Esta carta la escribo como un joven de pensamiento liberal, que reconoce en usted un liderazgo capaz de modernizar al Partido Liberal unificando una propuesta de construcción de País coherente con la necesidad y el sentir de la ciudadanía, y por ello le pido que dé un paso adelante y aspire a la dirección nacional de la colectividad, en el marco del próximo congreso que deberá realizarse, a finales de este año o principios del próximo.
Muy seguramente, en elecciones de octubre, el Partido Liberal perderá votos por el lado del centro con el Partido Verde, principalmente en las áreas urbanas, y por la izquierda con la Colombia Humana, principalmente en las zonas rurales. Es probable que el “partido del trapo rojo” tenga su peor resultado en unas elecciones locales en 170 años de vida. Esto deberá abrir un debate necesario en el seno de la colectividad, sobre su futura dirección y la modernización del partido tanto en su estructura como en su contenido ideológico, estamos en mora de actualizar el liberalismo y tener una plataforma socialdemócrata desde la cual interpretar y gobernar a Colombia. Para que los ciudadanos sepan que les proponen los liberales en términos de modelo económico, desarrollo, paz, seguridad, reforma rural, medio ambiente, seguridad social, salud, educación, derechos civiles, etc.
El ex presidente César Gaviria, hoy director nacional del partido, deberá asumir la responsabilidad política de un mal resultado, tendrá que dar un paso al costado para permitirle a una nueva generación de dirigentes tomar el relevo. El ex presidente tiene asegurado ya su lugar en la historia como el hombre de la constitución del 91 y la República Liberal que nació en la constituyente, el país le debe en gran parte a su liderazgo la constitución más garantista y democrática de nuestra historia, madre de la tutela y la Corte Constitucional. La política cambió y ya no se mueve al vaivén de los grandes caciques, necesitamos modernizar al partido orgánica e ideológicamente so pena de convertirnos en una fuerza que solo pesa en el Congreso de la República, pero no tiene opción real de llegar a la jefatura del Estado.
Las pasadas elecciones presidenciales muestran un Partido Liberal incapaz de impulsar su candidato presidencial, al punto que la votación del doctor de la Calle no es ni la mitad del resultado de la lista de Senado o Cámara y si no se corrige el curso el suceso se repetirá en octubre, el liberalismo era el partido de la paz, ser el llamado a proponer el plan “Marshall” para Colombia, el llamado a construir la unidad nacional para volver a Colombia una potencia regional con equidad y oportunidades para todos. Se vio sepultada por la ambigüedad y falta de coherencia política y no solo le costó al liberalismo una derrota sino, le costó a Colombia ser sumida en un desgobierno, en una polarización que amenaza devolvernos a las horas más oscuras que el país ha vivido.
Creo sinceramente que la figura que podría ayudar al liberalismo en este momento es usted senador Velasco, lleva varios años siendo reconocido como uno de los mejores congresistas del país, es liberal hasta los tuétanos, sería un liderazgo firmemente reformista, pero conciliador, pues entiende que la política es la construcción de puentes y no de muros. Su voz reivindica a la Colombia profunda, que reclama mayor protagonismo en las decisiones que afectan a la nación, para tener mayores oportunidades para sus pobladores y al mismo tiempo representa las ciudades que piden impulso a la economía para no padecer los males del desempleo y un costo de vida asfixiante.
Un hombre forjado en la Universidad Pública, en el seno de una familia de Clase Media, que creció en un departamento que vivió la guerra como pocos, el Cauca, y que está preparado para promover la paz y para promover la construcción y reconstrucción después del conflicto, porque usted como pocos entienden que la paz solo vale si después de ella viene un programa de impulso a la educación, al empleo, al campo, si redirigimos nuestras fuerzas en la titánica tarea de construir un mejor país del que nos heredaron.
Estoy convencido de su capacidad para liderar al liberalismo. Tome la decisión de participar, visite los directorios liberales en las regiones, hable con los congresistas, líderes de opinión liberales, dialogue con la ciudadanía y edifique una alternativa viable, con un programa que le permita al partido, volver a sintonizarse con los ciudadanos. Creo firmemente que es el momento de darle las alas y sueños al liberalismo, de darle esperanza los colombianos de que el poder y el gobierno se pueden usar para construir una nación digna, porque cada uno de sus miembros viven dignamente y viven libres.