La idolatría política, el culto a la personalidad y los discursos radicales nunca serán el camino hacia la unión que necesitamos construir como colombianos. Nuestra nación no podrá desarrollar su enorme potencial si seguimos profundizando las heridas de la guerra, la corrupción y el odio. Así, solo lograremos que los falsos profetas de izquierda y de derecha que prometen salvarnos nos sigan manipulando. Una sociedad que vota desde la ira, el miedo y la incapacidad de construir un futuro juntos con aquellos que piensan diferente, está condenada al fracaso.
Hoy, muchos quieren engañarnos con sus cantos de sirena, vendiéndonos revoluciones express e improvisadas que pueden llevarnos hacia la profundización de nuestros problemas, o falsas promesas de seguridad que sólo esconden un macabro continuismo de la guerra y la desigualdad. Este 29 de mayo, en la primera vuelta presidencial, debemos ir a las urnas con la capacidad de tomar distancia frente a quienes sólo quieren manipularnos para asegurarse el poder del gobierno y usarlo para sus agendas de élite, tanto de derecha como de izquierda.
Está en juego el futuro de Colombia y sólo avanzando con un proyecto político sensato, democráticamente construido y orientado a trabajar por solucionar nuestros grandes problemas como Estado-nación, como la pobreza, el hambre, la corrupción, el narcotráfico o el atraso económico, podremos evitar el fracaso al que nos llevará la idolatría política. Desde que nos comprometimos con la coalición centro esperanza para construir una propuesta de centro para el país, venimos forjando una alternativa política de centro, con las mejores propuestas de gobierno para Colombia. Desde que Sergio Fajardo obtuvo la mayor votación en la consulta, hemos consolidado el mejor programa de gobierno, de cara a las necesidades del pueblo colombiano.
Tenemos la convicción de que este domingo, Colombia sabrá no solo votar sino elegir y que Sergio Fajardo tendrá el voto de confianza para que, entre todos, trabajemos por el país. Nuestro compromiso es con el pueblo, no con aliados electorales, los politiqueros y las maquinarias, como pasa con otras campañas. Mientras otros solo esperan llegar al gobierno para pagar favores políticos e imponer sus agendas partidistas y elitistas, nosotros estamos dispuestos a servir a una nación que clama a gritos por justicia, paz, seguridad y una economía próspera para todos.