La Plataforma de Coordinación para Refugiados y Migrantes de Venezuela y el mundo (5/1/2021) describen una salida de 5.44.611 millones de migrantes venezolanos a otros países vecinos. Países como Colombia registran un paso migracional de 770.246 (31/10/2020); El Perú 477.060 (3/8/2020); Brasil 145.462 (3/10(2020); Ecuador 178.246 (19/8/2020); Chile 472. 827(30/6/202). El objetivo de la columna de hoy es reflexionar sobre migraciones, xenofobia y la militarización de las fronteras.
LOS ESTEREOTIPOS PRETENDEN DECIR LA VERDAD DE ALGO QUE NO CONOCEN
Los Estados-Nación serían desde la modernidad el auge de la modificación de los Estados y las culturas por medio de la soberanía, los nacionalismos. La dilución de fronteras sumadas a las diferencias sociales apunta para una nueva estructura donde el individuo tiene que adaptarse y desde ahí se crían nuevas territorialidades. Se debe rechazar el preconcepto geográfico, y la carga de juicios de valor basados en el racismo de origen, como el de forma. De entre más de 629 millones de Latinoamericanos se podría pensar en lo siguiente. Todo migrante que sale de su Estado e ingresa a otro Estado debe saber que ya no está en su cultura, o en su lugar de origen. Ninguna cultura es mejor o superior a la otra, las normas y reglas deben ser conocidas y cumplidas, y así poder pedir cuidado y respeto. Hay que tener empatía con el pueblo que los acoge, porque nada cuesta. El migrante debe saber que en casa ajena el respeto no se gana delinquiendo o mucho menos siendo arrogante, al respeto y el cuidado se lo gana, se construye con mucho esfuerzo y dedicación.
Convergemos en rechazar todos los actos como disturbios u otras acciones sean de migrantes o nacionales que se aprovechan del caos que se vive, para fines delictivos. Divergimos sobre el hecho de que no todo emigrante debe ser visto como un delincuente, independiente de su lugar de origen. Dilucidando a Augusto Monterroso y su poema de ficción» cuando desperté el dinosaurio aún estaba ahí » nos incita describir que la delincuencia convencional y no convencional en las últimas tres décadas en las periferias ya eran titulares en los medios de comunicación, como el narcotráfico; tráfico de personas; violencia, corrupción; el sicariato y la extorción son atributos que al final son hechos que se suman a la xenofobia contra el extranjero.
El Grupo de Lima el 8 de agosto del 2017 se reunían en definir estrategias para derrocar a Maduro, y se presentaban como amigos y salvadores de los migrantes. Preguntamos, estos gobiernos pensaron en cómo iban a lidiar con la migración que ostentaban acoger y apoyar. Claramente notamos que fácil es meter leña al fuego. Hoy el Grupo de Lima vive cada quien en su cuadrado sin saber que hacer. ¿Sería momento de sentarse a conversar ya no con Guaidó, si no con Maduro y definir respuesta y soluciones para el tema migraciones?; ¿La Doctrina Monroe, el Consenso de Washington 1989, las dudas con el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, la falencia del Libre comercio, los sucesivos bloques económicos y la fragilización de los Estados nacionales serían, hoy, los responsables por la pobreza y la desigualdad en América Latina junto a las múltiples expresiones de la cuestión social?
MILITARIZACIÓN DE FRONTERAS, SOLUCIÓN Y INCERTEZAS
Las urgencias del Covid-19 y la segunda ola iniciaron con acciones de los Estados cerrando sus fronteras y militarizándolas aún más con el pretexto de evitar el contagio, y la falta de recursos de los gobiernos. El Perú militarizo su frontera el 21 de enero del 2021. Colombia también ya lo viene haciendo entre sus fronteras con Ecuador y Venezuela. Y, Chile recientemente ha implementado la medida de militarizada en las fronteras de Colchane y Iquique. Es un hecho que los militares en las zonas de fronteras contribuyen al control social, y los indocumentados, y garantizan él ordena en el sentido de defensa de territorio, más no sería inteligente poner fe a que serán la solución total de los problemas.
Dados los acontecimientos, parece que es momento de una nueva gestión de gobernabilidad trasnacional para buscar soluciones a los conflictos culturales, sociales, y políticos de los Estados. La “ingenuidad regional y la xenofobia» debe ser analizada con seriedad. Si se sigue haciendo de chivo expiatorio a Venezuela y su gente por los problemas de los países vecinos, y exculpar sus agendas fallidas, junto al neoliberalismo es como estar inventado 5 patas al gato que no las tiene. Urge sacar ventaja y dar un espacio a la fuga de cerebros profesionales que están entre las filas de los millones de migrantes que con gusto estarían dispuestos a trabajar y ayudar en el país que estén.
«Dónde estará ahora el agua con la que se lava su cara todas las mañanas».