Mejico esperanza social

Opinión Por

La llegada a la Presidencia de Méjico de Andrés Manuel López Obrador, conocido popularmente como AMLO, trajo un aire de renovación y esperanza, como hace muchos años no se veía, ni se sentía, en América Latina. De verdad, gobiernos de derecha y de extrema derecha como el de Bolsonaro en Brasil, son los que están tomando la dirección estratégica de nuestros países. Esto aumenta la preocupación de amplios sectores poblaciones por la perdida de sus logros sociales y el avance de medidas neoliberales con las que se anuncian los nuevos gobiernos.

El nuevo presidente AMLO, es un curtido luchador por las causas más auténticas y genuinas del pueblo mejicano. Nacido en el municipio de Macuspana en el Estado de Tabasco, que tiene fuertes raíces de los indígenas mayas, desde muy joven manifestó marcada tendencia de preocupación social, incrementada cuando sus padres se trasladaron a Palenque, en el vecino Estado de Chiapas. Allí nació la idea de estudiar Ciencias Políticas, en la emblemática Universidad Nacional Autónoma de Méjico- UNAM – que le dio toda la formación académica necesaria para enfrentar los desafíos futuros.

Su mayor deseo y aspiración es lograr una profunda y verdadera transformación en la vida de los millones de mejicanos humildes, para quienes el Estado no ha tenido la vocación de ayudar, en la medida de sus grandes deficiencias y necesidades.  Su mayor compromiso es acabar con la corrupción y los dineros del Estado recuperados en esta lucha, serán distribuidos en la solución a las ingentes necesidades sociales presentes, a todo lo largo y ancho de la geografía mejicana, que son muchas.

Fue miembro del Partido Revolucionario Institucionalizado -PRI-. En el año de 1988 lo abandona, consciente del grave deterioro ético que sufría el Partido Revolucionario. Se une al Frente Democrático Nacional donde milita con su compañero de ideas y lucha Cuauhtémoc Cárdenas, hijo del emblemático y revolucionario presidente de Méjico, del mismo nombre.

En el año de 2006 se lanza a la primera campaña presidencial que ganó Felipe Calderón del Partido Acción Nacional -PAN – y que perdió la presidencia de Méjico por solo 0.58% de los votos. Seis años después intenta nuevamente llegar a la Presidencia y pierde, en esta oportunidad, contra el candidato Enrique Peña Nieto, quien hace un gobierno tan caótico y corrupto que le posibilita, por fin, un triunfo amplio y generoso a la Presidencia, que se dio en este año de 2018.

Al frente de su partido y abanderando el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) supo conducir a los amplios sectores populares mejicanos al triunfo, bajo sus propuestas: La fundamental es la lucha contra la corrupción. Ha dicho que mientras persista el robo descarado al presupuesto del Estado, será imposible avanzar. Este es su principal desafío y espera liberar estos recursos para el desarrollo y bienestar de la población mas necesitada.

No menos importante es garantizar la seguridad y combatir el secuestro, la extorsión y el crimen organizado. Méjico en estos momentos tiene los índices más elevados de violencia y el presidente AMLO, se ha comprometido a bajar esta criminalidad. Los Derechos Humanos son una prioridad en su agenda de trabajo y destinara los recursos humanos y presupuestales necesarios para fortalecer una política de reconocimiento y protección en esta materia.

El presidente AMLO se opone a la entrega del territorio mejicano a empresas mineras que devastan el territorio, generan pobreza, eluden los impuestos y deterioran en forma grave el medio Ambiente. Pondrá fin a la privatización de Pemex, la industria eléctrica y del patrimonio cultural. No permitirá el uso de semillas transgénicas en la agricultura y es enfático en prohibir el “fracking” en la explotación petrolera.

Se compromete a una educación gratuita, laica y de calidad a todos los niveles, así como a un servicio de salud universal gratuito y de la mejor calidad. Ofrece vivienda digna gratis y de adecuado tamaño, agua potable, drenaje y energía eléctrica para las familias de escasos recursos económicos.

Ha dicho que la falta de voluntad política para cumplir la ley es la causa fundamental para la debacle social que padece Méjico. De ahora en adelante, Méjico va a tener el presidente que por tantos años reclamó.

Solo nos resta decirle: ¡Buen viento y buena mar, Presidente López Obrador!

Presidente del Comité Permanente de defensa de los DD.HH. Fue Embajador de Colombia en Europa. Trabajó en el Programa de Paz de la Universidad Pedagógica de Colombia, y es un reconocido defensor de Derechos Humanos.