OSWALDO ORTÍZ NO ME REPRESENTA

Opinión Por

Un gran showsero.

Así podríamos catalogar al personaje que lleva por nombre Oswaldo Ortíz que de nuevo saltó a la palestra pública con ocasión de la publicidad de Bancolombia de ésta semana. A ese señor le quedan muy grande los títulos “cristiano” y  “evangélico” que algunos medios le endilgan, porque ser cristiano y evangélico no es lo que el señor Ortíz simboliza.

Gracias a que en 1517, un monje agustino llamaba a un debate académico sobre el papel de las indulgencias en la vida piadosa de los cristianos occidentales pertenecientes a la Iglesia Católica con sede mundial en la ciudad de Roma, es que hoy en día hay distintas variantes del cristianismo occidental que básicamente pueden dividirse en dos grandes ramas: los católicos y los protestantes.

Tanto católicos como protestantes, se denominan cristianos, porque son seguidores de las doctrinas provenientes de los primeros discípulos de Jesús de Nazareth, que vieron en aquel personaje histórico, la concreción de la obra salvadora del Dios judío, convirtiéndolo en el Cristo (el Ungido), que traería paz y tranquilidad a las almas.

De esta manera, todo el que cree que Jesús de Nazareth es el Cristo, el Hijo de Dios, es cristiano, radicándose las diferencias entre católicos y protestantes, en las distintas visiones que se tienen sobre él y las formas de culto, concretadas en doctrinas de fe.

Por su parte, dentro de los protestantes, también existen dos grandes ramas: los protestantes históricos y los pentecostales, diferenciándose así mismo, tanto en doctrinas de fe como en organización de la feligresía, pero que comparten además de la creencia común en Jesucristo, la proclama del evangelio, por lo que ambos, protestantes históricos como pentecostales son cristianos por seguir a Cristo y evangélicos por proclamar el evangelio (buena nueva de salvación).

Un dato curioso es que los protestantes, son llamados así por ser resultado de la famosa Carta de Protesta de Spira firmada el 19 de abril de 1529 por príncipes alemanes, que basados en la idea de que la autoridad secular no tiene poder sobre asuntos de conciencia, protestaban por la imposición de la mayoría de los príncipes católicos reunidos con ocasión de la Dieta convocada por Carlos V,  que obligaban a proscribir la reforma iniciada por Lutero.

Ahora,  ofrezco una disculpa por dedicar tantas palabras a la clasificación del cristianismo occidental, sin embargo, es necesario dejar claro que no todos los cristianos y evangélicos pertenecemos a la misma clase que el advenedizo, extremadamente sobreactuado y autoproclamado “pastor” Ortíz.

La semana pasada dediqué un sendo documento a la ética del pentecostalismo carismático o neopentecostalismo, dejando en claro que ellos se presentan como los puritanos del siglo XXI y que basados en el arminianismo, ven en la corrupción de la sociedad humana un elemento al que hay que combatir, pasando así de una ética basada en la racionalidad, la austeridad y el ascetismo a una basada en el beneficio propio y de los miembros del grupo social al que se pertenece, algo que Oswaldo Ortíz sabe hacer a la perfección, con sus entrevistas, trinos y comentarios, no sólo sobre la publicidad de Bancolombia, sino en general  sobre todo lo que sea gay o tenga referencia a la población LGBTI colombiana, abusando así del libre albedrío, principio característico de la doctrina arminiana, hoy llevada a cabo por líderes neopentecostales.

Por ello, a todas luces es un abuso  que algunos influenciadores, desconocedores de la historia del cristianismo, juzguen a todos los cristianos por las estrafalarias intervenciones del señor Ortíz, equiparando a todos los cristianos protestantes evangélicos con las nefastas ideas teocráticas del citado señor y sus secuaces.

Puede que Oswaldo Ortíz sea cristiano protestante evangélico pentecostal, pero él no representa a aquellos cristianos que llevando a lo sumo la idea de la defensa de la vida, siendo defensores y defensoras de derechos humanos,  él no representa a  aquellos cristianos que llevando a lo sumo la idea del amor al prójimo, acompañan espiritual y psicológicamente las vidas de los excluidos del sistema: trabajadoras sexuales, portadores de VIH/SIDA, hombres y mujeres transgénero, gays, lesbianas, él no representa a aquellos cristianos que llevando a lo sumo la idea de acompañar a los pobres, denuncian los abusos del Estado y de las insurgencias en éste conflicto armado que aún no termina del todo.

Son cientos los religiosos y religiosas, cristianos y cristianas, de hábito, de cuello clerical, de sotanas que comprendiendo el ejemplo de Jesús de Nazareth, han sido capaces de ofrendar sus vidas, por la defensa de la vida, de la naturaleza, de la dignidad humana.

Así que estimado lector, la próxima vez que piense en los cristianos colombianos, no se haga la imagen del “pastor” Arrazola y del estrambótico youtuber Oswaldo Ortíz, porque ellos sólo son unos entre una multitud de cristianos y cristianas que sí entendimos que el único que puede juzgar al mundo es Dios y que  si él no hace  acepción de personas, nosotros tampoco podemos o debemos hacerlo.

“Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas” Hechos de los apóstoles. Capítulo 10, versículo 34.

Zootecnista Universidad Nacional de Colombia, Candidato a Magíster en Producción Animal de la Universidad Nacional. Coordinador Nacional para asuntos de Paz de la Organización Nacional de Juventudes Liberales 2014-2018.