sector educativo como los maestros-. Igualmente es necesario destacar la solidaridad y movilización de los Profesores -también egresados, trabajadores y comunidad educativa en general-, no sólo a través de sus organizaciones, sino individual y colectivamente, produciendo análisis y propuestas, llevando sus clases a los espacios públicos, utilizando cuando les fue posible los medios de comunicación masiva y solidarizándose con el movimiento estudiantil. Todo esto muestra que en el actual contexto nacional y global –con redes sociales cada vez más disponibles para la creatividad comunicativa, también para las noticias falsas, por supuesto-, la movilización social por causas justas, acompañadas de gran creatividad en la forma de transmitir los mensajes, posibilita ganar la opinión de las mayorías nacionales.
Estos logros son un gran regalo de navidad de la comunidad educativa para el país.