Está columna tiene por objetivo hacer una descripción sobre las Rondas Campesinas del Perú y sus efectos en la política social, económica, y democrática. Mariátegui (1928) dijo, que la solución del problema del indio debe ser originada por ellos mismos, desde múltiples niveles de lo endógeno, y para luego ir a lo exógeno.
Las Rondas Campesinas nacen en Cuyumalca- Chota- Cajamarca Perú. Fue fundada el 29 de diciembre 1976 aprobada en asamblea. Las Rondas Campesinas desde el 2003 se amparan en su propia Ley 27908 / 2003/ por Decreto Supremo N. 25-2003- JUS., y la Constitución Política del Perú del 1993 tuvo que adecuarse a cumplir. Desde el 2006 las Rondas están unificadas a la Central Única de Rondas Campesinas del Perú- CUNARC, su función es mantener informada, y unificada a la estructura nacional de la ronda.
Sus objetivos de las Rondas Campesinas son: promover el respeto a la persona humana, cuidar las buenas costumbres; trabajar en comunidad recíprocamente, se práctica la no discriminación a la mujer. Son cuidadosas de los organismos internacionales para así cumplir con cuidado y el respeto a los derechos universales de la persona, promueven y dialogan con el convenio 169 de la OIT. Proteger y respetar el patrimonio de la comunidad, como tierras, ríos y la naturaleza toda. Por último, son solución para los conflictos internos entre comuneros y ronderos; son respetuosos del derecho positivo del Estado, y hacen justicia vía derecho consuetudinario.
Resaltar las Rondas Campesinas del Perú, no pueden ser confundidas por los comités de autodefensa que dieron origen por el gobierno de Fujimori en la guerra interna que vivió el país en el los años 1990. Los comités son grupos que dependen del ejército y del Estado, y las Rondas Campesinas son autónomas. Las Rondas Campesinas, no tienen dueño, o no pertenecen a un grupo de líderes, o partido político, son autónomas.
Al considerar las Rondas como nuevo Movimiento Social Andino, los ronderos/as no solo serían un conjunto de individuos, con acciones colectivas para lo social en busca de los intereses del grupo; son un cuerpo de agentes que por medio de sus estructuras y sus expectativas y experiencias incluyendo su mundo cotidiano hacen posibles acciones simbólicas estructuradoras. Esto se hace por medio de sus hábitos pensando, y asegurando así, sus futuras generaciones de ronderos/as.
De modo que como organización autóctona son la conexión entre agentes comunitarios que se conocen, y que, en las relaciones del hacer, se vinculan, se reconocen, y se integran a otros integrantes que comparten fines y objetivos de la organización. En cuanto expresión de la cultura e identidad las Rondas Campesinas en Perú son la voz de los pueblos Andinos indígenas y campesinos en sí y solo sí.
De las Rondas Campesinas nace una trilogía provocadora, el poblador indoandinocampesino, que por medio del voto se hizo sentir sobre la derecha neoliberal en las elecciones para presidente en este 2021. La opción de Pedro Castillo fue las Rondas Campesinas y los Andes en general. La opción de Keiko fueron los votos del extranjero en su mayoría, y el de las ciudades de la costa.
En este sentido, las Rondas Campesinas del Perú se suman a la lucha en contra del capitalismo, el patriarcado y colonialismo, así como lo vienen haciendo otros movimientos de resistencia de América Latina, tipo los Ponchos Rojos de Bolivia, los Zapatistas de México, o los movimientos de Colombia desde los pueblos indígenas y en general, los sin tierra del Brasil.
¿Dónde estuvieron las Rondas Campesinas los últimos 30 años, que no fueron de mucho eco por las ciencias sociales?
Los ronderos siempre estuvieron ahí en sus territorios luchando los 365 día del año con su rival directo el extractivismo minero, y sin cobrar sueldo alguno, dado que sus labores de cuidado son gratuitas. La poca visibilidad rondera también fue por los últimos gobiernos neoliberales, que no favorecieron sus apariciones. Y, sobre las ciencias sociales de manera general estuvieron distraídas por los nuevos constitucionalismos de la región, tipo Ecuador y Bolivia.
No hay mal que dure mil años, dice un dicho popular; y al parecer este 2021 le toco salir a la luz de América Latina a las Rondas Campesinas del Perú. Se interpreta que su voz de ¡no al neoliberalismo desde hace 45 años!, y a, América Latina y el mundo le recuerdan ¡que el indio ninguneado y señalado como ignorante y sin posibilidad a despertar, no ha muerto, y que al contario está más vivo y jocoso que nunca! En síntesis, el poder del indoandinocampesino peruano ha vuelto a surgir desde sus bases.
El pueblo unido ha demostrado que todo puede lograr. Colombia, Chile, Argentina, Bolivia, Ecuador así lo dicen, ahora se suma el Perú y con las Rondas Campesinas como granito de rebeldía.