Pobres de mentes quienes no ven que ya el mundo cambió y que las necesidades de la gente son resolver carencias existenciales… nada que ver con la política.
La polarización desgarrante lo único que hará es perjudicar a todos los bandos y les irá peor a los politiqueros que insistan en manipular con los mismos discursos.
Esta crisis que sobrevivimos sólo hará reconocer los liderazgos de aquellos que muestren propuestas concretas, palpables, capaces de solucionar los problemas que se han agravado.
Las personas ya no comerán cuentos, así que cambian o perecen esos que aspiran a ser elegidos.
Esos “izquierdosos” que pregonan las tales “rentas básicas” (que en ningún país son viables) que insisten en empujar a marchas y paros verán que las mayorías no les copiaran porque las prioridades de la gente están en lograr sustentos ¡a la fija!
Los “ultra-mega-derechistas” – ya destapándose como oportunistas camaleónicos- especímenes que atacan a diestra y siniestra, camuflándose de derechistas, se van a quemar en las urnas.
¿Más claro? A la jauría “progresista-alternativa” les va a ir tan mal como a la plaga de esa dizque “derecha dura ¿pura?” que sabotea empoderamientos de las fuerzas democráticas.
Lástima que se truncaran iniciativas como era ACED, naciente agrupación que puso a temblar a FECODE: gentuzas como Ricardo Puentes y otros de su calaña hicieron campaña para destruir al intento de unir a padres con docentes con ganas de parar a los ideologizadores comunistas.
Obvio que hablo de ese mismo Ricardo Puentes Melo, cada vez más malo, el que ataca a los verdaderos y honestos periodistas demócratas que sí son reconocidos por valientes luchadores anticorrupción y frenteros con los terroristas.
La ACED pudo acabar con FECODE, pero mercenarios ideológicos mamertos disfrazados de derechistas hicieron el “trabajito” a sus congéneres de la “izquierda” y sabotearon a la ACED. ¿Resultado? FECODE se repotenció, al punto de que dos de sus “exdirectivos” Nelson Alarcón y Carlos Rivas anunciaron que se van a lanzar en las próximas elecciones para congresistas; y seguro serán elegidos gracias a sus adoctrinados y esos “jurados” que tienen asegurando votaciones.
De la calaña de Ricardo Puentes hay varios, unos pocos, pero muy dañinos, ratas que se cuelan en partidos buscando curules y champús. ¡Saltarían en manada si yo dijera que me lanzaría a congresista! Entonces volverán las fotos mías descontextualizadas y el vídeo que les dio el G2 para enlodarme y quitar apoyos. Así son. ¡¿y luego el del G2 soy yo?!
Por ahora no les voy a dar papayas. Oportunamente utilizaré sus brutalidades a mí favor. Años practicando Judo me enseñaron a usar la fuerza del contrario para derrotar.
Pero ¡frescos! que por ahora mis prioridades no son dedicarme a la política. Mis empeños están enfocados en promover sinergias para que las personas sean solidarias y empáticas.
A propósito de empatías, al gobierno le digo que están combustionando al país y luego será muy difícil apagar fuegos: ¿cómo así que otra reforma tributaria para exprimir más a la gente? Inadmisible más impuestos y falta de contundencias ante los lambones que pretenden extender mandatos.
Creo que, excepto China, ningún país quiso una pandemia; toca crecer y reconstruir economías -pero estimulando emprendimientos, inversiones, apoyando empresas, replanteando el hacerse contrataciones laborales que prioricen a los nacionales y migrantes que más puedan aportar al país- así sí nos recuperaremos y sin explosiones sociales que devendrían en caos anárquicos; nos demoraremos más, pero avanzaremos sin traumatismos… como están haciendo la inmensa mayoría de las naciones.
El pensar cortoplacista ha hecho más daño que las peores pandemias sufridas por la humanidad.
¡Ojo! Podrían acontecer múltiples estallidos sociales si esos estatus sociopolíticos no se actualizan, o cambian. Se impone evolucionar, tomándose conciencia de que las personas necesitan vivir bien, mejor.
El éxito dependerá de que seamos solidarios, cooperativos, y para eso hay que andar muy juntos, sin ambivalencias, despojándonos de polarizaciones: sobreviviremos, resurgiendo, renaciendo, si logramos tender puentes sin dejarnos contaminar.
Los ególatras, excluyentes, polarizadores, no tendrán cabidas, serán anulados porque la gente necesita de la solidaridad, de la cooperación, de sumarnos, unirnos, para sobrevivir.
Esos políticos que apenas miran hacía las próximas elecciones no tendrán futuro. La gente necesita de líderes reales, con visión larga, pragmáticos, que trabajen para las personas liderando procesos, para el bien de todos, pero con todos.
Las formas de hacer política tienen que ser distintas, porque es que el mundo cambió.
Todos tenemos que ser de todos.