Bogotá tiene una tarea pendiente por cumplir, que además, es necesaria como quiera que se trata de modernizar su Plan de Ordenamiento Territorial, POT, entendido este como la herramienta técnica para planificar y ordenar su territorio. Aunque en los últimos años hubo un intento por hacerlo, se presentaron dificultades legales que hoy tiene a la ciudad en un limbo.
Es importante mantener actualizado el POT debido a los cambios constantes que tiene Bogotá en cuanto a su crecimiento demográfico, la utilización del suelo, es decir, la construcción de vivienda, la apertura de establecimientos comerciales y la construcción de nuevas obras de infraestructura como vías, entre otros.
Se trata entonces de integrar la planificación física y socioeconómica, el respeto al medio ambiente, tener en cuenta la diversidad poblacional, el nivel educativo, así como las zonas de riesgo por deslizamientos o el crecimiento de los niveles de los ríos que ponen en riesgo los barrios aledaños.
Se busca establecer el POT como un instrumento que debe formar parte de las políticas de estado, con el fin de propiciar desarrollos sostenibles, contribuyendo a que el gobierno Distrital oriente la regulación y promoción de ubicación y desarrollo de los asentamientos humanos.
El Distrito Capital adoptó su primer POT, mediante el Decreto Distrital 619 de 2000 y fue revisado por primera vez mediante el Decreto Distrital 469 de 2003. Posteriormente, el alcalde mayor adoptó el Decreto Distrital 190 de 2004 y en él se compilaron las normas contenidas en los dos decretos anteriores. El Decreto Distrital 190 de 2004 es el POT que actualmente rige para Bogotá, conjuntamente con los decretos que se han producido en desarrollo de su reglamentación.
De acuerdo con la ley 1551 de 2012, los planes de ordenamiento territorial serán presentados para revisión ante el Concejo municipal o distrital cada 12 años. Por esto, Bogotá tiene en este momento la oportunidad de revisar de forma integral su Plan de Ordenamiento Territorial.
En 2013, el anterior Alcalde de Bogotá expidió el Decreto 364 a través del cual se trazó una nueva ruta para el desarrollo de la ciudad. La norma fue cuestionada por el Gobierno Nacional, los gremios y los organismos de control, especialmente en lo relacionado con el sector vivienda por considerarse que generaba inseguridad jurídica y elevaba los costos y trámites de la construcción. Los organismos de control como la Veeduría Distrital, la Contraloría de Bogotá y la Procuraduría advirtieron sobre las irregularidades en la expedición del POT por decreto, incluso el Ministerio Público le formuló pliego de cargos. El Consejo de Estado suspendió el POT en abril del 2014 como una medida cautelar y en junio del 2015 ratificó la suspensión del Decreto.
El pasado de agosto, participé en la presentación de Diagnóstico del Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá por parte de Probogotá y el Secretario de Planeación del Distrito Capital en la que explicó cuáles son los principales puntos claves del actual POT y los desafíos a los que se enfrenta la administración local y la ciudad en el desarrollo de una nueva propuesta de ordenamiento del suelo y el territorio.
Teniendo en cuenta que hace 12 años no se actualiza el POT (aunque mantiene su vigencia durante el tiempo que dure el proceso de revisión ordinaria), el Distrito inició el proceso de revisión y la elaboración de documentos técnicos temáticos de soporte en el año 2016, con el fin de contar con información objetiva y actual por medio de la cual dar inicio al proceso de revisión ordinaria y ajuste de los tres componentes de la norma.
Esa revisión estratégica tiene 3 componentes fundamentales, según la Secretaría de Planeación del Distrito: El componente ambiental, Componente espacial y el componente territorial. El primero, se refiere a gestión ambiental, la creación y protección de áreas de valor ecológico y la identificación de amenazas y riesgos a corto, mediano y largo plazo. El componente ambiental, tuvo una ejecución de proyectos del 65%, equivalentes a aproximadamente 65 proyectos ejecutados de un total de 103 planteados.
El segundo componente, es el componente espacial el cual se refiere a 10 operaciones estratégicas definidas para lograr avances en la competitividad, productividad e integración regional. El presente componente tuvo una ejecución de proyectos del 53%, equivalentes 93 proyectos ejecutados de un total de 176. Se pudo establecer que, dentro de este componente de las 10 operaciones estratégicas definidas, solo 3 han sido adoptadas y presentan algún grado de avance (centro, nuevo Usme y norte).
Por último, en el componente territorial, que busca lograr un crecimiento de la ciudad equitativo y sostenible, se evidenció que, de un total de 464 proyectos de actuaciones territoriales, se ejecutaron el 69%.
Adicionalmente, el gobierno Distrital analiza en el proceso de modernización del POT temas relacionados con:
- Dinámicas Socioeconómicas
La dimensión del crecimiento de la población y del número de hogares de Bogotá permite, por medio de la EMP del año 2014, determinar a escala de localidad el déficit de unidades de vivienda, el cual persiste a pesar que la ciudad construye anualmente un promedio de 35.000 viviendas, debido a que la tendencia a la disminución del tamaño de los hogares implica una mayor demanda de unidades, especialmente en los estratos bajos (1, 2 y 3). En Bogotá hay actualmente hay 2’967.636 Hogares y el déficit cualitativo y cuantitativo son 300.000 viviendas
- Proyecciones de Población
La proyección de la población de Bogotá, con base en los cálculos realizados por UN-CEPAL, indica que para el año 2016 la ciudad contaba con una población de 7.980.000 habitantes, que en el año 2020 podrá alcanzar alrededor los 8.380.000, que su población seguirá incrementándose en la siguiente década en alrededor de 1 millón (9.360.000 para el año 2030), hasta superar los 10.280.000 de habitantes en el año 2040 y empezar a estabilizarse en alrededor de los 11 millones en el año 2050.
En términos de nuevos hogares, el incremento total sería de 1.047.514 hogares (880.122 tan sólo en Bogotá), lo que implicaría una demanda semejante de nuevas unidades de vivienda, y una demanda total de aproximadamente 5.237 hectáreas brutas de suelo por desarrollar (4.400 ha para la población proyectada de Bogotá), área total que disminuiría en la medida que fuese posible el desarrollo de proyectos masivos de renovación urbana al interior del área urbana del distrito capital.
- Medio Ambiente y Espacio Público
Los espacios públicos abiertos de Bogotá, naturales e intervenidos, han sido relegados a un ámbito secundario dentro de las prioridades de la consolidación del ordenamiento territorial distrital, a pesar que, en términos conceptuales, se les ha dado especial relevancia en el momento de formularlos como elementos estructurales del modelo de ordenamiento.
La evaluación de la ejecución de los proyectos de espacio público previstos en el POT y en los planes maestros que se derivaron de éste, arroja resultados muy modestos. Sobre un total de 36 proyectos incluidos en el plan, a los cuales fueron adicionados 16 por el Plan Maestro de Equipamientos Deportivos y Recreativos del año 2006, sólo fueron construidos 35 (66% de la meta), mientras que, sobre el total de las 7 plazas cívicas propuestas, tan sólo fueron realizadas 4 en 16 años. Resultados semejantes se encontraron en relación con las alamedas (41% de ejecución) y los andenes (38%) previstos en el plan.
- Sistemas de Movilidad (Vial y de Transporte).
En el periodo de vigencia del decreto 190/04, se ejecutaron en la totalidad alrededor de 353 kilómetros de carriles viales vehiculares completos y más de 364 kilómetros parciales, lo que representa alrededor del 10% del total la malla vial arterial construida, y un ritmo promedio de construcción anual de 30 kilómetros por año (60 si se incluyen los parciales).
Completar el subsistema vial adoptado en el POT del 2004, implica la construcción de alrededor de 2.635 kilómetros adicionales de calzadas para carriles vehiculares, lo que tardaría (tomando como referencia los 60 km/año) alrededor de 44 años.
En conclusión, se hace necesario hacer un replanteamiento de la planificación ambiental, territorial y espacial del territorio con la definición de planes y proyectos a corto, mediano y largo plazo, teniendo en cuenta los cambios y las trasformaciones que ha tenido la ciudad durante los 13 años que ha tenido vigencia. Actualmente, el proceso de formulación de un nuevo Plan de Ordenamiento Territorial se encuentra en una etapa de diagnóstico y de articulación con la comunidad para definir las necesidades de los ciudadanos.
Creo que es importante, dentro de la construcción de la modernización del POT definir cuál será el tratamiento a la problemática de uso de suelo social.