Los colombianos fuimos sorprendidos por las noticias de una reunión extraña y positiva que se llevó a cabo el día 19 de julio entre importantes exjefes paramilitares y miembros de la dirección de las desarmadas Farc Ep. Esta reunión convocada con la ayuda del emblemático sacerdote comprometido con la Paz, el sacerdote jesuita Francisco de Roux y del asesor jurídico de la mesa de dialogo Álvaro Leiva Duran, acercó por primera vez, a integrantes de la dirección de las Farc-Ep y exjefes paramilitares, después de una larga y devastadora confrontación armada. La reunión se realizó en la Casa Provincial de los Jesuitas de Bogotá para hablar de reconciliación, dejación de las armas y superación de los odios.
Por parte del Secretariado de las Farc Ep estuvieron presentes: Iván Márquez y Pablo Catatumbo, junto al integrante del Estado Mayor Jesús Santrich; y en representación de las desmovilizadas Autodefensas Unidas de Colombia: Freddy Rendón Herrera “el alemán”, Edward Cobos Téllez, “Diego Vecino”, e Iván Roberto Duque, “Ernesto Báez”.
Las partes coincidieron en reconocer: La Paz es una obligación y un derecho de todos los ciudadanos y la reconciliación es la máxima aspiración del pueblo colombiano. De los puntos más valorados por la opinión colombiana fue sin duda el compromiso firme e ineludible con la verdad como componente fundamental de la reconciliación nacional y elemento esencial de la reparación a las víctimas. Ratificaron la importancia de un pacto nacional para sacar las armas de la política y asegurar, definitivamente un debate democrático, respetuoso y amplio de las ideas
La presencia del sacerdote jesuita Francisco de Roux concedió una gran confianza a los participantes de tan crucial reunión. Él es, sin duda un fiel exponente de las ideas sociales de justicia y reparación a las víctimas que profesa Su Santidad el Papa Francisco. Indiscutiblemente, Su Santidad espera y confía que en su anunciada visita a Colombia, la guerra fratricida haya sido desarmada en su totalidad, del mismo modo está presente espiritualmente en los diálogos de Quito con el Eln y celebra la reunión de los dos grupos armados en la Casa Provincial de los Jesuitas, quienes en el pasado hicieron tanto daño y hoy cierran el ciclo de odio, se abren al perdón que invita la caridad cristiana.
El Presidente Santos no dudó en calificar como positivo este encuentro y destacó que se trata de un buen paso para la reconciliación de los colombianos: “Esa foto me gustó, porque esa es la Paz. Ya depusieron las armas, ahora lo que debemos hacer es deponer los odios, la sed de venganza, reconciliarnos, a eso viene el Santo Padre, además, dar el primer paso hacia la reconciliación”, dijo el Presidente.
Valoro y aprecio el gesto de Paz generado por los grupos antes en discordia, construyen y reconfirman un nuevo ambiente de Paz y de reconciliación en el país, invitan a una gran jornada de reconciliación que concite personas, hogares, instituciones, política y vida pública, estimule y toque el corazón de todo aquel que tenga resquemor, rabia, odio con alguien, y decida estimular este ambiente de Paz e invite de manera fraternal a su oponente a conversar, estrechar las manos y decirse: Podemos disentir, ser diferentes y a la vez reconocernos en el abrazo fraternal en beneficio de nosotros mismos, de nuestros entornos y de nuestro país, en una palabra de nuestro bienestar. Eficaz y hermosa forma de responder aquella pregunta que muchos nos hacemos: ¿Qué puedo desde mi posición hacer yo por la Paz? ¡Respuesta que solo cada uno puede dar y actuar desde el fondo sincero de su alma!
Estamos viviendo y disfrutando la llegada de la Paz y la reconciliación. Todos los colombianos somos conscientes de esta nueva y plácida realidad. Los tiros y las bombas van siendo cada vez menos y sus ruidos ya no atormentan a nuestras familias campesinas. Es el momento de abrirle las puestas a la Paz desde todos los ámbitos posibles, es hora, de abrir nuestros corazones para que crezca la fraternidad, la solidaridad, el respeto y el cariño que nos debemos como colombianos. ¡Atrás, muy atrás debe quedar para siempre la guerra, la violencia, la muerte, los odios, resquemores y prevenciones! ¡Nos merecemos esta segunda oportunidad que hemos construido sobre la superficie de nuestra querida y golpeada nación! Adelante, la Paz es una construcción conjunta!