En el mes de abril, hubo una comunicación que aunque pasó desapercibida, como la gestión de la Dirección Nacional de Juventudes Liberales y de la Secretaría Nacional de Juventudes Liberales, especialmente en este último año, describe muy bien la realidad de la Organización Nacional de Juventudes Liberales-ONJL.
En dicha comunicación, firmada por “las cabezas de las listas departamentales”, quienes afirmaban que “en próximos días tomaremos la decisión de nuestras mesas directivas departamentales”, le pedían a la actual Dirección Nacional Liberal-DNL, en cabeza del expresidente Cesar Gaviria, violar abiertamente los Estatutos del Partido.
Y es que no es menor cosa que las cabezas de lista de los departamentos de Córdoba, Arauca, Bolívar, Boyacá, Caldas, Casanare, César, Chocó, Antioquia, Guaviare, Huila, Magdalena, Meta, Norte de Santander, Putumayo, Atlántico, Risaralda, San Andrés y Cundinamarca, 19 en total, afirmen que “como ONJL queremos solicitarle, acepte continuar como director del Liberalismo, que se prorrogue su periodo por dos años más”.
Si el comunicado hubiera sido divulgado en las redes personales de las cabezas de listas firmantes, no hubiera sido problema, ya que se hubiera pasado por alto el desconocimiento de los Estatutos, asumiéndole por cosas de prosélitos, pero es distinto que el mismo lleve no sólo el membrete de la Organización, sino la firma del Director Nacional y del Secretario Nacional de Juventudes en abierto respaldo al exabrupto de pedir una suerte de autogolpe de estado en la DNL, ya que la prórroga por un periodo adicional de tiempo al estatutario sólo lo puede hacer la propia Convención Nacional Liberal.
¿Sólo porque las dos directivas nacionales más representativas de la ONJL validen opiniones personales basta y sobra para decir que la totalidad de la Organización lo dice, incluso si estas están basadas en el deseo, en el error, en la emoción?
¿Dónde quedan las instancias de participación nacional de la Organización? ¿La presidencia del Comité Político Nacional de Juventudes Liberales es de adorno? ¿El Veedor Nacional de Juventudes no sirve para nada?
Recordemos que el artículo 41 de los Estatutos del Partido Liberal del año 2012 afirma que dicho Comité es el órgano de representación de todos los departamentos en la ONJL, el cual está integrado por los presidentes de las asambleas departamentales y distritales de juventudes liberales, las cuales se eligen por el voto directo de los jóvenes de la respectiva circunscripción.
Ese comunicado de las cabezas de lista de candidatos a las Asambleas Departamentales de Juventud Liberal ¿fue consultado con el Comité Político? ¿Se le consultó a Marla Gutierrez, una barraquillera joven líder, ecuánime, frentera y eficaz, Presidenta de dicho Comité, ese comunicado?
¿Valen más las voces de un puñado de militantes del Partido que por lo pronto se representan a sí mismos, que las voces de las actuales Presidencias de Asamblea, que hace dos años fueron electos en mecanismos de democracia interna?
Así están las cosas en la Organización.
Desdén por las instancias establecidas, por los mecanismos de control, por el sistema de pesos y contrapesos de la Organización.
Desconocimiento de los Estatutos.
Ausencia de dialogo y de respeto hacia los actuales Presidentes de Asambleas.
Acciones unilaterales que abusan de la posición de poder que se tiene en la estructura del Partido.
A todas luces, características de un seudo caudillismo propio de casas políticas de “centro derecha azolapado” (sic), que hoy gobiernan el liberalismo y que algunos en alguna suerte de elucubración alucinógena llaman “liberalismo oficialista”.
Nada hacía pensar que el cundinamarqués Director Nacional se creyese un caudillo inmune a la crítica, que fuese capaz de desconocer los Estatutos y que sin asco subiera a toda la organización al barco del gavirismo, eliminando la diferencia, la disidencia, la resistencia, los matices que se asumen conviven en el seno del liberalismo colombiano.
Ante la proximidad del Congreso Nacional de Juventudes Liberales, y de la posibilidad de realizar la Convención Nacional Liberal vía virtual, es justo y necesario solicitarle una rendición de cuentas a la gestión de la Dirección Nacional de Juventudes Liberales, que, con actos como el comunicado sin fecha del mes de abril, parece que con esas 19 asambleas ya está planeando “prorrogar su periodo por dos años más”, o esté pensando en lanzar a su candidata, como suele ser costumbre en la ONJL.
Finalmente, ante tan triste realidad, sólo resta anhelar, como afirma una de las cabezas de lista de dicho comunicado, que “ojalá los nuevos asambleístas en los departamentos hagan más que discutir, porque aquí para proponer iniciativas nadie opina, pero para discutir ahí sí están todos”.