En las últimas semanas se ha publicado la noticia de un nuevo incremento en la tasa de desempleo de Colombia, ubicandose en el 10,3% para el mes de abril, lo que equivale a 2 millones y medio de colombianos desempleados, y representando un aumento del 0,8% respecto al mes de abril de 2018.
Pero más allá de la noticia de prensa es importante entender el motivo por el cual el desempleo en Colombia está creciendo, y en este punto es importante partir del hecho fáctico de que la economía colombiana se caracteriza por crecer generando poco empleo, provocando altas tasas de desempleo, incluso entre los años 2013 y 2018 tuvimos las tasas de desempleo más bajas de nuestra historia reciente, oscilando entre el 8% y el 9%, cifras igualmete elevadas.
Por eso es tan preocupante el nuevo incremento del desempleo, porque da la sensación de un cambio de tendencia de aumento en la tasa, y también de mantenerse por encima del nada deseado 10%, y aunque es demasiado pronto para poder afirmar categóricamente un cambio en el comportamiento del mercado laboral, si es una campanada de alerta.
Es así que en este 2019 empezó a configurarse un cóctel nada agradable para la economía colombiana, la desaceleración económica del 2016 y 2017, sumada con el lento crecimiento económico del 2018 y de este 2019, están poniendo un freno de mano a la generación de empleo, lo que impide que el mercado pueda absorber los nuevos trabajadores, que sumados a los ya desempleados termina generado una presión indeseada sobre el mercado laboral, lo que explica el crecimiento del desempleo.
Esta es la verdadera causa del incremento del desempleo, donde el efecto de la migración es marginal, a diferencia de cómo lo quieren mostrar ciertos medios de comunicación, la llegada de personas foráneas no es la causa real del desempleo en Colombia, pues esta es la consecuencia lógica del lento crecimiento de la economía.
Aunque la economía colombiana está creciendo, no lo está haciendo al ritmo necesario y los resultados lo empiezan a mostrar, no solo con el desempleo sino también con el incremento de la pobreza monetaria, por eso, mientras la economía colombiana no crezca a lo requerido, los indicadores sociales y el mercado laboral seguirán resentidos.
Entonces, el problema de fondo es que la economía no despega, y como lo dijo el vicepresidente de Fenalco, Eduardo Visbal, las empresas no tienen incentivos reales para realizar mayores inversiones que generen nuevos puestos de trabajo o incrementen la capacidad operacional de sus plantas para contratar más personal, y la razón de la falta de inversión del sector empresarial se explica por el lento crecimiento de la demanda que no permite la realización de estas inversiones.
A la economía colombiana le está costando despegar más de lo esperado, en el primer trimestre el PIB creció 2,3% y no 2,8% como lo informó el DANE, pues al departamento de cuentas nacionales se le olvidó el pequeño detalle de que a la serie del PIB se le deben descontar los elementos estacionales, un error pequeño que genera incertidumbre sobre la calidad estadística y la salud de la economía colombiana, como lo expresó el gerente del Banco de la República, el doctor Juan José Echavarría, en la convención organizada por Asobancaria.
Pero, aunque el lento crecimiento de la demanda frena la capacidad de crecimiento económico, en lo personal no considero que la economía colombiana ya se encuentra estancada, solo está creciendo de una forma lenta, y con el paso de los siguientes trimestres la inversión y el consumo se seguirán recuperando, por eso se requiere una mano del gobierno que ayude a reactivar la economía y mejorar las condiciones para inversión y generación de empleo.
Por último pero no menos relevante, la mano del gobierno al mercado laboral no debe ser flexibilizarlo, pues estas políticas son ineficientes para reducir el desempleo, y como no es lo mismo informalidad que desempleo, su abordaje y políticas son distintas, esto en mención a la política del Ministerio del Trabajo para abordar el desempleo y la informalidad publicada en días pasados, porque aunque como lo propone la política, reducir los costos de información afecta el desempleo, esto se limita a un impacto al desempleo friccional, mientras reducir los tiempos de espera entre trabajos también genera un impacto sobre el desempleo estructural que es casi nulo, y el resto de la política es una apuesta a reducir la informalidad y no el desempleo como tal.
Una política para reducir el desempleo pasa por fortalecer los sectores de alta generación de valor agregado y por ende generadores de puestos de trabajo, es fortalecer la demanda e incentivar la inversión, y de esta forma, el bache que atraviesa la economía se va a superar en el mediano plazo, pero si se deja que la tasa de desempleo se dispare, luego reducirla será más difícil que intentar contenerla.