De la pandemia a la recesión, a la recuperación económica I

Opinión Por

Muchos empiezan a preocuparse como reactivar la economía y recuperar el empleo perdido, pero para dar una vista a la política económica que viene para recuperar la economía colombiana post-cuarentena o post-pandemia, primero hay que entender las causas económicas de la crisis, y en estas se centrará esta primera columna, porque la política económica para la reactivación será desarrollada en la segunda parte de esta columna que saldrá en 8 días.

Antes de hablar de los efectos económicos de la pandemia del COVID primero situémonos en el contexto económico de Colombia previo a la cuarentena, el año pasado y a comienzos de este movido y enclaustrado 2020 la economía colombiana venía en una situación estable con algunas señales preocupantes como el lento incremento del desempleo y una balanza comercial cada vez mas desequilibrada, dando señales de que Colombia podía atravesar un periodo de desaceleración económica pero seguía siendo mejor que el desempeño regional.

Con el inicio de la cuarentena, Colombia le puso un freno de mano a la economía para garantizar la expansión controlada de la epidemia, y proteger la vida de nuestros compatriotas, y de nosotros mismos,  asumiendo el costo económico.

Pero ¿cómo se paga este costo?, pues al cerrar la economía y mandar la gente para las casas, los ingresos de las empresas se desplomaron vertiginosamente, pero los costos no cayeron igualmente, ahí se engendra el primer problema económico. La liquidez de las empresas fue evaporada para sostener a las mismas, y con ella el capital de trabajo de las empresas se vio reducido porque sin ingresos se tuvo que hacer uso de estos recursos para mantener a las empresas a flote.

Las empresas que se encontraban en fragilidad financiera o con indicadores de liquidez y/o solvencia en naranja pasaron a rojo y los de rojo pasaron a insostenibles, esto nos explica porque los despidos y que un grupo de empresas sin importar el tamaño se acojan a las leyes de iliquidez o de bancarrota.

Los despidos es la forma que las empresas tienen para reducir costos y gastos en un momento que no se requiere la totalidad de la planta de producción y de esta forma el desempleo crece, todo para mantener las empresas a flote, las más solidas financieramente lo logran, otras incluso con estas medidas no.

Por otro lado, la incertidumbre asociada al riesgo económico derivado de la cuarentena y la pandemia lleva a posponer las decisiones de inversión hasta que exista mayor certidumbre, porque de lo contrario invertir en una economía cerrada o que puede cerrar lleva consigo un gran riesgo de perdida.

Sumando lo anterior, existe un preferencia de liquidez de los consumidores debido a la incertidumbre que genera la pandemia y que puede originar un gasto o necesidad de efectivo por las familias para asumir gastos de salud extraordinarios, junto a las expectativas de menores ingresos por el desempleo o que las actividades independientes y/o informales no generan ingresos en una época de cuarentena, explicando la baja demanda que sumado a la postergación de la inversión, genera una contracción de la demanda agregada que nos explica la deflación vista en el dato de la inflación negativa reportado por el DANE, lo cual termina de poner máxima presión a la economía explicando la ciada y la recesión que empieza.

Es importante notar que la debilidad del consumo y la aversión a invertir no depende de la política monetaria, por eso en el corto plazo la política monetaria es tan poco efectiva para reactivar la economía, pues la decisión de postergar la inversión no depende del tipo de interés sino de las expectativas, que incluso a tasa de interés cero ninguna inversión sería rentable en una economía cerrada. Algo similar ven los consumidores que al ver menores ingresos futuros optan por privilegiar el ahorro casi indistintamente del tipo de interés.

Y he aquí el problema para la reactivación en el corto plazo, porque mientras exista la posibilidad de un rebrote que obligue al gobierno a volver a imponer una medida de cuarentena estricta las expectativas de los inversores y/o consumidores no cambian, se pueden ver atenuadas por la reapertura de la economía y el incremento de ventas a consecuencia de esta, pero no anuladas porque la posibilidad del rebrote seguirá latente.

Al mercado le toma tiempo acoplarse a un escenario de tal incertidumbre o sea bien por la aparición de la vacuna, fármacos o por inmunización colectiva, el mercado se mantendrá en una clara preferencia al ahorro sobre el gasto y por ende en una situación de crisis o de crecimiento real casi nulo, hasta que no desaparezca esta incertidumbre.

Desde el punto de vista económico este año es de la recesión como lo fue el 98, pero si es una recuperación rápida o es el inicio de una década perdida como lo fue la de los 80 dependerá de cuanto dure la incertidumbre (si hay rebrote y otra cuarentena estricta o no), de la evolución de los precios de nuestras exportaciones (petróleo), de lo acertada que sea  la política monetaria y fiscal en los meses venideros incluyendo el próximo año, pero este es tema de la próxima columna.

Economista y Magíster en Economía de la Universidad Externado de Colombia. Fue docente de la Universidad Externado, Ex-analista de deuda del Ministerio de Hacienda. Asesor y consultor en modelación macroeconómica.