En un video, que al parecer fue grabado con anterioridad, alias “Iván Márquez”, “Jesús Santrich”, “El Paisa” y otros ex negociadores de las FARC, reaparecieron en la clandestinidad -al parecer en Venezuela- para anunciar la creación de una nueva guerrilla, según ellos, ante el incumplimiento del Gobierno Nacional en la implementación del Acuerdo de Paz.
Los congresistas del naciente partido FARC, que anunciaron cambio de nombre de esa colectividad, desaprobaron las declaraciones de sus ex compañeros, pidieron perdón por ello y fueron contundentes al señalar que el 90% de los excombatientes siguen comprometidos con el proceso de paz.
Las cifras no son las mejores. Solo el 1.9% del Plan Marco para la Implementación del Acuerdo Final se destina para el punto del fin del conflicto, donde se desarrollan la implementación y la reducción de las apropiaciones presupuestales entre los años 2017 y 2018. A pesar de esto, la esperanza sigue viva. Cerca de 13.000 exguerrilleros hoy no están disparando un arma sino estudiando, emprendiendo y aportando a la sociedad. El 98% está bancarizado, el 77% cotiza para pensión y otro 98% recibió beneficios económicos del Acuerdo.
Me pregunto: ¿vamos a acabar con la esperanza de 45 millones de colombianos por tres cabecillas de las FARC que reinciden en la guerra? ¡No! Debemos persistir, por respeto a las víctimas, por la Colombia olvidada, por el campo sin Estado y sin oportunidades, por los desmovilizados que han cumplido, por nuestras familias y por la esperanza de un país entero que ha sufrido el horror de la guerra.
Es el momento de respaldar la institucionalidad, de unirnos como colombianos hacia la búsqueda de una convivencia libre y en paz, lejos del odio y la polarización. Los buenos somos mayoría y con seguridad vamos a superar esta crisis. Como dijo Luis Carlos Galán, “En estas nuevas circunstancias no podemos seguir viviendo como si fuéramos una nación a punto de perecer todos los días”.