Hace un par de semanas, un magistrado del Consejo Nacional Electoral, afín al Partido de Gobierno, presentó una acusación ante el pleno de dicha corporación, por presuntos malos manejos en las finanzas de la campaña electoral de Humberto de la Calle Lombana.
“Esa gente no tiene nada mejor que hacer”, fue lo que dijo mi mamá cuando por radio escuchó esa noticia.
¿Será que en efecto los miembros y personas afines al partido de Gobierno, con posiciones de poder y capacidad de convocatoria, no tienen nada más que hacer?
¿Será que sus mejores planes consisten en convocar lánguidas marchas para revocar a alcaldes independientes como Daniel Quintero en Medellín, un día martes, en plena semana laboral, algo que ellos mismos rechazan o anunciar que el pedido de extradición de Aida Merlano se realizará al Presidente de la Asamblea Legislativa de Venezuela, que funge como Presidente de la República de dicho país y no al Jefe máximo de Policía del mismo, el Ejecutivo que reside en el Palacio de Miraflores de Caracas?
¿Será que su discurso no puede ser mejor que andar diciendo que el acuerdo de paz es “medio fallido” o que “la izquierda es siniestra”?
El fin de semana pasado, Humberto de la Calle anunció en twitter que había un dron frente a la ventana de su habitación en su residencia privada, dron que al parecer, se retiró luego que Humberto en sendos trinos, denunciara su presencia.
Esta situación, bien podría ser analizada como un hecho aislado, anecdótico, sino fuera porque todo parecer indicar que sumada a la acusación ante el Consejo Nacional Electoral, que no tiene otra intención que tender un manto de duda sobre la noble labor de Humberto en su campaña a la Presidencia de la República, se podría interpretar como una retaliación planeada, un contraataque deliberado contra el Partido Liberal Colombiano, ante el anuncio del Presidente del Senado, el senador Liberal Lidio García, de revivir las Circunscripciones Especiales de Paz, decisión que en pleno respalda esta colectividad y que de nuevo ubica al liberalismo en la orilla opuesta del Partido de Gobierno, quien ha anunciado radicar una propuesta a su imagen y semejanza sobre dichas Circunscripciones.
Ante este macondiano escenario, que se complementa con que las recientes chuzadas del Ejercito no tiene intenciones políticas, con que no hay evidencia científica que haya corrupción en el país y con que todo va bien en el departamento de Arauca, a pesar del informe de Human Rigth Watch, lo que podemos hacer es ser solidarios con aquellos a quienes las hordas uribistas quieren poner como carne de cañón y distractores de su mal gobierno.
Por ello, y ante la andanada de la derecha que es muy diestra en hacer escándalos mediáticos y el silencio de los líderes del Partido, la ciudadanía que todavía cree en Humberto de la Calle, debería pronunciarse, acompañarlo y rechazar las intimidaciones y el evidente macarterismo en que a 17 meses de Gobierno nos quiere someter la “destreza” de la derecha gobernante.
Por ello, #YoEstoyConHumberto
