Los candidatos al Congreso de la República que presenta el Nuevo Liberalismo ante el pueblo colombiano, de cara a las elecciones de 2022, son un colectivo que se constituye en una alternativa democrática para que la política en nuestro país sea un espacio donde las diversas voces de las ciudadanías sean las más escuchadas y donde las voluntades políticas populares sean las que construyan la agenda legislativa que la sociedad colombiana reclama. Por eso, quienes hacen parte de la lista del Nuevo Liberalismo, son un conjunto de obreros de la democracia que se mantienen fieles a los valores liberales y de justicia social, sobre los cuales se fundó y está fundamentando, hoy, un proyecto político que ha decidido no ser una fuerza más que busque repartirse cuotas burocráticas o privilegios institucionales. Los ciudadanos que han presentado sus nombres para ser candidatos son, entonces, quienes tienen las cualidades y condiciones para servir a un pueblo que exige un Congreso renovado y capaz de responder a los enormes retos históricos que enfrentamos.
Por ello, los candidatos del Nuevo Liberalismo pondrán todo su esfuerzo en sanar la fractura social que ha profundizado un Congreso que ha legislado, la mayoría de las veces, de espalda a la gente y siendo ciego a las profundas necesidades de millones de colombianas y colombianos que ven cómo su Estado prefiere abandonarlos en medio de la crisis social y económica más fuerte de las últimas décadas, antes de cumplir con el mandato constitucional de poner en función del bienestar popular todos los recursos públicos. Por ello, quienes son candidatos del Nuevo Liberalismo no serán más que servidores de un pueblo que lucha, cada día, por vivir dignamente.
El reto moral, ético y humano que asumen quienes presentan sus nombres como candidatos del Nuevo Liberalismo no es sólo con un partido político o con unos estatutos, sino, primero que todo, con una sociedad que exige de sus legisladores el dejar atrás cualquier pretensión individual y el estar dispuestos a trabajar en conjunto por las reformas sociales, económicas y políticas que Colombia necesita. El egoísmo político y las pretensiones individuales nunca pueden ser la base de las decisiones legislativas, pues la democracia sólo se logra por medio de la construcción colectiva y popular de voluntades políticas orientadas a dignificar al pueblo, y este es nuestro compromiso.