Balance indispensable para entender la diseminación del coronavirus

Opinión Por

Mientras el Covid 19 avanza y el coma inducido de la economía planetaria se transforma en una catástrofe global que pone a prueba las organizaciones multilaterales y el orden mundial surgido en la posguerra, es posible empezar a realizar balances sobre lo ya ocurrido y acerca de lo que en Latinoamérica y en Colombia apenas empieza.

Qué hizo mal Italia?

Las autoridades sanitarias informaron a las de Lombardía de la posible irrupción de la pandemia el 23 de enero, pero los médicos familiares locales no recibieron ninguna alerta. En abril, principalmente, Lombardía y el Bergamasco, las dos zonas mayormente impactadas del Norte del país, ya luchaban con escasos resultados positivos contra el colapso de sus unidades intensivas hospitalarias y contra la explosión de la demanda de fosas en sus cementerios, incapaces de albergar a los miles de muertos expulsados sin pausa de las estructuras sanitarias sobrepasadas.

En forma muy distinta y a despecho de las indicaciones de la OMS procedieron los médicos del Veneto, quienes, por el contrario, y, haciendo caso omiso de las recomendaciones de la Organización, multiplicaron el número de exámenes, teniendo en cuenta desde un principio a los asintomáticos como fuentes de contacto y, se volvieron tempranamente, al igual que los coreanos, cazadores detectivescos de los portadores del virus para tender a gran velocidad los cercos epidemiológicos requeridos. 

No vacilaron en advertir, aun antes de poderse basar en comprobaciones  científicas precisas, que las indicaciones de la OMS estaban equivocadas acerca de los asintomáticos y que éstos  podían ser  los responsables del estallido del brote en Italia.

También los gobiernos de España, Inglaterra y Francia, inicialmente, se tomaron la amenaza a la ligera inclinándose por tratar al Covi-19 como una especie de gripe más fuerte de lo habitual, confiando en que entraría a operar “la inmunidad de rebaño” después de que un porcentaje elevado de la población resultara contagiada. 

Dentro de la misma percepción irresponsable han actuado Estados Unidos, Brasil y México al adoptar medidas de mitigación tardías, insuficientes y poco drásticas, pese a haber contado con el tiempo suficiente para evaluar en Europa el avance de la pandemia, su potencial de letalidad, y la velocidad exponencial de su contagio

El balance trágico en pérdida de vidas humanas resultante de las acciones emprendidas u omitidas por la dirigencia política de cada país lo dice todo. 

Retardos y errores de China y de la OMS

En diciembre 2019 el sistema sanitario de Wuhan detecta la epidemia de pulmonía.

Y aunque ya estaba en vigencia la alerta y la orden del presidente Xi Jinping de contener el brote las autoridades locales de la ciudad realizaron el 18 de enero un gigantesco banquete que reunió a 40.000 familias para celebrar el año nuevo lunar y batir un record. En seguida muchos presentaron fiebre y el 23 de enero el régimen declaró la cuarentena en Wuhan y luego la extendió al resto de la provincia de Hubei y a sus sesenta millones de habitantes. 

El 27 del mismo mes un periódico chino registra que sus científicos han logrado secuenciar el genoma del nuevo virus, pero las autoridades retiran la información de la WEB. China espera dos semanas cruciales entre el 26 de diciembre y el 10 de enero para poner a disposición del mundo la información acerca del genoma. 

Por su parte la OMS ignora el retardo de China para compartir la información sobre la secuencia del genoma y, en cambio, su director , felicita públicamente al gobierno por su manejo de la emergencia interna, elogia su transparencia e invita al mundo a no cortar los vuelos comerciales con China. 

Durante este mismo lapso decembrino Taiwan intenta advertir a la OMS que tiene pruebas del contagio del virus entre seres humanos

El 14 de enero el director general de la OMS hace eco al gobierno informando al mundo que de las investigaciones de las autoridades chinas no resulta que el virus sea contagioso de persona a persona. 

El 23 de enero el Comité de Emergencia de la OMS discute si declarar o no la emergencia sanitaria global

El 30 de enero la OMS declara la emergencia sanitaria, cuando ya el contagio ha alcanzado a 19 países e infestado a más de 8.000 personas

El 31 de enero una revista médica publica el reporte de un grupo de médicos de Hong Kong quienes descubren que el virus se contagia de manera exponencial. 

Los reportes chinos no se ajustan a esta evidencia. En los datos que publican no son incluidos los asintomáticos con su potencial de riesgo. Por el contrario, el reporte oficial de la OMS, influenciado por la información suministrada por Pekin, asegura que la infestación registrada en los asintomáticos es relativamente rara y no registra un mayor riesgo de transmisión

Según los datos chinos no compartidos oportunamente, de cada tres infestados al menos uno es portador silencioso, es decir que tiene el virus pero no muestra síntomas. 

La decisión de no incluir a los asintomáticos como vehículos de contagio se vuelve explosiva e influencia las primeras líneas equivocadas impartidas por la OMS que se orientan a identificar solo a las personas con los síntomas. Esta puede haber sido la causa de la extensión exponencial y masiva de los contagios en Italia, España, Francia y el Reino Unido. 

Para la OMS, un paciente es sospechoso de coronavirus únicamente si presenta fiebre y ha tenido algún contacto con alguien proveniente de la China. 

El 21 de febrero se descubren los primeros casos en Lombardía que se producen aún sin ningún contacto con la China. Pero, no se busca identificar a los asintomáticos, siguiendo los lineamientos de la OMS en el sentido de que el examen sólo debe realizarse a quienes presenten síntomas como resfriado, estornudos, fiebre y que hayan tenido alguna clase de contacto con alguien proveniente de China.

Lombardía efectuó los exámenes exclusivamente a los pacientes con síntomas. 

El 1 de marzo la OMS declara la pandemia global cuando ya el contagio ha alcanzado a 114 países. 

El 16 de marzo la revista médica Science asevera que los asintomáticos son responsables del 79% de los casos documentados de contagio y sólo entonces la OMS pasa a recomendar con énfasis realizar el test a todas las personas con síntomas o sin ellos. 

Las inconsistencias de las OMS le han servido como pretexto a Trump, responsable en primera línea de la tragedia, que en los Estados Unidos se materializa en casi 60.000 muertes, para tratar de tapar sus propios exabruptos, las pésimas decisiones adoptadas y sus arrestos de locura en la recomendación de remedios tóxicos y bloquear en plena pandemia los fondos para estadounidenses para la OMS, lo que equivale a rociar con gasolina un incendio.