Paz y familia

Opinión Por

La Gobernación de Cundinamarca a través de “La coalición de amigos constructores de Paz” tuvo la generosidad de invitarme a participar en el panel “CONVERSATORIO CULTURA DE CONVIVENCIA PARA LA PAZ. RESTAURANDO LA FAMILIA”, que se llevó a cabo en el auditorio central “Antonio Nariño” de la Gobernación y que contó con una buena asistencia de funcionarios y mujeres y hombres de distintos oficios y profesiones. Sobresalió la asistencia de jóvenes cadetes y patrulleros de la Policía Nacional, quienes estuvieron atentos y participativos en el desarrollo de este importante foro público.

El panel estuvo presidido por el Dr. Hamilton H. Castro, en representación de Posconflicto, y contó con la activa participación del Dr. Orlando de la Hoz, abogado profesor de Derecho, el Teniente Coronel de la Policía Nacional Rodrigo Álvarez Triana, por Misión Forces Jorge Enrique Rojas, el Comisario German Asdrúbal Morales Linares y el suscrito Alonso Ojeda Awad, Doctor en Medicina Universidad Nacional de Colombia. 

Se leyeron y se escucharon documentadas posiciones como la del Posconflicto-Reconciliación y Paz, que “es una organización de la sociedad civil, sin ánimo de lucro, que nace de la esperanza de hacer de Colombia un mejor país. En 1997 se crea con el objetivo de ser un facilitador en construcción de escenarios de confianza para la Reconciliación y la Paz, basados en el respeto y la credibilidad, con valores inspirados en la dignidad del SER humano”.

Las acciones emprendidas por POSCONFLICTO con el fin de desarrollar modelos educativos que hagan hincapié en la solidaridad y justicia social como propósitos centrales han creado múltiples experiencias en las áreas de bienestar, convivencia y restauración de la gran familia colombiana.

Fueron invitadas diversas instituciones que tienen que ver con esta problemática de “La Paz y la Familia” sobresaliendo las siguientes: Inspecciones de policía, comisarías de familia, instituciones de educación, Policía Nacional, Instituto de Bienestar Familiar ICBF, Alcaldías de Cundinamarca.

El debate planteado fue amplio y muy enriquecedor rescatando puntos vitales como el Respeto constante por la dignidad humana, la ética iluminando todos los procesos donde participamos todos los hombres y mujeres y una concepción diáfana acerca de la gran importancia del trabajo en equipo para lograr claros intereses comunes.

Los aportes fundamentales se dieron en el orden de rescatar “la familia como eje fundamental de nuestra sociedad” y destacar el papel unificante que debe cumplir la educación.  Debemos trabajar en la familia por la construcción de un proyecto educativo que consolide el valor de la ética en todas y cada una de nuestras actitudes.

Destacar la importancia de la honradez, el respeto, la solidaridad y el amor como cemento unificante en la familia colombiana, que ha tenido que sufrir en carne propia la guerra fratricida que inundó nuestros campos y ciudades.

Unir, articular y facilitar esfuerzos hacia una cultura de convivencia para la Paz, teniendo en cuenta nuestro objetivo misional que nos identifica y entender que los conflictos son partes inherentes al ser humano, está presente en todas las etapas de su vida y por lo tanto hay que enseñar que tiene muchas formas de solucionarlo, pero jamás recurriendo a la violencia. 

Esta es la tarea central de la familia y la escuela  formar con verdadero sentido de nación y pertenencia a los nuevos ciudadanos que tienen la inmensa tarea de conducir la nación por caminos francamente democráticos, éticos, ecológicos, solidarios y en franca justicia social.

Al cierre del evento recibí un reconocimiento especial como “AMIGO CONSTRUCTOR DE PAZ” que me honra.

Presidente del Comité Permanente de defensa de los DD.HH. Fue Embajador de Colombia en Europa. Trabajó en el Programa de Paz de la Universidad Pedagógica de Colombia, y es un reconocido defensor de Derechos Humanos.