Esta narrativa tiene a bien reflexionar al modelo democrático estadounidense visto mesiánicamente como un modelo ejemplar para el mundo. Alexis de Tocqueville a raíz de su visita a los Estados Unidos se sorprendió de la democracia (1835-1840) vista desde la práctica de los estadounidenses y lo cual advirtió como un modelo a seguir. Más tarde gran parte de los países periféricos o del sur del continente la adoptaron como una calcamonía en sus modelos democráticos.
Haciendo historia, Estados Unidos es una cultura con un tipo de self germinado por sus primeras generaciones en el destino manifiesto. El destino manifiesto es un modo de self cultural que es asociado para representar un tipo de imagen subjetiva y creerse seres elegidos por divinidad, en palabras sencillas, es una imaginación mesiánica, salvadora para las otras culturas; entonces pareciera que el sentido democrático de la extrema derecha estadounidense marco ya en su historia un día jueves 6 de enero 2021 para ser recordado en la memoria de sus compatriotas, y al mundo que nada dura para siempre. Siendo así, los hechos anti democráticos ya son pólvora derramada para el campo del análisis (neo) democrático.
Resaltar que los Estados Unidos después de la guerra fría-1947 aproximadamente hasta la disolución de la Unión Soviética en 1991, fue catalogada como un modelo estructurante ganador, y que debería ser seguido por otros gobiernos- capitalismo vs socialismo. Fukuyama, el economista político ahora arrepentido alardeo en su momento el triunfo de los Estados Unidos como modelo único, y sistema a seguir, en lo político, económico, democrático. Los hechos recientes demostrarían lo contario, un modelo que dejo ver nítidamente el que hay detrás de su cortina, cansancio y debilidades, mostradas por las prácticas de la extrema derecha sin reparo alguno. La democracia resbaladiza de los Estados Unidos por largos tiempos se la constituyo como un paradigma estructurado, estructurante estructurador, y que es seguido por muchos países periféricos, lo que hace peligrar, y deja como posibilidad de que la experiencia ocurrida sea ampliada y puestas en ampliación por agentes políticos, instituciones y organizaciones que convergen con este tipo de acciones y posturas en América Latina.
Por ello, si tomamos los puntos básicos de la democracia, como la participación, el reconocimiento de los agentes, la libre competencia, y el respeto a un debido proceso son pilares consensuados que los países con una democracia joven como la del sur del continente debemos de cuidar, asegurar y garantizar. Lo que queremos decir es que no se puede pensar un modo de democracia participativa, respetuosa y tolerable al voto electoral, venga de donde venga o campo cultural que se practique, la obstrucción de los procesos electorales envolviendo a la democracia no se puede tolerar. Por eso, es importante resaltar lo que significa obstrucción democrática. La ruptura del proceso democrático estadounidense es un hecho que le quita la corona al modelo democrático mesiánico, que fue dibujado y puesto como ejemplo-tipo a los pueblos Latinoamericanos. Entonces, la caída de la máscara del modelo democrático mencionado dejaría en la consciente duda como modelo a seguir o de ser fiable si de dar concejo se trate para otros pueblos. En este sentido no sería fiable, o fiables si es que un día lo fueron los modos racionalizados en el odio, el racismo social y cultural.
Claro está que América Latina debe seguir fortaleciendo sus propios modos de ver la democracia y practicarla de acuerdo a sus campos culturales sería lo correcto en este presente, claro sin desmerecer los avances de las características de la democracia exógena posibles en poder reflexionarlos y aplicarlos como así lo han venido haciendo los diferentes gobiernos de turno.
En consecuencia, La democracia de los Estados Unidos sería interpretada como una cachetada a su propia escuela de fabricar golpes, desestabilizar democracias, crear crisis internas incluidos sabotajes burocráticos políticos sociales y económicos. Las acciones de la extrema derecha solas dieron un duro golpe a la soberbia de la cultura de insiders pensantes y ejecutores de la democracia descrita como ejemplar. La interrupción de la democracia sería el karma que regresa a los mismos actores que la fabrican.
Concluyendo, el país que siembra odio, odio cosecha, sociedad que diga de esa agua no he de beber, culmina bebiéndola toda, y bien incluso hasta la última gota. Lo sucedido en Estados Unidos es para el mundo repensar que la democracia del mismo capitalista es dudosa y falas. La derecha no es democracia. La derecha y extrema derecha internacional y sus agentes no aseguran nada a otras democracias. Estamos en un año 2021 donde las elecciones están a las puertas de algunos países. Vamos a ser optimistas que será mejor si somos insiders responsables y solidarios con nuestra comunidad.