“La paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento” Artículo 22 de la Constitución Política de Colombia.
En el marco del acuerdo local 003 de 2014, donde se crea y reglamenta el Consejo Local de Paz de la localidad 11 de Suba, así como el decreto local 001 de 2015, donde se establece el cronograma para efectos de constituir este Consejo Local, la pregunta que nos hacemos algunos líderes locales es la siguiente: ¿Qué pasó con este espacio de participación?
Los Consejos locales de paz, fueron creados con el propósito de ser órganos asesores y consultivos de los gobiernos locales, bajo los principios de la Ley 434 de 1998. En el caso del Distrito Capital, el acuerdo 17 de 1999 establece las funciones del Consejo Distrital de Paz, donde entre algunas se encuentran las siguientes:
“Asesorar de manera permanente al Gobierno Distrital en materias relacionadas con la paz”
“Elaborar propuestas para el Gobierno Distrital acerca de soluciones negociadas el conflicto político, social y armado interno, al respecto promoción y defensa de los derechos humanos, la aplicación efectiva del Derecho Internacional Humanitario, la disminución de la intensidad y cese de las hostilidades, la reincorporación a la vida civil de los miembros de los grupos guerrilleros, la reconciliación entre los colombianos, la consolidación de la democracia, y la creación de un orden político, económico y social justo”
“Motivar a la ciudadanía para presentar iniciativas en materia de paz, transmitir al Gobierno Distrital las propuestas de paz formuladas por la sociedad civil y promover en todo el distrito la cultura y la formación educativa para la paz”
“Diseñar anteproyectos de políticas, estrategias, planes, programas y proyectos orientados a garantizar una paz integral”
Nuestra capital recibe a diario cientos de víctimas del conflicto armado interno, de hecho, según cifras de la Unidad de Victimas, desde el año 2000 han llegado más de 500mil personas. Población que se concentra generalmente en las localidades de Ciudad Bolívar, Kennedy y Suba. Así mismo, en la transición del proceso de paz con las FARC, otros miles de ex combatientes y ex milicianos llegarán a nuestra ciudad y así mismo una gran parte de los mismos a nuestra localidad.
En base a estas cifras, la inoperancia del Consejo Local de Paz de Suba es una deuda con la localidad. Una deuda con la población victima que reside en nuestros barrios, una población que necesita de espacios donde la administración local los pueda escuchar y donde la misma se pueda articular para responder a sus necesidades. Nuestra localidad necesita una agenda de paz local, donde la administración y la sociedad civil organizada se siente a construir la hoja de ruta para el post acuerdo.
Bajo ese orden de ideas la gran pregunta es: ¿Hay una falta de interés o de voluntad política del Alcalde Local para constituir esta instancia de participación local?
Desde este espacio me permito hacer un llamado a los líderes locales, a los funcionarios de la Administración local, y por supuesto a los ediles quienes representan la primera autoridad política local, a que hagamos un llamado a nuestro alcalde para que dicha instancia empiece a operar con celeridad. Esto con el fin de promover la reconciliación local y una cultura de paz que tanto necesitamos en nuestras calles y barrios.