En está agitada época en que empiezan a moverse las campañas electorales a la Presidencia de la Republica, me ha sorprendido observar la gran cantidad de precandidatos con deseos y posibilidades de llegar a la Casa de Nariño en 2018. Tantos, que puede resultar incluso confuso para la prensa que organiza foros de pre candidatos por todo el país, saber a quién invitar a debatir con quien.
Por ello, muchas veces escogen invitar al Dr. Humberto De la Calle o a mi, como si representáramos lo mismo. Y no.
Lo único que tenemos en común es que pertenecemos a las filas del Partido Liberal, pero ni siquiera eso pareciera estar uniéndonos: el Dr. De La Calle ni siquiera ha definido si será precandidato del partido o si irá respaldado por un movimiento de recolección de firmas. Yo por el contrario, he dicho con claridad que iré como PRE candidato oficial del Partido Liberal a una consulta popular abierta que deberá escoger al candidato único de centro en los próximos comicios de marzo 2018.
Como si lo anterior fuera poco, yo además represento la renovación política del liberalismo; yo no he sido parte ni de este ni de anteriores gobiernos. Todas mis ideas y mis propuestas están enfocadas en renovar las viejas prácticas políticas del país.
Yo construiré desde el Gobierno, de tener el honor de llegar a la Presidencia, un país de oportunidades para todos los colombianos a partir del post conflicto: es decir, para mí el acuerdo de paz no es el punto de llegada sino el punto de partida para un país más justo y equitativo.
Respeto profundamente al Dr. Humberto De la Calle y sus aportes históricos al proceso de paz y a nuestra Colombia; pero en esta contienda electoral ni somos lo mismo, ni representamos lo mismo.