Ya se dio a conocer el pliego de peticiones con el que se convoca a Paro Nacional Universitario para el próximo 10 de octubre, por parte de la Unión de Estudiantes de Educación Superior-UNEES, que es el nuevo proceso de organización estudiantil luego de que hace 5 años se cerrara el mítico periodo de la Mesa Amplia Nacional Estudiantil- MANE (si quiere conocerlo, siga el siguiente vinculo: https://www.elespectador.com/noticias/educacion/las-10-exigencias-de-los-estudiantes-de-educacion-superior-radicadas-ante-el-gobierno-articulo-815718).
De los 10 puntos del pliego presentado a medios de comunicación, los puntos 1, 2, 3 y 5 son puntos que se relacionan de manera directa con el punto 1 (Financiación) del Programa Mínimo del Movimiento Estudiantil Colombiano elaborado en el I Encuentro Plenario de la MANE realizado los días 20 y 21 de agosto de 2011 en la Universidad Distrital en la ciudad de Bogotá.
Los demás seis puntos, poco o nada tienen que ver con el Programa Mínimo (¿adanismo?) y más bien tocan elementos variados que inciden de manera directa o indirecta al quehacer universitario.
El punto 4, pide recursos para Colciencias, pero no respalda su reestructuración como Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, que es el debate actual sobre dicha entidad, además del estructural problema de la financiación.
El punto 6 habla sobre la manera en que se está desarrollando la implementación del Sistema Nacional de Educación Terciaria-SNET, y pide conformar una mesa para construir un Sistema Nacional de Educación Superior, pero no se enuncia la razón de su rechazo.
El punto 7 exige la derogación del nuevo modelo de financiación de la educación superior que dirigirá el ICETEX, sin que este aún entre en implementación como para saber si definitivamente es malo (este modelo contempla que el 50% de los cupos universitarios a financiar deben ser de Universidades Públicas).
El punto 8 exige la derogación de la resolución que “obliga” a las licenciaturas al proceso de acreditación de alta calidad.
El punto 9 exige la derogación de la ley que establece el nuevo sistema de aseguramiento de la calidad de la Educación Superior y del decreto que lo reglamentó, junto con la nueva reglamentación sobre el proceso de registro calificado y el proceso de acreditación, decreto que dicho sea de paso entra a regir a partir de 2019.
Finalmente el punto 10 exige garantías para la movilización y el no ingreso del ESMAD a los campus universitarios.
Que cinco de los seis puntos del pliego que no exigen soluciones directas al gravísimo problema de la financiación de la educación superior pública (el punto del ESMAD es una verdadera carta al Niño Dios) y que en últimas constituyen un rechazo al modelo de subsidio a la demanda y no a la oferta que es lo que debiera primar en un país dónde el servicio público de educación se convierte en un servicio costoso para tres cuartas partes de la población, es señal clara que si bien el movimiento estudiantil sigue guerreándosela por el presupuesto, a veces pierde el norte al confundir luchas de corto plazo con reivindicaciones de mediano plazo.
A la MANE se le criticó porque en su momento levantó el Paro Nacional Universitario que fue convocado precisamente para tumbar la fallida propuesta Reforma Universitaria que planteaba el Gobierno Santos, pero ¿será capaz esta generación estudiantil de concretar un único o a lo sumo dos objetivos para levantar el Paro de Octubre?
Yo espero que sí.
Espero que sean sensatos y que a finales de noviembre, el Senado y la Cámara de Representantes consideren el aumento en el Presupuesto General de la Nación de al menos un billón de pesos más para el Sistema Universitario Estatal.
Estudiantes, lo importante ahora es que haya recursos para finalizar el año y empezar el próximo, luego seguiremos debatiendo acerca de si es bueno o no el modelo de subsidio a la oferta, versus el subsidio a la demanda y encontraremos la forma de resolver ese lío, así sea contemplando la posibilidad que ambos coexistan de manera pacifica.