Hace algunos días tomé la decisión de ser candidato al Senado de la República en el siguiente período legislativo. Lo consulté con la familia, amigos y partidarios. Ya informé a la Dirección Nacional del Partido para formar parte de la lista de candidatos de la Colectividad a dicha Corporación, seguro de que la participación roja en la campaña electoral será positiva, responsable, y valiosa para los colombianos.
Me dirijo a los Serpatizantes porque me han ayudado en todas las circunstancias, entre ellas las electorales. ¿Quiénes son los Serpatizantes? Un conjunto de personas, amigas y amigos, correligionarios y de distinta vocación, que me han acompañado en las actividades políticas y sociales, aún en situaciones difíciles. Me han orientado y aconsejado, me han llamado la atención cuando ha sido necesario, se la han jugado conmigo en álgidos momentos de la vida nacional, me han enseñado con altruismo y desinterés, han sido mis amigos y me han defendido de las ofensas, las amenazas y las persecuciones.
Lo han hecho porque me conocen y saben que también soy solidario y buen compañero. También he estado a su lado cuando han sufrido la arbitrariedad o se les han desconocido sus derechos. Conocen mi condición de demócrata y saben que siempre defiendo las causas justas, que estoy al lado de la paz, que mis actitudes políticas corresponden a mi ideario liberal, que en todo momento rechazo la injustica, apoyo los derechos humanos y busco la igualdad. Convivencia, descentralización, educación de buena calidad, reconocimiento al campo y a los campesinos, defensa del medio ambiente, un diferente sistema de salud y reclamo de un nuevo modelo económico han distinguido mi lucha política, y ello ha hecho grande, sólido y fuerte el criterio de ser Serpatizante.
Conocen los Serpatizantes mi vida privada y personal. “El político no tiene vida privada”, he dicho con convicción, y por eso saben de mi buen comportamiento individual y social, sin escándalos, siempre respetuoso de amigos, vecinos y ciudadanos, positivo y cordial en las relaciones con los demás. En lo familiar, los 45 años de matrimonio con Rosita, nuestros tres hijos y tres nietos, y la armonía que reina en nuestros hogares, lo dice todo.
Esos son mis pergaminos. Dejo de lado mi trayectoria profesional, política, docente y periodística, siempre cumplida con probidad, competencia, responsabilidad, porque es ampliamente conocida. Me basta con agregar que, sin excepción, he obrado honesta y correctamente.
Son las razones por las que acudo a los Serpatizantes. para pedirles que me ayuden en las próximas elecciones. Necesito su voto y el de sus amistades, para terminar mi vida política de manera satisfactoria, en el Senado, representando al pueblo, defendiendo nuestras ideas, ayudando para que termine bien el proceso de paz con las Farc y ojalá con el Eln.
Los Serpatizantes de todo el país harán viable mi elección, sin trapisondas, sin engaños, sin falsas promesas, sin compra de votos. Requiero su mano amiga. Se que no me fallarán.