Una cosa es cierta: El mundo no volverá a ser como antes de esta grave pandemia que nos mantiene en obligada cuarentena. Vendrán cambios en la estructura sociopolítica de los Estados y terminará imponiéndose un “Estado de Bienestar” en beneficio de toda la sociedad. Los pueblos del mundo no van a permitir el escandaloso comportamiento de la economía capitalista, donde su única y fundamental razón de ser es la de propender por el enriquecimiento de unos pocos, dejando a las inmensas mayorías indefensas, sin políticas eficientes en salud pública, educación, empleo, vivienda, y que en ultimas instancias, estos sectores desfavorecidos son los que el Covid 19 ha golpeado en forma más inclemente.
El diario El Tiempo de Bogotá, trajo el domingo 17 de mayo de 2020, un interesante reportaje realizado al ya famoso economista Thomas Piketty, quien en forma clara y taxativa dijo: “La pandemia actual podría acelerar la transición hacia otro modelo económico, hacia una organización más equitativa, más sustentable de nuestro sistema económico internacional. Necesitamos reinvertir en nuestro Estado de Bienestar”.
Manifiesta el juicioso economista: La gran desigualdad que impera en el mundo actual no responde a causas económicas, sino políticas o ideológicas reafirmadas por el coronavirus o Covid 19, quien puso en evidencia la “violencia de la desigualdad”.
Las difíciles condiciones de los sectores sociales mas empobrecidos son los que están poniendo el mayor numero de los muertos. En ciudades como Nueva York, la capital del mundo capitalista, el Covid 19 ha arrasado inmisericordemente en la población afrodescendiente del Bronx, de Harlem y de las comunidades latinas que viven en condiciones de pobreza. El Estado será obligado por la presión popular a aumentar significativamente la inversión en los sistemas públicos que garanticen un excelente suministro de salud, mejor cobertura social en educación, empleo, recreación y mayores ingresos para la población, donde sobresalga un seguro de desempleo amplio y generoso, que remedie el grave porcentaje de más del 80% de los habitantes que viven en la miseria del rebusque.
Hoy cobra toda su razón de ser la organización política y la movilización social. Los inmensos sectores sociales deben tener conciencia política real de su fuerza y de sus necesidades, no dejarse imponer situaciones que vayan en detrimento de sus condiciones de vida. La gente debe luchar por lograr la construcción de un Estado de Bienestar. Considerar que este es un aspecto fundamental en su vida. Salir a la calle, si es necesario, para exigir a sus gobernantes verdaderas políticas en salud pública, en educación, en oportunidades de empleo decente y planes de casas y apartamentos donde se vida con dignidad.
Se ha dicho en los medios científicos que esta pandemia va a demorarse y que no se descarta la presencia de nuevos virus tan agresivos como este, que lleven a la humanidad a nuevas cuarentenas. Allí los servicios de salud deberán estar mucho mas preparados y ser más competentes. La existencia de centros hospitalarios con excelente infraestructura médica, paramédica y científica debe estar al orden del día. El país debe contar con excelentes unidades de cuidados intensivos (UCI) que garanticen la posibilidad medica de salvar a los ciudadanos, cuando la tormenta de los virus ataque la salud de los colombianos.
Casos como los de Alemania, un país organizado juiciosamente, debe servirnos de ejemplo. Alemania con anterioridad había invertido sus mejores recursos en lograr un buen nivel de vida para sus ciudadanos y se había preparado con la construcción y adecuación de miles de UCIs. Por eso, cuando la sorprendió el Covid 19 pudo responder acertadamente, reportando un mínimo de personas fallecidas. Esto es y así se comporta un Estado de Bienestar.