Como un demócrata convencido que soy, debo manifestar mi complacencia por el nombramiento de la senadora Sandra Ramírez o Griselda Lobo del partido de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común – FARC – a la Vicepresidencia del Senado de la Republica de Colombia.
Tuve la grata oportunidad de conocerla cuando el reverendo padre Francisco de Roux, presidente de la Comisión Esclarecedora de la Verdad CEV, demostró la acertada visión de convocar a una mesa de excombatientes para tratar los cruciales aspectos de la Paz y la Reconciliación, e inherentes a ellos, los problemas de la Verdad al interior de los Acuerdos de Paz, firmados en la Habana – Cuba – y ratificados en Colombia en el año de 2016.
Allí, bajo la conducción ética de la Comisión Esclarecedora de la Verdad -CEV- nos reunimos excombatientes que veníamos de múltiples expresiones guerrilleras: De Replanteamiento ELN, de las vertientes armadas el EPL, Corriente de Renovación Socialista, las FARC, las AUC, el M-19, entre otras. Todas acogidas a la Paz y dentro de los marcos jurídicos de nuestra Constitución Política.
Fue en estas reuniones donde conocí a la senadora Sandra Ramírez. Me impresionó su amabilidad con todos los participantes que habíamos vivido situaciones complejas en la lucha guerrillera. Demostró en sus intervenciones la profunda claridad que tuvieron al entregar todas las armas, para que sea el Estado y solo Él, quien tenga el monopolio de la fuerza como responsabilidad suprema, para hacer respetar la vida y ejercer justicia sobre todos los colombianos.
En medio de la pavorosa racha de asesinatos: de dirigentes sociales, de dirigentes de Derechos Humanos y de excombatientes de las Farc-Ep, este nombramiento es refrescante, se convierte en un gran logro para nuestra golpeada democracia, que desde hace muchos años viene clamando por una verdadera revitalización en sus verdaderos logros y objetivos. La salvación de la Paz está en que seamos capaces de construir la sociedad justa, incluyente y solidaria que desde hace muchos años venimos pidiendo.
La senadora Sandra Ramírez es consciente de que el logro de un nuevo contrato social solo será posible en la medida en que los colombianos afinquemos la Paz y consolidemos una verdadera democracia. Por eso, cuando le preguntaron ¿Usted está en el grupo de excombatientes que siguen comprometidos con la paz?, No dudó en responder categóricamente: “De pies y manos, seguimos comprometidos con la Paz, porque la misma sociedad nos muestra cada día, con sus ojos y sus acciones, que lo mejor que hicimos fue esto y que valió la pena firmar el Acuerdo de Paz. Estamos convencidos que este es el rumbo del país: Construir una sociedad diferente, en la que quepamos todos en una democracia incluyente y participativa”. El Tiempo, miércoles 22 de julio de 2020.
Desde esta orilla de la democracia y el periodismo le ofrecemos a la vicepresidenta del Senado de la Republica, toda nuestra cooperación y ayuda para sacar adelante los urgentes proyectos que en materia de Paz y justicia social reclaman y esperan los amplios sectores campesinos y urbanos quienes por años han estado olvidados del legislativo colombiano.
Buen Viento y buena mar, apreciada vicepresidente.