El Brexit que empezó en el 2016 y tenia fecha de caducidad el pasado 29 de marzo, fue prorrogado para el 12 de abril del presente año y apunta a ser el suceso político y económico que perturbará a Europa en su conjunto, además de la capacidad de tener dimensiones globales dependiendo de la forma que se maneje y que tan agresivas o radicales sean las respuestas diplomáticas que las partes generen.
Como lo diríamos los economistas bajo el esquema de la teoría de juegos, estaríamos presenciando un dilema del prisionero guardando las proporciones y las diferencias que el ejemplo teórico clásico tiene con el problema de negociación europeo.
Es obvio que en términos de beneficio para ambas partes es deseable llegar a un acuerdo que reduzca los costos de la salida y permita tener crecimiento económico mutuo, ambas partes ven de forma racional en la negociación política el mecanismo para obtener concesiones, que les genera un mayor beneficio que un acuerdo sopesado.
A Reino Unido le conviene ganar tiempo, al permitir a sus empresas y mercados prepararse y acoplarse a la salida de la Unión Europea, entre más se demoren en salir, menor será el impacto del brexit porque lo vienen descontando en el tiempo, tal como lo mostro el profesor Lain Begg del London School of Economics para Reino Unido en diciembre sería lo mismo salir con acuerdo que sin acuerdo pues el impacto se reduce únicamente a las tarifas arancelarias, y el tema logístico aduanero, donde el resto de efectos negativos sobre la economía inglesa ya se vienen descontando durante estos años.
Por otro lado, Europa tiene incentivos de generar un brexit costoso y dañino económicamente para Inglaterra como mecanismo de persuasión para los otros miembros de la comunidad y evitar una posterior salida de países (tal y como lo mostró el primer acuerdo alcanzado que era nefasto para Reino Unido), y al mismo tiempo busca quedar en una situación ventajosa en los problemas fronterizos y territoriales que las naciones europeas tienen con Inglaterra, además también le conviene ganar tiempo para poder terminar los preparativos para un brexit abrupto.
En otras palabras, aunque ambas partes desean un brexit concertado, el acuerdo que buscan no es el mismo, y ambos están apostando a que la otra seda al último momento para lograr imponer los puntos que mas benefician a cada una de las partes, y es bajo este escenario que pueden suceder tres escenarios diferentes; 1) brexit abrupto o accidental, 2) brexit blando o concertado y 3) brexit paulatino.
El brexit abrupto se puede dar de tres formas, la primera, es que al 12 de abril no se llegue a un acuerdo y el 12 de abril se ejecuta el brexit, la segunda, es que se acepte la opción laborista de dar una prorroga al brexit para llegar a un acuerdo, y como este acuerdo esta sujeto a la aprobación del parlamento británico, si no es aprobado o los tiempos no dan, al final se ejecutaría el brexit sin que las partes lo quieran, y la tercera, es que se prorrogue y se siga prorrogando el brexit hasta que una de las partes este lista para salir sin acuerdo y literalmente de un paso al frente pateando la mesa, en este caso, faltaría ver quién es el primero completar los preparativos.
El brexit blando se logra si al 12 de abril hay un acuerdo o se prorroga, un acuerdo que consiste en que Inglaterra sigua en la zona económica europea, se mantenga todo el tema arancelario y migratorio igual o con periodo de transición, y se deje la puerta para discutir el tema fronterizo.
El brexit paulatino es que Europa acepte la propuesta de los laboristas, con la salvedad que Inglaterra no participe en las elecciones europeas, lo que, en la práctica, abre la puerta para que el Reino Unido salga de la Unión Europea en la medida que haya consenso en cada parte de su vinculación con Europa, esta opción se diferencia del brexit blando, dado que la opción paulatina puede durar años.
Es por estas razones que en lo personal veo muy difícil que se logre un acuerdo para un “Brexit ordenado”, dado que casi cualquier acuerdo que se logre, no genera un equilibrio, y guardando las proporciones de casi cualquier acuerdo, va a ser como el tratado de paz de Buracrest de 1913, donde las partes lo aceptan, pero se siguen preparando para su ruptura inevitable.
El desenlace del brexit puede generar distintos efectos, en los escenarios de brexit blando o paulatino prácticamente no hay costos o efectos sobre la economía, dado que ya todos serian descontados por los mercados y al no haber barrearas arancelarias, no habría más costos económicos, mientras los problemas fronterizos se solucionarían por medio de la diplomacia y durante un proceso de larga concertación.
Por otro lado, un brexit sin acuerdo puede tener efectos negativos sobre toda Europa incluida Reino Unido, pues puede conllevar a una desaceleración económica y una inestabilidad financiera que en el mejor de los casos obliga a un acuerdo económico posterior de la salida, pero en el peor de los escenarios puede desencadenar una guerra comercial y toda una serie de sanciones financieras de forma mutua, esto dependerá de cómo sea manejado el Brexit y que tan diplomático sea abordado el tema fronterizo de Irlanda del Norte y Gibraltar, que son los puntos que pueden generar mayor tensión en la relación británico-europea.