El Nuevo Liberalismo ha renacido. La decisión unánime de la Corte Constitucional 8-0, nos permite hoy, a todxs los colombianos, volver a contar con el movimiento político fundado por Luis Carlos Galán y Rodrigo Lara Bonilla comprometido con una nueva manera de hacer política. El Nuevo Liberalismo encarnó la esperanza de toda una generación de ciudadanos que veía posible la construcción de una democracia auténtica, descentralizada, con justicia social, igualdad plena de derechos y oportunidades en todo el territorio; libre del yugo clientelista y del proyecto político criminal del narcotráfico. El Nuevo Liberalismo vuelve como una opción con vocación de poder, para liderar el renacer de una esperanza de cambio asesinada hace 32 años. Renace el Nuevo Liberalismo para la Colombia de hoy, que no es muy distinta al país de hace 40 años cuando el movimiento apareció en la escena política.
El desafío que enfrenta el Nuevo Liberalismo con su resurgimiento, su razón de ser para el país, es derrotar una cultura mafiosa y criminal, que mantiene secuestrada la política. Nuestro propósito es liberarla para que vuelva a su esencia ética de servicio público y defensa del bien común. El pueblo colombiano padece todos los días un bloqueo político que frustra la posibilidad de construir acuerdos para las reformas estructurales que nuestra sociedad necesita y reclama en su mayoría hoy pacíficamente en la calle. La ambición del Nuevo Liberalismo, como bien lo afirmó nuestro padre fundador y mártir, no es apenas conquistar mayorías en el congreso o ganar la presidencia de la república, “Nuestra ambición es mayor, mucho mayor, lo que nosotros buscamos es una nueva sociedad. Una nueva sociedad sin privilegios, con sentido de nación, con sentido ético; la ética del cuidado. El cuidado de la dignidad humana y el cuidado del medio ambiente.
La fuerza vital del Nuevo Liberalismo es la voz de los que no tienen voz en la política, la aspiración a la representación política de los más débiles y vulnerables en territorios y comunidades donde el Estado no existe. Más allá de ser un partido, es una plataforma de participación democrática y efectiva para los jóvenes, las mujeres, los campesinos, las víctimas, los indígenas, los pueblos negros, los colectivos LGBTIQ, las comunidades religiosas, los trabajadores, la clase media y todos aquellos que durante décadas han sido meros espectadores o siervos sometidos en una democracia restringida.
Hoy, el Nuevo Liberalismo asume su llamado histórico de cambio, de trabajar por derribar las barreras y los muros que el régimen clientelista de nuestro país ha levantado para mantener al pueblo colombiano sometido por sus angustias, pobreza y ausencia de oportunidades.
Las puertas del Nuevo Liberalismo están abiertas para todxs aquellxs que, con sinceridad y compromiso democrático, estén dispuestos a construir una Colombia nueva en la que todos tengamos los mismos derechos y oportunidades. ¡Siempre adelante, ni un paso atrás!