Con el respeto de usanza, al decir del inolvidable maestro de la Universidad Nacional de Colombia, Eduardo Umaña Luna me permito, presidente Duque hacerle una serie de recomendaciones que están íntimamente unidas con el normal y positivo avance de nuestra sociedad, que conlleva el principal desafío de construir la nueva sociedad colombiana que debe acompañar a nuestro país, más allá del siglo XXI.
La primera recomendación se refiere a la urgente e inaplazable tarea de orientar sus mayores esfuerzos y decisiones a detener la agobiante sucesión de asesinatos diarios de excombatientes guerrilleros, líderes sociales y de Derechos Humanos que aflige hasta la desesperación a la sociedad colombiana. Nuestra sociedad ha creído en los Acuerdos de Paz firmados entre el presidente Santos (representante del Estado) y la dirigencia de las Farc, en el año de 2017 y donde estamos todos, aun confiados en que usted como hombre de Paz, los ratifique sin ninguna objeción. Esta sociedad no resiste un solo líder más, asesinado.
La segunda recomendación tiene que ser la protección absoluta de nuestras fuentes de agua y por ende la protección de nuestras montañas que son los sitios sagrados donde nace y fluye el agua. No hay mayor riqueza para un pueblo o nación que tener bajos sus manos los incontables torrentes de agua cristalina para mitigar la sed de la familia, de los animales, de las plantas y de las cosechas. Esta es la verdadera riqueza de Colombia y no ninguna otra, recuerde Presidente.
La tercera recomendación es el referido al “Fracking”. No vaya a permitir Presidente por ninguna razón que lo lleven aprobar este “asesino oculto” de las comunidades. La pavorosa experiencia que vive Australia, es digna de tenerse en cuenta. Por la gravedad de “el cambio climático” no solo se incendiaron sus selvas, sus cultivos, sus fincas, sino que se incendiaron los ríos como producto del “Fracking”. Murieron millones de indefensos animales y decenas de seres humanos. Usted, no puede Presidente, condenar a su pueblo a una tragedia de estas dimensiones catastróficas.
La cuarta recomendación es: Dedíquese con sus equipos de gobierno a delinear políticas efectivas que ayuden a solventar las graves situaciones que viven nuestros ríos, reservorios de pesca, para nuestras necesitadas gentes. El respeto y la conservación del medio ambiente es requisito sine qua non, del Presidente de la república y de todas y todos los colombianos. De ejemplo en estas emergencias que vive Colombia y el mundo.
La quinta recomendación es: Recuerde Presidente que hay más de 6.000.000 de campesinos sin tierra ni medios para cultivarla. En los Acuerdos firmados el Estado quedó comprometido a entregarles seis millones de hectáreas y ayuda técnica para que la familia campesina pueda trabajar con dignidad, alimentar como se debe a sus hijos, mandarlos a estudiar en planteles educativos y ayudar hacer de esos jóvenes personas de conocimientos y formación para asumir correctamente sus obligaciones ciudadanas.
Una última recomendación sería Presidente, no le falle a Colombia. Los trabajadores, los campesinos, las comunidades afros e indígenas, los estudiantes, las amas de casa, los pensionados aman a su país.. Ellos están decididos hacer cualquier sacrificio por esta nación que los vio nacer. Le pido encarecidamente Presidente Duque no ser inferior a estas nobles y positivas aspiraciones.
NOTA LUCTUOSA. Hoy en la capilla Francisco Javier de la Universidad Javeriana se llevó a cabo una misa solemne en recordación del padre Jesuita JAVIER SANIN FONNEGRA, quien falleció a finales del año pasado. Mantuve una excelente relación de amistad con el padre Javier y cuando fue director de la Revista Javeriana, me invitó a participar en varias ediciones, gesto que agradecí con especial cariño. ¡¡¡PAZ Y HONRA A SU MEMORIA!!!