¡Vuelve y juega! En un reencauche que propusieron en septiembre de 2017 algunos congresistas del partido de Gobierno, se inició la recolección de firmas para un nuevo referendo con miras a derogar la JEP y, como “novedad”, sacar del cargo a todos los Magistrados de las altas Cortes, lo que significaba revocar el Estado Social de Derecho. Con la falsa premisa de dos años atrás de “devolverle el poder constituyente al ciudadano”, se esperaba que en junio de 2018 la Registraduría convocara a los colombianos a las urnas, lo que no sucedió. Un desgaste de tiempo y recursos, que se convirtió en un show mediático.
Ahora, si bien el Centro Democrático no es el autor del mismo, mencionar que se apoyarían varios puntos de lo que se propone, le hace un gran daño a nuestra democracia y a la estabilidad política -si la hay- del país. Con esto, se sigue alimentando la polarización en la que vivimos y nos condena a seguir estancados en un debate que ya está superado.
No se entiende como muchos miembros de esta colectividad en diferentes intervenciones han dicho que están comprometidos con la implementación del Acuerdo e incluso, y aún así continúan avalando ideas extremas e irracionales que demuestran una única cosa: continuar viendo el retrovisor. Da la impresión que no se han percatado que ya no son una bancada de oposición sino gubernamental, que debe procurar la garantía de los derechos de toda la ciudadanía, no sólo de sus simpatizantes.
Igualmente pareciera que con esto buscan que el país no aborde temas críticos que, gracias al acuerdo de paz, están en el pensamiento de todos los colombianos. Sólo un ejemplo es la situación económica, que con el marco fiscal de mediano plazo presentado por el Ministerio de Hacienda esperan un crecimiento del 3.6%, pero que para el BNP Paribas será del 3% y la baja en la calificación para inversión por parte de calificadoras como Moody’s. Este panorama plantea que será necesaria una nueva reforma tributaria, contrario a lo que piensa el Gobierno.
Con base en lo expuesto hago un llamado urgente a la objetividad y a la sensatez. El proceso de paz con las FARC es un hecho, la JEP es una realidad y están para quedarse. Atacarlos no debe ser la estrategia a seguir, todo lo contrario, debe garantizarse su implementación. Con esto, los temas que afectan el día a día de los colombianos estarán en la agenda nacional.