En medio de la grave crisis ética y moral que vive nuestro país, es conducente preguntarnos cual es el camino que nos puede conducir por los senderos de la construcción de una ciudadanía plena, activa y militante que nos permita llegar a una democracia, de nuevo tipo, donde efectivamente el poder radique en grupos amplios de ciudadanos activos, identificados con las mejores practicas sociales donde el poder radique en ellos y no en los políticos que tanto daño han hecho a nuestra sociedad, con algunas honrosas excepciones.
Sintiendo esta necesidad vital para nuestra sociedad la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) le concedió a la profesora Adela Cortina, quien es toda una institución de la ética en el mundo, el doctorado Honoris Causa. Nosotros como egresados del alma mater respaldamos este urgente reconocimiento que permitirá, aun más, enrumbar nuestra sociedad por los caminos inaplazables del estudio y la enseñanza de la ética.
En un interesante reportaje que publicó el diario El Tiempo, en su edición escrita el domingo 29 de septiembre del año en curso, la profesora Adela Cortina fue clara al decir que: “Ninguna sociedad puede funcionar si sus miembros NO mantienen una actitud ética, así como ningún país puede salir de las crisis qué se le presentan si las CONDUCTAS ANTIÉTICAS de sus ciudadanos y políticos proliferan con total impunidad”.
Estas palabras tienen un destino conocido y directo: Colombia. Los políticos nuestros (con algunas honrosas excepciones) han enlodado hasta la saciedad las normas que les obliga la ética. Basta no más escuchar nuestras noticias diarias que son una interminable letanía de lesiones graves a la ética y al correcto comportamiento. Los casos superconocidos de Odebrecht, Reficar y otros muchos, agotan nuestra paciencia y nos enseñan lo corrupto de nuestras élites políticas. Y eso que no tocamos puntos tan sensibles en esta temporada de elecciones, como son la compra de votos, el trasteo de votantes de unas poblaciones a otras o en las mismas ciudades, de unas localidades a otras.
También quedan cubiertas con un manto de duda las famosas contribuciones de “Empresas conocidas: Postobón, Bavaria, Organización Luis Carlos Sarmiento Angulo, Incauca, Banco Davivienda, Ingenio Providencia, Cine Colombia, RCN, y Seguros Bolívar quienes apoyaron a los partidos tradicionales. Centro Democrático, la U, y la Alianza Verde”, según investigaciones adelantadas por Transparencia por Colombia y ONU Mujeres y publicadas en el diario “El Espectador” este domingo, bajo el título de “Cuales son las empresas que más contribuyen a los partidos políticos”.
La profesora Adela Cortina es categórica cuando afirma: “La ética es un asunto cada vez más actual, hoy en día hay mas gente interesada en que se hable del tema y que nos la tomemos en serio, porque se han dado cuenta de que la ética es una necesidad social vital. Lo que se necesita es que se ponga en práctica, que se actúe éticamente”.
Aquí está abierto el debate. O los corruptos recibirán su lección sancionatoria ejemplarizante en las próximas elecciones o ellos terminarán consolidando sus poderes mafiosos, corrompidos y tomándose los dineros del pueblo para satisfacer sus necesidades más bajas. Si eso viniese a ser así, nos tocaría decir a los demócratas: “Apague y vámonos”.
Estoy convencido que debemos tomar medidas duras y ejemplarizantes contra la corrupción. A la Honorable Corte Suprema de Justicia le corresponde la honrosa tarea de limpiar nuestras instituciones de tanta maldad y corrupción. Si así lo hace y si así actúa, dentro de los parámetros éticos, debe estar segura que cuenta con el respaldo inmenso de la sociedad colombiana.