No al fracking, sí a la paz con la naturaleza

Opinión Por

En los últimos cuatro o cinco años, Colombia ha tenido una enorme sensibilidad por los temas de vida, por los temas de medio ambiente, por los temas de agua, de fauna silvestre y también por los temas animalistas.

Es decir, la sociedad colombiana se ha ido declarando poco a poco como una sociedad conservacionista. Y de esa misma manera hemos venido avanzando en el Congreso de la República, con Leyes, con acciones, con medidas.

En los últimos años se pasó por ejemplo de zonas protegidas en Colombia de 10 millones a 40 millones de hectáreas, humedales, páramos, reservas forestales.

En los últimos años hemos aprobado Leyes  para luchar contra el calentamiento global, hoy ya existe en Colombia un Sistema Nacional de Mitigación en cumplimiento de una política pública, pero también de compromisos internacionales.

También tenemos creada una Ley de Páramos, en los últimos meses se ha delimitado la frontera agrícola. Ahora, en el tema animalista también hemos avanzado mucho, no solo con la Ley 1774 contra el maltrata animal, sino ya en los Planes de Desarrollo donde cientos de municipios se acogieron a la Ley 1753 artículo 248 de fomento, de protección a los Derechos de los animales en Colombia, tanto los domésticos como los silvestres.

Hemos tenido debates alrededor del oso andino por ser el vertebrado más importante para la protección de las zonas generadoras de agua, también se abre el debate de las abejas o los polinizadores en Colombia, por ejemplo también hemos adelantado esquemas de sustitución de leña y el carbón con subsidios al gas GLP para sustituir estos combustibles poco amigables con el Medio Ambiente en una región como el Macizo Colombiano donde se genera el 70% del agua dulce que consumimos en nuestro país, tenemos ya el documento CONPES 3915 de 2018 del Macizo Colombiano.

Entonces estamos ya, ante una sociedad muy sensible en el tema ambiental, de vida y de agua.

Ahora, sobre la grave amenaza que representa el Fracking o fracturación hidráulica en la producción de hidrocarburos en nuestro país, las alarmas están encendidas por el grave riesgo ambiental que está polémica técnica representa para los ecosistemas, para las fuentes hídricas, para el Medio Ambiente, en fin.

Por eso, este tema del NO al Fracking en Colombia tiene que seguir generando debate no solo en Bogotá, sino en las regiones, tiene que seguir sumando respaldos, hoy existe en el Congreso una fuerza política de más de 30 congresistas de nueve partidos políticos que al unísono le estamos diciendo NO al Fracking en Colombia, porque sabemos de los graves impactos medio ambientales que esto representa.

También de por medio está el valioso concurso de organizaciones como Colombia Libre de Fracking que aglutina a más de cien colectivos nacionales que hoy lideran esta lucha de protección de la naturaleza, del agua y de la vida.

Si ya son conocidos los impactos nocivos del Fracking en otros países, ¿por qué tenemos que suponer que en Colombia será diferente? Somos el segundo país más biodiverso del mundo y por ningún motivo puede permitirse que se realice esta técnica.

Esta iniciativa de NO al Fracking en Colombia tiene unos antecedentes, hoy hay un marco ya de aplicación del Principio de Precaución de Río del año 92 y lo acoge Colombia en el artículo 1 de la Ley 99 del 93. Es un marco legal que existe en nuestro país y por supuesto se ratifica en el país, se ratifica en Marruecos, en fin.

Pero además de eso, la Corte Constitucional se ha pronunciado en sentencias en aplicación de ese principio y agrega otro que se denomina In Dubio pro ambiente, que la duda favorece la protección del Medio Ambiente en prohibición de una actividad económica por temas ambientales o de salud.

Ahora bien, la Contraloría General de la República ha hecho más de tres Controles de Advertencia, estableciendo un concepto que es el de evitar “daños y pasivos intergeneracionales”, es decir, no estamos hablando del debate de hoy, sino del debate de toda una vida de los colombianos.

Seguiremos defendiendo las banderas de la protección de nuestro Medio Ambiente, de la riqueza hídrica, de nuestra fauna, flora y por supuesto de la vida.

¡Paz con la Naturaleza!