Tras la publicación de los indicadores inflacionarios en los Estados Unidos, mostrando un claro proceso inflacionario al ubicar la tasa de 12 meses en el 7.9%, la más de las ultimas décadas, ha obligado a la Reserva Federal a iniciar una ronda de alza de tipos de interés. Apuntalando una política monetaria cada vez mas contractiva, como un intento de controlar la inflación. En consecuencia, a este nuevo escenario el mercado financiero norteamericano ha incorporado dentro de sus expectativas la mayor inflación y las futuras alzas de la tasa de interés en intervalos más cortos por parte de la Reserva Federal.
Como resultado de estas expectativas el costo de los créditos hipotecarios en los Estados Unidos se ha estado disparando, en marzo de este año el costo medio de un crédito hipotecario era un 20% mayor que en el año anterior, pero este fenómeno solo es la representación del encarecimiento global de los créditos y no solo de los hipotecarios. Pero si en Estados Unidos llueve en Europa no escampa, porque el alza de las tasas de interés va en la misma dirección.
Lo cierto es que este proceso inflacionario no se explica totalmente por una alta liquidez de las economías, la inflación actual es un fenómeno real a consecuencia de escasez o expectativas de escasez de energía, el alto costo de la energía se trasmite a todo el sistema al ser un insumo esencial para toda actividad económica, algo similar a lo ocurrido a finales de los 70 tras el embargo petrolero de la OPEP.
Como la inflación es causada por un fenómeno no monetario, y el esfuerzo para controlarla es con instrumentos monetarios (contrayendo la masa monetaria) el resultado esperado es que las economías paguen este fuerzo debilitando el crecimiento económico. Razón por la que se prevé que para Estados Unidos y Europa este sea un año de estancamiento económico.
Pero en el resto del globo la situación no es muy diferente, la inflación es mundial a consecuencia de la turbulencia en el mercado de energía, y por ende, en todos los países se están viviendo sus efectos, aunque de formas diferentes debido a la guerra Ruso-Ucraniana, conflicto que no sólo afectó el mercado de energía, también el mercado de insumos agrícolas, de cereales y de aceites vegetales, pero estos efectos se perciben de forma diferente si los países son productores o importadores de los mismos.
Por otro lado, el ultimo coletazo de la pandemia del COVID se está viendo en los países más densamente poblados del mundo, todos ubicados en Asia, los países como China e India, entre otros, donde por su tamaño poblacional la vacunación como porcentaje de la población ha avanzado más lentamente, esto sumado con la menor eficacia de la vacuna china nos explica el porque en el actual pico de la pandemia que atraviesa ese país se volvió a las cuarentenas estrictas.
En otras palabras, el crecimiento económico chino esta ralentizado por las cuarentenas que se pueden extender un par de meses más, y con el nubarrón de un posible colapso inmobiliario a raíz de la crisis de la inmobiliaria Evergrande.
Es en este gran escenario que se ven indicios de una estanflación, en cristiano una inflación alta con nulo crecimiento económico, esto es causado por los efectos de la guerra, sanciones y la incertidumbre en el mercado energético, así como por el ultimo coletazo de la pandemia que tiene hecho un desastre la red logística mundial.
El nuevo escenario económico mundial que se esta configurando es un mercado de altos precios de los energéticos, generando una fuerte inflación que se mantendrá mientras la red logística mundial este afectada a consecuencia de la pandemia que aún no termina, pero ya está llegando a su final; mientras tanto, el nerviosismo en el mercado energético europeo por la guerra y las sanciones, harán que el precio de la energía no vuelva al precio previo a la misma.
Una creciente de las tasas de interés como un esfuerzo de los bancos centrales por controlar la inflación, sumado a que el alto nerviosismo y riesgo drena la liquidez del mercado de capitales dado que los recursos se redirigen a los activos más seguros, impulsa aún más el alza de las tasas de interés.
Las mayores tasas de interés van a ir deteniendo el dinamismo de las diferentes economías, es importante denotar que no hablamos de recesión sólo de desaceleración, lo que será una constante en el mundo. Las economías de los diferentes países van a crecer mucho más lento de lo esperado y que lo registrado en los años anteriores. Esta desaceleración va a tener el efecto indeseado al ralentizar la recuperación de los puestos de trabajo perdidos durante la crisis económica de la pandemia, y sus cuarentenas.
Este es el escenario que le depara a la economía mundial para este año, mayor inflación, menor crecimiento económico; mayores costos de financiación por crédito a consecuencia de las alzas de las tasas de interés, y una muy lenta generación de empleo que va a mantener las tasas de desempleo elevadas que venían del año anterior como consecuencia de la pandemia.