Revisando las notas de prensa de la gira nacional del Ministerio del Interior por los Concejos municipales y Universidades del país, liderada por ilustres líderes liberales entre ellos el Presidente del Concejo Distrital de Bogotá Horacio José Serpa y el viceministro Luis Ernesto Gómez, podríamos pensar dos cosas: 1) que el ministro Cristo quiere promover su imagen entre los jóvenes del país a partir del impulso de líderes políticos menores de 40 años (quien sabe si lo hace teniendo en su cabeza alguna campaña suya en 2018) y 2) que el Ministerio quiere seducir a los jóvenes colombianos de a pie para que le apoyen su “Red-Forma” política, a sabiendas que su gran “revolución pacífica” podría hacer agua en el Congreso de la República.
Sí. Porque el engatuse que anda haciendo el Ministerio del Interior es precisamente ese: los señores expositores prefieren reunirse con jóvenes no organizados en lugar de estar reuniéndose (o al menos eso no ha salido en las notas de prensa) con los líderes de las expresiones organizativas juveniles del país congregadas en las Plataformas de Juventud, porque saben que son ellos, los líderes de los procesos y prácticas organizativas de las y los jóvenes de todos los territorios colombianos, quienes sí tienen verdaderas y legítimas reivindicaciones y sendas propuestas que trascienden de la precariedad política que significa bajar la mayoría de edad para votar.
¿En serio creen que fomentar la participación política de las y los jóvenes colombianos radica en permitirles a los adolescentes ser parte del instrumentalizado ritual del voto?
El pasado 31 de enero, 111 organizaciones juveniles y plataformas de juventud de múltiples territorios colombianos hicieron público un comunicado donde denunciaban la amañada elección del representante juvenil ante el Consejo Nacional de Participación Ciudadana-CNPC, comunicado que hasta el momento no ha tenido respuesta por parte ni del Ministerio, ese que anda seduciendo a jóvenes universitarios con que la tal “Red-Forma”, ni de Colombia Joven, que anda relegada a ser gregaria en la iniciativa del Viceministerio de Participación e Igualdad de Derechos.
¡Esa es la tarea señores del Ministerio del Interior, señores de Colombia Joven! ¡Hablar con el tejido juvenil actual para atender sus necesidades! ¡Aún no hemos llegado a la tierra prometida que nos señala la Ley 1622 de 2013! ¡Aún no hemos visto cuando se va a implementar la cacareada reglamentación de los Consejos Municipales de Juventud y ustedes ¿ya andan con la ventolera de que debemos votar por los adultos cuando ni siquiera sabemos que significa votar por nuestros compañeros jóvenes?
Las y los jóvenes colombianos sabemos qué significa ser excluidos de las decisiones políticas, porque entre otros desaires, las Plataformas de Juventud trabajan con las uñas, a la vera de las decisiones de alcaldes y gobernadores y de la caridad que representan los presupuestos territoriales, por ello es que las y los jóvenes colombianos sabemos muy bien que queremos en participación política y reformas:
- Queremos un viceministerio o al menos una Dirección en el Viceministerio de Participación e Igualdad de Derechos CON RECURSOS FINANCIEROS Y TECNICOS IDONEOS. #NoMásColombiaJoven
- Queremos aplicación de la metodología de presupuestos participativos para que en los Planes de Desarrollo territoriales no nos digan que debemos hacer con el dinero que pagamos con nuestros impuestos.
- Queremos que las cátedras de democracia en los Colegios y las instituciones de educación media versen sobre el Estatuto de Ciudadanía Juvenil y la Convención Iberoamericana de Derechos Juveniles para que los niños, niñas y adolescentes se apropien de sus derechos y ejerzan su ciudadanía juvenil.
Así que señores del Ministerio del Interior, basta de demagogia, existen 400 plataformas de juventud en todo el país, cuando deberían haber 1142, una por cada municipio colombiano (1122 municipios incluyendo el Distrito Capital) más las 20 plataformas locales del Distrito Capital.
¿Con tanto por hacer y nos ponen a echar globos pensando en votaciones?
¡Cojan oficio!
