Gobierno, empresarios y centrales obreras, con excepción de la CUT, lograron un acuerdo que permitió fijar el nuevo salario mínimo para el 2018 que devengarán más de dos millones y medio de trabajadores colombianos. El incremento fue de $43.525 quedando en $781.242, (5.9%) mientras que el subsidio de transporte quedó en $88.211 mensuales (aumentó un 6,1%). Lo que significa que la asignación mensual será de $ 869.453 en total.
Desde hace 68 años (1950) se viene fijando un nuevo salario mínimo que incide además en otros costos como los arriendos, la canasta familiar, las matrículas y pensiones escolares y universitarias, las cuotas moderadoras y copagos en los servicios de salud, así como otros aportes parafiscales.
El porcentaje en el incremento del salario mínimo normalmente es acordado mediante una negociación entre los sindicatos y las mesas de concertación establecidas por los representantes del Ministerio de la Protección Social, con base a la inflación final causada, del año inmediatamente anterior a la vigencia del salario. Según el Artículo 8 (1996) del Código del Trabajo, los parámetros a considerar para fijar el salario mínimo son:
1. La inflación fijada para el siguiente año según el Banco de la República.
2. Los productos acordados por una comisión tripartita que coordina la productividad en el Ministerio de Previsión Social.
3. La contribución de los salarios al ingreso nacional.
4. El aumento en el Producto Interno Bruto (PIB).
5. El Índice de Precios al Consumidor.
Según el Artículo 146 de esa norma, el salario mínimo deberá tomar en cuenta el costo de la vida, los patrones laborales, capacidad económica de los negocios y empleadores, y las condiciones de cada región y actividad. El artículo 142 prevé que los salarios mínimos para trabajadores del campo deben tomar en cuenta las prestaciones que da el empleador a los empleados en cuanto a habitación, cultivo, combustible y circunstancias similares que reducen el costo de la vida. Cuando no hay un acuerdo, éste se dicta finalmente por decreto emanado directamente por el presidente de la República.
Cuando en 1950 se fijó el salario mínimo en 60 pesos la inflación en Colombia estaba por el 20.5%, mientras que el costo de vida entre diciembre de 2016 y noviembre de 2017 fue 4,12%. El salario mínimo hoy, es de $781.242. No sobra recordar el comportamiento del aumento salarial por cada 10 años, así:
1950 $60
1960 $198
1970 $519
1980 $ 4.500
1990 $ 41.025
2000 $ 260.100
2010 $ 515.000
2018 $ 781.242
En algunos países de Latinoamérica como Argentina, Brasil, Colombia, México, Ecuador, Uruguay, Bolivia y Chile, el salario mínimo promedio para el 2018 será de aproximadamente de $1.032.340 (USD 355), con una inflación acumulada, a noviembre de 2017, de 5,40 por ciento.
Venezuela. Según datos publicados por la Asamblea Nacional (AN) de Venezuela, el país cerró el 2017 con una inflación de 1,369 por ciento y un salario base de $215.192 (USD 74).
Perú. No se anunció cuál será el aumento del sueldo mínimo para este año. Apenas se comienza a evaluar un incremento del salario mínimo vital (SMV), fijado en $ 727.000 (USD 250).
Paraguay. El salario mínimo legal comenzó a regir a partir de junio de 2017 y se ubica en $1.078.868 (USD 371). El salario básico en este país será renovado a mediados del 2018.
Argentina. El gobierno de Mauricio Macri determinó que la ampliación del salario básico se hará en tres partes a partir de enero y en lo corrido del primer semestre del 2018. El salario base quedó en $1.581.952 (USD 544).
Uruguay. El gobierno definió el valor del salario base en $1.253.348 (USD 431).
Ecuador. El gobierno anunció un salario mínimo de $1.137.098 (USD 391).
Brasil. Se registró uno de los más bajos aumentos en el ingreso mensual básico para los trabajadores. Para este año quedó en $945.100 (USD 325), con un aumento del 1,81 por ciento.
México. Según el gobierno, tan solo 1.000 personas en el país ganan el salario mínimo de $ 404.212 (USD 139).
Chile. Es el segundo país con el salario mínimo más alto de la región. Un trabajador puede ganarse $1.326.048 (USD 456). Se podría decir que Chile es un caso especial, en cuanto a calidad de vida y nivel económico se refiere. Allí no hay estratos sociales, el Salario Mínimo Legal es la pauta de aumento salarial, como su palabra lo dice, lo mínimo a aumentar, no se toma como norma el aumentar esa cantidad anual a un empleado, pues el trabajador recibe estímulos salariales permanentes y los empresarios son “premiados” por ofrecer esos estímulos. Por otro lado, los chilenos cuentan adicionalmente con una Asignación familiar y Maternal y un Subsidio Familiar. La Ley 20.935 del 28 de junio de 2016 reglamentó los aumentos en los ingresos familiares, con miras a mantener, por Ley, la calidad de vida de los ciudadanos del país austral. En esta Ley se establecen Salarios Mínimos legales diferenciales para la población de 18 a 65 años, como fuerza laboral. Y es que en Chile partir de los 65 años se considera la experiencia, no la fuerza física del adulto mayor y esta población es valorada como “adulto mayor sabio” y tiene un aumento anual diferente. La Asignación Familiar y Maternal tiene que ver con la cantidad de miembros que conforma la familia (el pago se hace “por carga” y aquí entran todos los hijos que viven en cada hogar y las personas en discapacidad, o que no puedan trabajar etc), y el aumento se establece por los ingresos que, como grupo, reúnen quienes laboran en cada familia.
En otros países como España, los trabajadores devengan un salario mínimo de 736 euros, aproximadamente $2.570.000. En Estados Unidos: El gobierno federal fija un salario mínimo. Pero los estados y incluso ciudades y condados pueden establecer uno superior para 2018. Si es así, el que aplica el más alto que aplica al lugar en el que se trabaja. El federal está en $ 21.083 (USD 7,25 por hora).
Según un estudio realizado por el Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, en el periodo 2014-2016 y publicado en diciembre de 2016, el 34,3 % de las mujeres asalariadas gana un SMLV, el 37,7 % gana entre uno y dos SMLV y el 18,9 % gana más de dos SMLV.
Aunque de este incremento del salario mínimo se benefician 2 millones 500 mil trabajadores, no podemos pasar en alto que a noviembre de 2017 la tasa de desempleo se ubicó en 8,4% y 22 millones 873 mil personas estaban ocupadas, de acuerdo con el más reciente informe del DANE.
Creemos que como lo afirma el Presidente de la ANDI que un incremento del salario por encima de la inflación causada el año anterior, y de la proyectada para este mismo año, debería darle a los hogares colombianos que dependen del salario mínimo un ingreso mayor, que estos a su vez destinarán a un mayor consumo de bienes e inversión y al incrementar la demanda, hay una mayor producción nacional que a su vez dinamiza la desacelerada economía.
Tampoco podemos dejar pasar por alto el salario que se nos asigno por decreto presidencial, a los congresistas desde el segundo semestre de 2017 que corresponde a $29.000.000 aproximadamente, es decir 37 veces mayor al salario mínimo, con un ajuste anual muy por encima de la tasa de aumento de dicho salario, lo cual no se compadece con la economía que tenemos. Al menos podría congelarse en ese punto y solo empezar a aumentar el mismo porcentaje de todos los empleados.Con todo, consideramos que este aumento en la asignación mensual de los colombianos no es suficiente; sería deseable que Colombia cuente con estándares al menos, como los de Chile, Uruguay y/o Ecuador, pues son economías relativamente semejantes a la nuestra. A pesar de los inmensos desafíos de la competitividad en la región, es necesario incentivar nuevos trabajos, mejores pagos para romper realmente las brechas inequidad. Mejores salarios, significa mayor capacidad de consumo y reactivación de empresas y economía en su conjunto.