Comenzó el nuevo año marcado con muchos interrogantes y dudas que preocupan a la opinión colombiana. El confuso panorama electoral que busca definir el 11 de marzo la nueva conformación del Congreso Nacional muestra, en la exagerada cantidad de candidatos, una tendencia confusa en los diferentes partidos y movimientos que han inundado el ambiente preelectoral. Como lo reza el refranero popular “hay de todo como en botica”, desde las vertientes de izquierdas hasta llegar a las posiciones mas ultra conservadoras. Da la sensación de que la famosa “operación avispa” que tanto pregonó López Michelsen, al interior del partido liberal, hoy haga su entrada triunfal a todos los movimientos y partidos, incluso de izquierda, que ven en esta compleja y confusa estrategia una tabla de oportunidad. Que ilusos son, por este camino solo lograran pulverizarse y dividirse aún más. Cuando lo más racional sería que todos los partidos o movimientos de izquierda se hubiesen unido e integraran una sola lista de candidatos de excelencia para ofrecerla, como opción verdadera de ética y compromiso con la nación. Pero no fue así y esto es una verdadera feria de egos.
Si por el lado de las aspiraciones al Congreso hay tanta tela de confusión donde cortar, qué no se dirá de la larga lista de aspirantes a la presidencia de la república. El hecho histórico que propició el Presidente Santos, al firmar la Paz con las Farc, descubrió el alma de los colombianos. Vimos los miles y miles de colombianos marchando y trabajando por la Paz, pero también sacó a la luz lo más ruin y perverso de otros colombianos donde el logro de la Paz se convirtió en la peor afrenta y dispusieron de toda su capacidad humana y política para tratar de hacer trizas los Acuerdos de Paz. Nunca se había visto en el mundo esta situación. Grupos radicalizados tratando de pulverizar los Acuerdos de Paz. Frente a estas inestabilidades políticas los colombianos observan realmente cuáles serán las mejores opciones para elegir el próximo presidente. La izquierda presenta un buen abanico de candidatos, desde los que tienen alguna experiencia administrativa como Petro, hasta los guerrilleros que han dejado en forma plausible los caminos de la lucha armada, como es el caso de Rodrigo Londoño Echeverry, conocido en el mundo guerrillero como Timochenko. Indiscutiblemente, el mejor perfil lo tiene Humberto de la Calle, Ex. vicepresidente, exembajador en Europa, y jefe del equipo que logró la Paz con las antiguas Farc EP. Brillante escritor, formó parte en su juventud de expresiones nadaistas que tanto aporte y renovación lograron de la literatura colombiana. Los colombianos tenemos en él la opción más ética y pulcra de los aspirantes a la presidencia de la república. Pero hay muchos más que en fiera rapiña tratan de ganarse el respaldo de los colombianos como Iván Duque, candidato del Centro Democrático y es el pupilo, respaldado por Álvaro Uribe Vélez, a quien todavía le faltan algunos hervores o German Vargas Lleras quien cree que con “coscorrones” y repartiendo mermelada es posible acercarse al triunfo, pero realmente está muy equivocado. También se ubica en la lista de preferencias Sergio Fajardo, quien atrae mucho voto juvenil.
De las incertidumbres que más golpean a los colombianos está la grave situación de los diálogos de Paz con el ELN. Cuando la opinión nacional esperaba que el 9 de enero se reactivara el cese del fuego y las hostilidades pactado a raíz de la visita de su Santidad el Papa Francisco, sucedió todo lo contrario. Apenas transcurrían las primeras horas de haber finalizado el Cese de fuego y ya el Eln comenzó a mostrar esa cara terrorista que tanto golpea a los colombianos y comenzaron a oírse, otra vez, los “bombazos” sobre el oleoducto que transporta el crudo petrolero desde los llanos orientales hasta Cartagena y a verse la mancha de negro petróleo invadiendo campos y ríos que abastecen de agua a las familias campesinas, que son las que terminan pagando “el pato” de estos comportamientos terroristas de la guerrilla.
Los colombianos pasamos muy rápidamente de un estado emocional de fe y esperanza en el futuro de nuestra nación, a otro muy diferente, llenos de angustia y pesadumbres que creíamos habíamos dejado atrás, hace mucho tiempo. Pareciese que el poeta Barba Jacob con su poema “Canción de la Vida Profunda”, anidara en nosotros: “Hay días en que somos tan móviles, tan móviles, como las leves briznas al viento y al azar… Y hay días en que somos tan sórdidos, tan sórdidos, como la entraña oscura, de oscuro pedernal: La noche nos sorprende, con sus profusas lamparas en rutiles monedas tasando el Bien y el Mal…”. Así somos los colombianos.
NOTA DE DOLOR. Murió en Bogotá el gran amigo y compañero de ideales Gerardo Rivas Moreno, conocido en el mundo de las letras como Gérrimo. Gran editor. Publicó la obra completa de la correspondencia del Libertador Simón Bolívar. Honra eterna a su memoria. Condolencias a su familia, en especial a su hija Alejandra y a sus hermanos Fanny y Juan.