Espaldarazo a la Paz y la Reconciliación

Opinión Por

En los últimos días la mayoría de los colombianos y especialmente la comunidad católica vivimos unas sensaciones muy impactantes con la visita del Papa Francisco, supremo pastor de la Iglesia Católica, además el primer Pontífice latinoamericano y un prelado que vivió el periodo de las dictaduras militares de los años setentas y ochentas en su natal Argentina, con los treinta mil detenidos desaparecidos, entre otras masivas violaciones a los derechos humanos y al DIH. Esta es una de las razones de la sensibilidad del Papa Francisco con las víctimas.

El Papa Francisco ha sido desde siempre y no lo ha ocultado, un partidario del proceso de terminación concertada del conflicto armado colombiano –no como piensan algunos que es una  persona manipulada- y por ello directamente y a través de miembros destacados de la Iglesia Católica ha animado al Gobierno del Presidente Santos y a las insurgencia colombianas a persistir en la búsqueda de esos acuerdos y consciente que la búsqueda de la paz implica poder compatibilizar verdad, justicia, paz, reparación de las víctimas y reconciliación.  Una de sus primeras frases fue justamente: «vine hasta aquí para decirles que no están solos. Que somos muchos los que queremos acompañarlos«. Él siempre supo que seguramente los acuerdos que se lograran nunca serían perfectos, porque son obras humanas, pero lo importante es que permiran cerrar ciclos de violencia en los cuales sale a flote lo peor de la naturaleza humana y siempre ha llamado a persistir en su búsqueda con afirmaciones como,  «la búsqueda de la paz es una tarea que no da tregua»

Por eso el Papa Francisco en su visita pastoral a nuestro país ha puesto un gran énfasis en tres aspectos, la protección del medio ambiente, el problema de la desigualdad social –clama “y por favor les pido que escuchen a los pobres, a los que sufren. Mírenlos a los ojos y déjense interrogar en todo momento por sus rostros surcados de dolor y sus manos suplicantes”- y la reconciliación entre los colombianos. Y esto lo ha reiterado en varias de sus intervenciones, cuando dijo: «Todo esfuerzo de paz sin un compromiso sincero de reconciliación siempre será un fracaso«, nos estaba diciendo, han recorrido una parte importante del camino de la superación de la violencia con los acuerdos de paz, pero eso se puede quedar como una tarea inconclusa si no logran la reconciliación entre los colombianos. Y clamó con la parábola de la barca, deben «juntarse todos en la barca«, llamando a nuestra reconciliación como sociedad, lo que por supuesto no significa desconocer las diferencias que son inherentes a las sociedades humanas. Y remata esta extraordinaria exhortación a la convivencia con su frase, «la reconciliación se consolida con el aporte de todos, permite construir el futuro y hace crecer la esperanza«. Y llama a buscar la verdad como un importante componente de la reconciliación, pero siendo enfático en decir que «la verdad no debe recurrir a la venganza sino a la reconciliación«.

Ojalá los católicos y todos los colombianos lo escuchemos y lo pongamos en práctica. Para que el Papa Francisco no haya arado en el desierto, como decía alguno de los evangelios.

Cuanto más difícil es el camino que conduce a la paz y al entendimiento, más empeño hemos de poner en reconocer al otro, en sanar las heridas y construir puentes, en estrechar lazos y ayudarnos mutuamente.”

 

Doctor en Ciencias Políticas, de la Universite Catholique De Louvain, y Magister en Política Social de la Universidad Externado de Colombia. Es autor de múltiples investigaciones y actualmente Profesor asociado de la Universidad Nacional.