A pocos meses de las elecciones regionales, en donde se elegirá el nuevo inquilino del palacio de Liévano los temas centrales de la capital de Colombia vuelven al centro de la discusión Bogotana, y aunque el tema de las telecomunicaciones y la ETB no es central dentro de la agenda programática de los capitalinos, para el futuro alcalde o alcaldesa la ETB si va a ser un tema obligado en su agenda de trabajo y de gran trascendencia para la ciudad.
La ETB y su futuro van a ser un tema sensible para el nuevo alcalde por tres razones: la primera, la venta o no de la misma es un tema político sensible que ha confrontado las últimas 4 administraciones; segundo, en el siguiente quinquenio la tecnología 5G hará su aparición y se iniciará la competencia por acaparar este mercado donde la ETB está obligada a competir; y la tercera, la tecnología de las 5G es el tornillo que hace falta para poner en marcha la cuarta revolución industrial, teniendo la capacidad de modificar completamente el desarrollo económico de la ciudad, el país y múltiples sectores de la economía (por no decir todos).
Pero ¿qué es la tecnología 5G?, bueno es la tecnología de quinta generación de telecomunicaciones, rápidamente la 1G permitió las llamas telefónicas, las 2G el envió de mensajes de textos, las 3G la conexión a internet (ineficiente y lento), las 4G es el servicio de internet que conocemos hoy en día que se diferencia del 3G en permitir navegar en tiempo real ver y descargar videos. Pero las 5G incrementa la velocidad de la conexión entre 10 a 20 veces de las 4G, además de permitir la conexión de múltiples dispositivos, y al ser una señal de alta frecuencia los muros no restringen la señal, lo que permite que haya conexión en edificios, incluidos sótanos, o túneles.
Los ciudadanos percibimos el cambio en dos aspectos principales: el primero, es la dificultad de la pérdida de conexión; y el segundo, se podrá descargar videos en ultraHD y en 3D en segundos. Pero, para el caso de la industria el campo de acción es todo un universo de posibilidades al abrir el camino a la cuarta revolución industrial y el crecimiento económico que esta genera.
La cuarta revolución industrial que se vislumbra en el horizonte de los siguientes años una vez la tecnología 5G se empiece a expandir, trae consigo la posibilidad de edificios inteligentes y autónomos, ciudades inteligentes que incluye, pero no se limitan, autos autónomos, servicios públicos o de saneamiento automatizados, entre otros. Pero para la industria es la posibilidad de automatizar procesos de alta complejidad como los procesos de manufacturación, almacenamiento, bodegaje y distribución de insumos al interior de fábricas o entre seccionales, y además, es la posibilidad de vincular el uso de robots en el sector servicios entre otras aplicaciones que pueden ir surgiendo con el desarrollo de la tecnología y que estaban limitadas por la capacidad de transmisión de información de forma inalámbrica y el número de dispositivos que se pueden o conectar a la misma red.
Pero para que se empiece andar este camino, lo primero es que el gobierno nacional saque la regulación de las 5G y adelante el proceso de licitación del espectro para la misma, junto a una política que incentive la inversión del sector, algo en lo que el ministerio de las TICs viene adelantando y en los próximos años debe estar oficializando.
Entonces el nuevo Alcalde o Alcaldesa definirá el camino que la ciudad va tomar de cerrar la brecha tecnológica con el mundo o ampliarla, y en medio de esta decisión está la ETB, así como su posible venta que definirá el tipo de desarrollo que tomará la ciudad.
En lo personal no soy participe de la venta de la ETB en un punto de inflexión y de cambio tan relevante del sector de telecomunicaciones, producto del nivel de incertidumbre existente sobre la dinámica del sector, y la capacidad de evaluar el costo de oportunidad real en un momento de cambio, algo bastante complejo por la misma incertidumbre, lo cual incrementa el riesgo y por ende la probabilidad de hacer un mal negocio a mediano o largo plazo.
Pero si, aun así, el nuevo alcalde decidiera adelantar la venta, esta no puede ser como lo propuso Peñalosa donde el objetivo es obtener ingresos para financiar proyectos de múltiple inversión, pues esto es lo más cercano a una estupidez, sino teniendo como objetivo que el comprador debe tener la capacidad y la obligación de desarrollar la nueva tecnología de las 5G.
Pero si se decide no vender, de igual forma se debe empezar a diseñar un plan para que la ETB y Bogotá estén a la vanguardia de la tecnología 5G, algo que no puede repetir los errores de la construcción de la red de fibra óptica, que aunque permitió el crecimiento de la compañía actual, puso en riesgo su estabilidad financiera por la presión de caja que generó, por eso, una inversión de Billones debe ser bien planeada y ser consiente que incluso podría necesitarse una inyección de capital desde el distrito hacia la empresa para poder impulsar la inversión y no poner en riesgo la su sostenibilidad, lograda en cabeza del Jorge Castellanos Rueda como presidente de esa empresa.