METRO

Opinión Por

Bogotá está a punto de lograr un paso significativo en la construcción del metro con la firma del convenio entre la Nación y el Distrito, en el cual se comprometen los recursos de vigencias futuras por 6.8 billones de pesos. La suscripción de este documento debe cumplirse antes del próximo sábado 11 de noviembre cuando entra en aplicación la ley de garantías por las elecciones a Congreso de la República.

Las vigencias futuras comprometidas por el Gobierno Nacional serán a un plazo de 30 años y las del Distrito, a 25 años. En este último caso la medida implica que, entre el 2018 y el 2041, la ciudad destinará el 50 por ciento de los ingresos por sobretasa a la gasolina para respaldar la construcción de esta primera línea de metro y de las troncales de TransMilenio de la avenida Boyacá, la Ciudad de Cali y la carrera 68.

Así quedó establecido en el Proyecto de Acuerdo aprobado por el Concejo de Bogotá el pasado 31 de octubre por 27 votos a favor y 10 en contra y el cual prevé que por sobretasa a la gasolina se recogerán 4,8 billones de pesos. También se garantizarán 500.000 millones de pesos de la Administración Distrital, 489.823 millones de la ETB y 292.790 millones provenientes de créditos. A estos recursos se suman los 1,1 billones de pesos del presupuesto de 2017 que ya están garantizados por la Secretaría de Hacienda, para un total de 7,1 billones que entregará Bogotá para el metro.

El Gobierno Nacional aportará 9,08 billones, tal como se aprobó en el documento del Consejo de Política Económica y Social (Conpes), que declaró el metro como proyecto estratégico de la Nación y que era un paso previo a la presentación del proyecto de vigencias al Concejo de Bogotá y que fue finalmente aprobado.

En desarrollo del debate el principal argumento de los opositores al proyecto metro elevado ha sido la falta de estudios. Sin embargo, la Administración Distrital respondió en un derecho de petición presentado por la bancada de Bogotá con asiento en la Cámara de Representantes que no sólo existen estos estudios sino que fueron la base para la expedición de los documentos CONFIS y CONPES con los que se garantizan los recursos para la construcción de la obra y la continuación del trabajo por parte de las siguientes administraciones.

Sobre la base del estudio del proyecto metro del gobierno anterior que propuso un metro subterráneo que tenía un valor aproximado de 13.79 billones de pesos; 9.65 billones que aportaba la Nación según el documento CONFIS correspondiente al 70% del costo total del proyecto y 4.14 billones de pesos que destinaría el Distrito. Sin embargo, un nuevo estudio adelantado en 2016 por el presente Gobierno Distrital arrojó que como consecuencia de la devaluación del dólar y el incremento del costo de vida, el valor del proyecto ascendió a 17.5 billones de pesos que obligó a replantear el proyecto pasando de un metro subterráneo a elevado.

Para poner en marcha este nuevo proyecto fue suscrita la modificación No. 02 al convenio interadministrativo No. 1880 de 2014 del 28 de enero de 2016 y la modificación No. 3 de 24 de octubre de 2016 mediante las cuales se estableció el alcance del mismo. En ese proceso participó la Financiera de Desarrollo Nacional con el  propósito de incluir un ajuste de los diseños de ingeniería y la implementación del método más adecuado de contratación para la ejecución de la Primera Línea del Metro de Bogotá. Así mismo “la FDN contrató a la firma SISTRA para la elaboración de un estudio para comparar alternativas de ejecución por tramos y por tipologías de la PLMB identificando y cuantificando ahorros que optimicen el beneficio, teniendo en cuenta la disponibilidad presupuestal para la inversión y los costos de operación durante el ciclo de vida del proyecto”.

El estudio determinó que la primera línea del metro “desde el patio-taller hasta la calle 127, se ejecutará en dos tramos atendiendo de esta manera la limitación presupuestal vigente que implica la construcción del Tramo 1 en el corto plazo: Tramo 1 Patio taller hasta la estación Calle 72, más la cola de maniobras hasta la Calle 76. Tramo 2: Calle 76 con Avenida Caracas hasta la Calle 127 con Autopista norte”.

De acuerdo con el Distrito se han adelantado varios estudios dentro de las estructuras técnica, financiera y legal que incluyen entre otros aspectos el levantamiento topográfico, inspección geológica y geotécnica, estimación de la demanda de pasajeros del subsistema metro, aforos de tráfico vehicular y peatones, inventario de redes de servicios públicos existentes, así como costos de inversión, operación y mantenimiento, a partir de una estimación de cantidades y sondeo de precios unitarios nacional e internacionales, con un  grado de incertidumbre entre el 10 y el 15%, entre otros.

Quedan hacia el futuro inmediato nuevos pasos por dar antes de iniciar la construcción de la primera línea del metro como la terminación de la estructuración legal y financiera del proyecto, la cual determinará el tipo de contrato por ejecutar, por ejemplo si se hace por obra pública o por asociación púbico privada (app), o si se combinan ambas modalidades junto con el contrato de suministros o compra de trenes y la realización de los prepliegos. Se deberá presentar un nuevo cupo de endeudamiento que no representa recursos adicionales, sino que se respalda con el dinero aprobado en las vigencias futuras para que los bancos puedan darle la plata y esta pueda pagar las obras y suministro de la megaobra en los próximos cinco años.

Culminados esos procesos se podría abrir la licitación, que se espera sea en el primer semestre del 2018. Simultáneamente se realizará la compra de predios, la reubicación de las redes de servicios públicos y la adecuación del patio taller de manera anticipada, tras lo cual comenzaría la construcción del metro. Esperamos ver construida la primera línea de metro a partir del año 2022. No podemos perder la oportunidad de ver esta obra realizada. Después de tantos proyectos frustrados es el momento de que Bogotá tenga una obra necesaria para el desarrollo y mejoramiento del sistema de transporte masivo.

Abogada colombiana. Estudió en el Colegio Hijas de Cristo Rey de la ciudad de Bogotá y, posteriormente estudió Jurisprudencia en la Universidad del Rosario. Exrepresentante a la Cámara por el Partido Liberal.