BARRANCABERMEJA: REFINERÍA E IMPACTO SOCIAL Y ECONÓMICO

Opinión Por

El 7 de mayo se llevó a cabo una gran movilización social en la ciudad de Barrancabermeja -alrededor de cuarenta mil personas-, qué pasó parcialmente desapercibida a nivel nacional, al coincidir con las diversas jornadas de movilización y protesta social, en muestra de la vitalidad de nuestra democracia y no de zozobra, como interpretan las tendencias más tradicionalistas. Esta movilización, convocada por el Comité Cívico de la ciudad – entre ellas iglesia, autoridades locales, gremios y el sindicato de la USO, uno de los más combativos del país-, era para exigirle al Gobierno Nacional, a la Junta Directiva y directivos de Ecopetrol, el inicio del Plan de Modernización de la Refinería de Barrancabermeja (PMRB), de vital importancia para la empresa, pero especialmente para la ciudad y la región del Magdalena Medio.

Barrancabermeja es una ciudad que se construye históricamente alrededor de la exploración y explotación petrolera, primero de la Concesión de Mares, comprada luego por la Tropical Oil Company (Troco) y luego Ecopetrol. Por eso es una ciudad epicentro de actividad económica ligada al petróleo, conformada por migrantes de diversas regiones del país, donde se desarrollo un combativo sindicalismo, el de la USO, ligado desde sus orígenes a las luchas sociales y económicas de la ciudad y la región. A nivel nacional Barrancabermeja ha sido sinónimo de luchas sindicales y sociales articuladas al desarrollo de la misma; la propia creación de Ecopetrol está asociada a estas luchas sindicales. También ha sido el epicentro de todas las violencia que han atravesado nuestra sociedad.

Por eso cuando Ecopetrol y el Gobierno Nacional formalizaron el PMRB, esta decisión fue recibida con gran entusiasmo y expectativa en la ciudad y la región; porque implicaba no sólo para modernizar la refinería y ponerla a tono con las mejores, adecuarla para el procesamiento de crudos pesados que son los que más tenemos en el país, aumentar su capacidad de producción en los distintos derivados y estimular una dinámica de expansión económica fundamental para el desarrollo de toda la región; se estimaba una inversión de 4.600 millones de dólares y generar alrededor de 40.000 empleos. Inmediatamente muchos medianos y pequeños empresarios de la región empezaron a hacer inversiones en construcción -en vivienda e infraestructura comercial-, en adecuaciones para recibir el impacto positivo de este megaproyecto, la certificación de la mano de obra, en fin un gran alistamiento de la ciudad y la región.

Pero luego vino el baldado de agua fría de parte de Ecopetrol y el Gobierno Nacional, al informar que entre otras razones por la destorción de los precios del crudo en el mercado internacional, pero también otros factores -no hay duda, el impacto negativo del escándalo de Reficar en Cartagena, entre otros-, la obra se aplazaba; esto dejó a Barrancabermeja y sus habitantes ‘colgados de la brocha’, con una alta incertidumbre y descontento.

El Gobierno Nacional y Ecopetrol deben darle una pronta y positiva respuesta a Barrancabermeja y sus pobladores, poniendo en ejecución este megaproyecto estratégico -con alto impacto económico, ambiental y social para el país- y fundamental para la Paz y el desarrollo y no permitir, como algunos sospechan, que esta refinería entre en un proceso de ‘chatarrización’, con todas las consecuencias que esto conllevaría

Doctor en Ciencias Políticas, de la Universite Catholique De Louvain, y Magister en Política Social de la Universidad Externado de Colombia. Es autor de múltiples investigaciones y actualmente Profesor asociado de la Universidad Nacional.