Recientemente en 150 países se llevaron a cabo marchas para solicitar a sus gobiernos acciones inmediatas y urgentes para proteger el planeta y luchar contra el cambio climático.
La pandemia del Covid-19 evidenció que si no conservamos el planeta, habrá más pestes y enfermedades que surgirán, y todas las especies vivientes estarán en riesgo de desaparecer.
Es lamentable que durante años se venga realizando distintas cumbres mundiales sobre la tierra para llamar la atención sobre la necesidad de preservar el medio ambiente y reducir el gas carbónico para con ello bajar el calentamiento global, y no se cumplan con los compromisos adquiridos, pues es más importante el modelo económico y la lucha por el poder que la subsistencia de la humanidad.
La Cumbre de la Tierra es una conferencia que las Naciones Unidas han venido organizando en distintos países en épocas diversas, sobre el medio ambiente y su desarrollo, con la participación de jefes de estado para llegar a acuerdos sobre el medio ambiente, el cambio climático, el desarrollo, la biodiversidad y otros temas similares.
La supervivencia del planeta y la salud, son los temas más importantes de la actual agenda internacional, por lo que se hace un llamado a todos los líderes mundiales para que unidos tomen soluciones urgentes y rápidas.
La sociedad civil es un actor importante del orden internacional que cada vez se empodera más, y juega un rol vital en la solución de distintas problemáticas, por ello el movimiento Fridays for future hizo presencia en más de 5000 ciudades como una manera de invitar a tomar conciencia de la grave problemática que tenemos en temas medioambientales y la urgencia en rescatar el planeta.
La problemática que surge también radica en que los jóvenes y las futuras generaciones no ven con claridad su futuro, no solamente en cuanto a la calidad de vida en el planeta, sino frente a opciones laborales que le permitan una estabilidad en su vida.
La próxima cumbre de acción climática será en New York, y tendrá como finalidad impulsar los objetivos del Acuerdo de Paris relacionados con el pacto para que la temperatura del planeta no supere los dos grados centígrados respecto de los niveles preindustriales.
El problema radica en que líderes nocivos como Trump y Bolsonaro entre otros, han venido demostrando no tienen intención alguna de cumplir ni de adquirir compromiso alguno en estas materias, pues su miopía y su narcicismo pueden más que la vida y la salud de la humanidad.
Según los científicos para el 2030 el calentamiento de la tierra aumentará en 10,7 por ciento, pues entre 1990 y 2016, el crecimiento del recalentamiento ha sido de un 48%.
Los expertos han llamado también la atención sobre las catastróficas consecuencias relacionadas con el aumento del nivel del mar a causa del deshielo del océano Ártico, de los polos y/o de los páramos en general, así como la perdida de los arrecifes de coral, las sequías e inundaciones y toda serie de catástrofes naturales, lo que genera a su vez no solo una pérdida de ecosistemas y de biodiversidad, sino de migraciones, violencia y xenofobias.
En las principales ciudades de Colombia también hubo personas que se movilizaron para protestar contra el plástico, el fracking, la deforestación en la Amazonía y pidieron al presidente Duque que declare una emergencia climática en el país.
En este orden de ideas ya son muchas las voces que desde hace tiempo vienen haciendo este mismo llamado, pero la debilidad del Estado, el poder detrás del poder, y la falta de voluntad política para solucionar estas problemáticas, hacen que no solo hayamos puesto en riesgo nuestros ecosistemas y la biodiversidad biológica, sino la existencia de las minorías como son las distintas etnias indígenas que se encuentran en la Amazonía, en la Sierra Nevada de Santa Marta y en otros sitios estratégicos.
Este problema se constituye en el tema más importante a solucionar y significa un compromiso no solo de los líderes mundiales quienes mucho hablan y poco hacen, sino de cada habitante del planeta.
El rescate del planeta junto con lo que sería el nuevo modelo económico a seguir que permita reducir las desigualdades sociales para evitar revueltas, la generación de empleo y de políticas públicas que creen nuevas dinámicas para las empresas y para la toma de conciencia ciudadana que generen dinámicas y recursos a invertir en la descontaminación y en cuidar el medio ambiente, los ecosistemas y la biodiversidad, son los retos actuales en las que todos estaremos involucrados.