LAS ARMAS FUERA DE LA POLÍTICA

Opinión Por

Recuerdo que en las discusiones ideológicas que dábamos en la Universidad Nacional de Colombia  en  los años 60,  Francisco Mosquera Sánchez, fundador y director del MOIR,  mejor conocido como Pacho Mosquera,  era profundo defensor de la idea política de:  Ganar la organización de los sectores obreros y en su interior gestar el Partido  Político de la Revolución Colombiana,  para que este dirigiera el proceso  revolucionario. No transaba Pacho con  nuestros planteamientos juveniles que priorizaban la idea del foco guerrillero, premisa sustentada y defendida por Regis Debray, el amigo francés del  Che Guevara y Fidel  quien sostenía:  Si en un país están  dadas las condiciones objetivas para el triunfo revolucionario,  un grupo de luchadores decididos, con las armas en la mano, podía hacer madurar rápidamente las condiciones subjetivas inherentes a la organización y dirección del proceso, para llevar  las masas  campesinas y obreras al combate y hacer triunfar la Revolución.

No pudimos ponernos de acuerdo y en el año de 1966.Después de la dolorosa muerte de Camilo Torres Restrepo, en Patio Cemento, Santander, acompañe a Pacho, por última vez,  hasta Medellín, donde me mostró el trabajo con sectores de obreros antioqueños  que venía realizando con la perspectiva  de  organizar el Partido.  Antes de subirme al bus de la  flota Magdalena que debía  traerme de nuevo a Bogotá y  con el ánimo de cerrar la  discusión, le recordé la sentencia maoísta: “El poder nace del fusil” y el con la calma y la ponderación   que lo acompañaba, me respondió: “Si Tigre, pero el fusil debe ser orientado por el Partido”. Me despedí con un abrazo, con la seguridad  de que no volveríamos a encontrarnos. Pacho murió unos años después en Bogotá y por encontrarme fuera del país, no pude asistir  a su despedida final. Aun así, lo recuerdo con mucho cariño y especial respeto.

Esta  anécdota la he recordado y reflexionado en distintos  momentos de mi vida,  en estos días  de manera especial al conocer que las Farc han hecho dejación de un 60% de sus armas de combate en la zona veredal de Transición ubicada en la Elvira, departamento del Cauca.  El proceso no se detiene allí, para el día 20 de junio se tiene previsto la dejación del 40% restante con el que se cumple el 100% del armamento dejado en manos de la misión de la ONU, que ha cumplido tan meritorio  esfuerzo en beneficio de la sociedad colombiana. Jean Arnault, jefe de la misión manifestó desde el sitio de los acontecimientos: “Hay voluntad de las partes para  sacar el proceso de Paz adelante. El Acuerdo creó muchas expectativas que se están cumpliendo. La política sin armas es el mejor símbolo”.

Como garantes internacionales de esta dejación de armas,  firmada por las Farc en los Acuerdos de La Habana, se hicieron presentes los Ex. Presidentes de España y Uruguay, Felipe González y José “Pepe” Mujica, respectivamente, reconocidos líderes mundiales, quienes desde los inicios de los diálogos entre el Presidente Santos y  las Farc,  han estado acompañando el proceso de Paz y dando ánimos para que llegue a puerto seguro.  Pepe Mujica manifestó: “Colombia  es un laboratorio de la historia y  no podemos dejarlo fracasar. No se puede vivir en  eterna desconfianza”. Felipe González por su lado, anotó: “Si este proceso no se consolida, una democracia próspera para Colombia no se puede cumplir”.

En este importante y significativo acontecimiento que marca los inicios definitivos de la Paz estable y duradera,  también estuvo el Senador y Copresidente   de la Comisión de Paz del Senado de la republica Horacio Serpa, quien ratifico con sus palabras la esperanza real y concreta de los colombianos, iniciaremos la construcción de un verdadero Estado social de derecho y de justicia como lo ordena la Constitución política de 1.991.

El jefe guerrillero Pablo Catatumbo reiteró: La dejación de las armas es un compromiso de las Farc y la confrontación  armada ya pertenece al pasado. Ratificó el compromiso de que ellos, no le van a fallar al país, y pidió que el gobierno nacional cumpla los compromisos adquiridos en los Acuerdos de Paz.

En esta forma vamos  dejando atrás y para siempre  la guerra fratricida, que durante más de 50 años hirió casi de muerte el alma buena y generosa de Colombia. Cuantos amigos de esa época dorada de la Universidad murieron creyendo  en esta forma de lucha inútil, pensando que “El poder nace del fusil”; proposición ilusa y engañosa. La historia ha reiterado en su devenir que el poder nace de la organización y lucha política,  comprensión que hemos venido corroborando unos y otros en el largo proceso del cuestionamiento de la lucha armada, unos más temprano y otros más tarde, comprensión ya asimilada por las Farc, que le permite hoy caminar hacia la construcción del Partido que dirija su accionar político.  ¡Cuánta razón tenía Pacho Mosquera, como serian de diferentes las cosas si le hubiéramos escuchado!  ¡Pacho, compañero…Duerme tranquilo en la tumba,  ya ganaste la inmortalidad en el proceso con la profundidad de tu convicción política!

NOTA ECOLOGICA. La Presidenta del Círculo de Periodistas del Norte de Santander, Doctora Alix Marina Ojeda, presentó en el “Once Salón del Agua 2017” de Cúcuta, el poema “Animae Aquae” en mármol,   del reconocido bardo ocañero Adolfo Milanés, como un aporte a la construcción de una cultura ecológica en las jóvenes generaciones Norte santandereanas. La obra está expuesta en la Biblioteca Pública “Julio Pérez Ferrero”, de esta ciudad, hasta el 25 de julio del año en curso.  Expresamos nuestras más sentidas Felicitaciones, a la destacada profesional.

ANIMAE AQUAE: Sobre el lecho arenoso/de las fuentes exhaustas/rezo, ¡quien lo creyera, ¡/por el alma del  agua./Las fuentes se durmieron/rumorosas  y mansas/¿Qué sentirán los cantaros/por las fuentes exhaustas?/En mi espíritu enfermo/una tristeza canta/¿Qué soñaran los musgos/por las fuentes exhaustas?/…y en mi interior/una tristeza llora y canta,/una tristeza ingenua./¿Será el alma del agua?/ Adolfo Milanés.

Presidente del Comité Permanente de defensa de los DD.HH. Fue Embajador de Colombia en Europa. Trabajó en el Programa de Paz de la Universidad Pedagógica de Colombia, y es un reconocido defensor de Derechos Humanos.