Desde hace algunos años y gracias a la crisis del bipartidismo del Frente Nacional, la que se ha llamado “militancia liberal”, ya casi no está representada en el Partido Liberal Colombiano.
La aparición de partidos y movimientos políticos creados a partir de las bases liberales declaradas en disenso frente a las decisiones de las directivas nacionales del Partido Liberal, especialmente en los últimos 25 años, respalda la lapidaria frase de que “En Colombia, hay más liberales que Partido Liberal”.
A este proceso, algunos magistralmente le han denominado la “división creadora”. Desde Gaitán hasta Galán, pasando por López Michelsen, la discrepancia entre bases liberales y dirigencia partidista liberal es un sino particular de la política colombiana.
Sin pretender ahondar en procesos históricos, sólo se puede decir que ayer como hoy, la queja desde algunos sectores militantes y simpatizantes frente al Liberalismo es constante: las directivas nacionales y territoriales del Partido no han sabido (ni han querido), por una parte, interpretar las intenciones de la basta y variada militancia, reduciendo en los territorios las magnas casas del trapo rojo a sencillas casas del bombillo rojo que se activan para distribuir avales a diestra y siniestra en periodo electoral, y por la otra, conquistar a las nuevas ciudadanías urbanas y rurales para involucrarlas en las tomas de decisiones internas y apoyar su voz cuando aquellas se alzan contra los embates de la oscuridad que aún vive en nuestra sociedad colombiana.
Por eso se fue Luis Ernesto con sus tenis a conformar Activistas, por eso se fue Cristo con su gente a conformar En Marcha, por eso se fue Quintero Calle con su tenacidad a conformar Independientes.
En Girardot, me dicen que si soy liberal, a la Alcaldía debo votar por Néstor Iván Paredes, quien en 2015 aspiró a la Asamblea Departamental de Cundinamarca con el número 66 en la lista del Partido Alianza Social Independiente-ASI, y quien según el escrutinio municipal presentado en el formato E-26 disponible en la página web de la Registraduría Nacional, obtuvo 51 votos en el municipio, aun cuando en el mismo formato aparece como “retirado”.
Néstor Iván, quien orgullosamente en sus intervenciones públicas dice ser parte del equipo político del Representante Liberal por Cundinamarca, quien es Presidente del Directorio Liberal del Departamento, junto con Diego Mauricio Hernández eran los dos precandidatos por el Partido Liberal a la Alcaldía de Girardot, hasta que al renunciar Diego, (de cuya renuncia ya me referí con anterioridad en una columna: https://olapolitica.com/opinion/y-los-votos-no-fueron-suficientes/), quedó como el único aspirante, otorgándosele el aval anhelado.
¿Deben los simpatizantes que votaron por Diego Hernández el año pasado, apoyar al Representante Liberal, quien debió tener alguna injerencia para otorgarle el aval para la Alcaldía a alguien de su propio equipo?
¿Debemos las bases liberales que hicimos campaña por Diego Hernández, votar por el candidato que dijo Cesar Gaviria?
¿Dónde queda el libre examen que caracteriza al liberal político colombiano?
En redes sociales se ha visto el respaldo de Diego Mauricio Hernández a la campaña de José Francisco Lozano, líder político que por segunda ocasión se candidatiza a la Alcaldía de Girardot, esta vez, liderando una coalición respaldada por 30 mil girardoteñas y girardoteños que a través de su firma, le dieron el respaldo a su programa de gobierno.
A esas 30 mil firmas, se sumaron el aval del partido ASI y del Centro Democrático, por lo que algunos furibundos dicen que votar por Lozano es votar por el que dijo Uribe, demostrando así su ignorancia supina y su miopía al no darle el crédito a las 30 mil firmas recolectadas.
Frente a eso, creo que el papel que debemos tener quienes hace un año acompañamos a Diego Mauricio en su titánica gesta por llegar a la Cámara de Representantes es acompañarlo de nuevo, esta vez respaldando a Francisco Lozano.
Creo firmemente que acompañar la campaña de Francisco Lozano desde nuestra condición de liberales de base, sea o no de militancia, significa respaldar un plan de Gobierno que busca cuidar y proteger a los girardoteños, fomentando sus derechos, que busca que Girardot sea un modelo de Administración Pública, que busca a través del dialogo, la construcción de acuerdos para un buen vivir.
Ser liberal y no usar el libre examen, son contradicciones hasta biológicas.
Por eso, si usted es liberal en Girardot, lo invito a que vote por lo sano.