El dinámico empresario antioqueño Luis Carlos Acosta tuvo la gentileza de enviarme el hermoso video que muestra la población de Jericó en el suroeste antioqueño y la hermosura de sus montañas que rodean, cual corona verde de flores, las casas de sus diligentes pobladores.
Todo este recorrido, tan bello y tan ecológico, trajo a mi memoria una visita que realicé hace aproximadamente cinco años cuando el tema de romper nuestras montañas para extraer el vil metal “estiércol del diablo” como se llama el oro, me llevó hasta esta hermosa comarca para conocer de primera mano las negras intenciones que ya venía fraguando la minera Anglo Gold Ashanti de pavorosa recordación ya que en el año de 2011, Green Peace y Wassa le atribuyeron el título de ser la corporación más irresponsable del mundo en la ceremonia Public Eye de Davos, por ser la causante de la destrucción ambiental y social al contaminar las aguas con el terrible veneno llamado arsénico, despedir irresponsable e ilegalmente a sus trabajadores y pagar verdaderos salarios de hambre.
Ya desde esa época quedé asombrado por la belleza natural de sus campos, por el agua clara y cantarina que desciende de sus montañas y por esa placidez ecológica que se respira en cada uno de sus rincones, dando la sensación que allí el tiempo se quedó dormido para, que sus sencillos y humildes pobladores disfrutaran, como en la oda “A la vida Retirada” de fray Luis de León: “Que descansada vida la del que huye del mundanal ruido, y sigue la escondida senda, por donde han ido los pocos sabios que en el mundo han sido… Vivir quiero conmigo, gozar quiero del bien que debo al cielo, a solas, sin testigo, libre de amor, de celo, de odio, de esperanzas, de recelo”.
Ahora sucede que los corruptos de esa minera Golden Ashanti Gold Mine le han puestos los ojos y quieren contra viento y marea romper el corazón sagrado de nuestras montañas, envenenar sus aguas cristalinas y profundas y convertir sus feraces y verdes valles en verdaderos desiertos donde ni siquiera la hierba vuelva a retoñar y de paso, destruyen toda su biodiversidad.
Desde estas páginas queremos decirle a esa valiente provincia del Suroeste antioqueño Jericó, que los acompañamos irreductiblemente en la defensa que han planteado de su legendario y hermoso terruño. Que estamos con ellos en las verdes y en las maduras y no permitiremos que los corruptos de la minera Golden Ashanti vayan a convertir venenosas sus aguas, destruidas sus lindas tradiciones y roto su fraternal tejido social.
Invitamos a los empresarios honestos, a los comerciantes pulcros, a los profesionales con sentido de país, a los profesores, a los estudiantes, a los trabajadores, a las amas de casa, a las madres cabeza de familia, a los pensionados a ponerse en pie de defensa de nuestras sagradas montañas y del agua que emerge de sus puras entrañas y que en este momento concreto tiene un nombre muy especial “Jericó, Si a la montaña y fuera la minería envenenadora”.
NOTA SOBRESALIENTE:
Murió en la ciudad de Bogotá el gran compañero de ideas por un mundo mejor, CARLOS ALVAREZ NUÑEZ. Se destacó como profesor de la Universidad Nacional y brillante director de cine. Expresamos en estas sentidas palabras nuestra profunda condolencia a su familia.