El pasado 5 de septiembre el Instituto de Estudios para el Desarrollo y Paz lanzó un Informe sobre Masacres en Colombia durante el 2020, en el que se revela que Antioquia, Cauca, Nariño, Norte de Santander y Putumayo son los departamentos que más asesinatos de líderes sociales han presentado en lo que va del año. Agosto es el mes que mayor número de masacres registra en el año, con 11 hechos violentos, estas masacres contaron con por lo menos una víctima joven, niño, niña o adolescente. Las cinco víctimas de Cali tenían entre 14 y 16 años, en Samaniego, Nariño, los 8 jóvenes masacrados se encontraban entre los 17 y 25 años, poniendo en evidencia la vulnerabilidad en la que se encuentran los jóvenes en Colombia y la ausencia de garantías para el disfrute de los Derechos Humanos.
Esta dolorosa situación ha llamado la atención de organizaciones sociales y de la comunidad internacional para exigir al gobierno nacional la protección de la vida de los jóvenes colombianos que viven en territorios en los que existe una frágil presencia estatal y que coinciden con los territorios priorizados en el Acuerdo Final, como parte de las 16 subregiones vinculadas a los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial. Esta columna la escribimos desde la red latinoamericana Juventudes por la Paz, para presentar oportunidades normativas y organizativas que permiten contribuir a la garantía del derecho a la vida de los jóvenes colombianos.
Resolución 2535 ONU jóvenes y construcción de paz
Entrevistamos a Leonardo Párraga, joven bogotano miembro de la Red Juventudes por la Paz y Director de la Fundación Bogotart, para conocer cómo opera la Resolución que fue aprobada por el Consejo de Seguridad en su 8748ª sesión, celebrada el 14 de julio de 2020, cuyo cumplimiento se da por ley de Derecho Internacional para cada Estado Miembro.
“La Resolución es el tercer documento que crean las Naciones Unidas para afirmar la importancia del rol de los jóvenes en la construcción de paz, en la agenda de juventud paz y seguridad. Su objetivo es resaltar la importancia de proteger a los jóvenes y generar mecanismos en los que los jóvenes participen activamente en el diseño de mecanismos para la protección de sus vidas, con un enfoque de construcción de abajo hacia arriba.” Cuenta Leonardo.
La Resolución pone en manifiesto una preocupación por parte del Consejo sobre la situación, vulnerabilidad a la que se exponen los jóvenes del mundo y la necesidad de involucrarlos en la creación de soluciones para la defensa su vida especialmente en situaciones de conflicto armado, a continuación, citamos un fragmento de la Resolución:
“Reconociendo que la protección de toda la juventud, en particular las jóvenes, los refugiados y los desplazados internos jóvenes, en las situaciones de conflicto armado y posconflicto y su participación en los procesos de paz pueden contribuir considerablemente al mantenimiento y la promoción de la paz y la seguridad internacionales, y debe ser un componente importante de cualquier estrategia integral para resolver un conflicto y consolidar la paz” Pág. 2 de la Resolución 2535.
La Resolución motiva la inversión directa por parte de Estados miembros de las Naciones Unidas y gobiernos de recursos para organizaciones juveniles que trabajan en temas de paz, y que promuevan la construcción de paz con jóvenes. Asimismo, la Resolución invita a los gobiernos miembros a involucrar a los jóvenes en la implementación de estrategias de construcción de paz y la garantía del derecho a la vida, así como futuros diálogos nacionales que emerjan con relación a la Acuerdos de Paz, nos cuenta Leonardo.
El Acuerdo de Paz ha tenido un vacío en la participación de jóvenes desde su diseño e implementación, el involucramiento de jóvenes podría revitalizar el Acuerdo, especialmente con los retos actuales por los que pasa la implementación del Acuerdo Final, añade el joven bogotano. Este es el momento adecuado para posicionarla implementación de la Resolución en articulación con el Acuerdo Final como prioridad de política pública nacional con enfoque territorial.
Juventud organizada por la defensa de la vida
Desde la red de Juventudes por la Paz, compuesta por jóvenes de toda la Latinoamérica comprometidos con la construcción de paz, hemos emprendido acciones para alertar a la comunidad internacional sobre la preocupante crisis humanitaria que hemos vivido en el país con un significativo escalamiento durante el pasado mes de agosto.
Diseñamos una campaña por redes sociales para dar a conocer la situación de seguridad en el país, que ha sido difundida por las organizaciones que hacen parte de la red para sensibilizar a la sociedad civil, también, creamos la petición en change.org (enlace de la petición) “Respeto a la Vida y Derechos Humanos en Colombia” a la que te puedes sumar, recolectamos firmas para viralizar estos acontecimientos y buscar justicia y apoyo de parte de individuos, activistas, comunidades, entidades y organizaciones como la ONU y CIDH que velan por los derechos humanos.
El pasado 4 de septiembre expresamos nuestra preocupación ante el Presidente del Consejo de Seguridad de la ONU, Abdou Abarry Representante Permanente de Níger ante la ONU, en el marco de un diálogo global con organizaciones de la sociedad civil Abarry expresó su preocupación sobre la situación de masacres de jóvenes y de líderes colombianos.
La acción por parte de la sociedad civil organizada es fundamental para generar presión a autoridades nacionales y locales de garantizar el cuidado de la vida del presente y futuro del país, así lo manifestó en el marco de la 33 Semana Por la Paz Monseñor Héctor Fabio Henao, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social/Cáritas Colombiana y anterior Presidente del Consejo Nacional de Paz, Convivencia y Reconciliación.