Ahora que se aproxima la calma luego de la consulta popular abierta donde se elegirá al candidato único del Partido Liberal Colombiano y mientras se calienta el tema de la conformación de las listas para Senado y Cámara de Representantes, es menester hablar de cómo se empieza a acomodar la casa luego del VII Congreso Nacional Liberal.
De acuerdo con los Estatutos de 2002, el Partido tenía una serie de Secretarías de Participación y Secretarías temáticas encargadas de atender las necesidades de la militancia sectorial y de llevar la voz del mismo en diversos temas de interés general. Con los Estatutos de 2011, dichas Secretarías se eliminaron de tajo, por considerarlas burocracia sin sentido.
Ahora bien, con la sentencia del Consejo de Estado y la restitución de los Estatutos de 2002, el Partido debía regirse en un todo en cuanto a la convocatoria del Congreso del Partido, por lo que previo al mismo se realizaron los Congresos Sectoriales de sindicalistas y pensionados, de minorías étnicas, de organizaciones sociales y de base y de campesinos, quienes estatutariamente debían elegir su respectivo Secretario de Participación.
Sin embargo, con el cambio estatutario aprobado por el pleno del Congreso, los Secretarios electos en sus Congresos sectoriales quienes debían ser ratificados por aquel, quedaron atados a la decisión de la Dirección Nacional Liberal en cuanto a la naturaleza del cargo.
De acuerdo con lo decidido en el periodo inmediatamente posterior a la aprobación de los Estatutos de 2011, los cargos de Secretarías de participación y temáticas las reemplazó una figura denominada “Alta Consejería”, que recuerda a todos aquellos que se supone que le hablan al oído al Presidente de la República de Colombia, pero que en la práctica tienen lo que popularmente se conoce como “una corbata”, ya que ni de presupuesto propio disponen.
¿Será que los Secretarios electos en los Congresos Sectoriales del Partido Liberal de 2017 se dejarán llamar “Altos Consejeros”? Ya se rumora que algunos no aceptarán tal nombramiento, justamente por lo que ese tipo de nombre implica, pero al parecer la Dirección Nacional insiste en denominarlos así.
Ante esta situación, una salida podría ser que de la manera en que se han respetado las decisiones tomadas en el marco de los Estatutos de 2002, restablecidos en 2015, en ésta ocasión y si se quiere por única vez, se les mantenga el estatus adquirido a todos y cada uno de los Secretarios de Participación de los otrora llamados Sectores Sociales, hoy estatutariamente definidos como Comités Sectoriales y se les nombre como Subsecretarios Adjuntos, dependientes de la Subsecretaria del Partido si se quiere, ya que su proceso de elección no fue un dedazo, sino que fue por elección de un cuerpo convocado bajo condiciones estatutarias específicas, caso contrario a los Secretarios Temáticos que no fueron electos en el marco del Congreso, pero que si son más que necesarios especialmente por la necesidad de atender de manera concreta los debates programáticos de orden nacional.
Aunque a estos tampoco debería llamárseles “Altos Consejeros”, título tan feo para un cargo que al menos sí tiene autoridad para hablar.
Finalmente, si bien es cierto que debemos seguir esperando, al menos ya no tendremos que esperar tanto, a no ser que alarguen esta discusión interna hasta después de las vacaciones de final de año, cuando las campañas presidencial y de Congreso estén calentando motores y realmente se necesiten de todos y cada uno de los Subsecretarios adjuntos para Comités Sectoriales, que de acuerdo con la Resolución 3041 del 30 de julio de 2013 firmada por Simón Gaviria Muñoz, que para esa fecha era el Director Nacional Liberal, son catorce.