Se cumplió un año de firmado el Acuerdo de paz entre el Gobierno Nacional y las Farc en un acto que se cumplió el 24 de noviembre de 2016 en el Teatro Colón de Bogotá. La suscripción se logró luego de los ajustes al texto tras el plebiscito del 2 de Octubre del pasado año y que permitió poner en marcha lo discutido por más de 3 años en La Habana, Cuba.
A partir de ese momento se inició el proceso de implementación a través de proyectos de Ley y de Reforma Constitucional tramitados por el Congreso de la República por la vía rápida, así como el cumplimiento de los acuerdos que incluyeron la desmovilización de los combatientes y la entrega de armas.
En el caso del papel que han cumplido las cámaras legislativas hay que recordar que el Gobierno Nacional ha radicado un total de 16 iniciativas, cuyos avances en el trámite analizamos el pasado 15 de septiembre http://www.clararojas.com/en-qu–va-la-implementaci-n-en-el-congreso-de-la-rep-blica.html. (en esa oportunidad examinamos 14 proyectos a los que se sumaron el Proyecto de Ley No. 14 de 2017 Senado – 23 de 2017 Cámara “Por medio de la cual se fortalecen la investigación y judicialización de organizaciones criminales y se adoptan medidas para su sujeción a la justicia” y el Proyecto de Ley No. 12 de 2017 Senado – 021 de 2017 Cámara “por el cual se modifica parcialmente la ley 996 de 2005, en el sentido de establecer unas excepciones a las prohibiciones de contratación directa por parte del Estado, la celebración de convenios interadministrativos y la modificación del respectivo ente territorial o entidad”.
Adicionalmente al trabajo del legislativo, se han venido adelantando otras acciones encaminadas a garantizar la estabilidad del proceso cuyas labores han sido objeto de análisis por parte de importantes organismos internacionales y que creo que se deben tener en cuenta para hacer los ajustes necesarios de manera que se construyan unas bases fuertes para evitar que el proceso corra riesgos.
El Instituto Kroc de Estudios Internacionales de Paz de la Universidad de Notre Dame de Los Estados Unidos realizó un estudio sobre los avances de las 558 disposiciones contenidas en el Acuerdo de Paz. Según el análisis, el 45% han sido implementadas parcialmente y el 55% restante ni siquiera ha iniciado ese proceso.
En el examen se detectaron algunas dificultades en la implementación es aspectos vitales para el desarrollo del proceso, entre las cuales se encuentran:
- No se ha observado en el 58% de las disposiciones relacionadas con derechos y garantías para la oposición y la participación política, que incluye las garantías de seguridad para líderes sociales y político así como a defensores de derechos humanos. El 17% se ha implementado plenamente y el 25% a niveles mínimos o intermedios.
- No se ha iniciado ningún avance en el 76% de la implantación de las disposiciones relacionadas con el Sistema Integran de Verdad, Justicia y No Repetición. El 8% se han implementado completamente y el 14% está en proceso.
- El 73% de las disposiciones relacionadas con la reincorporación de los miembros de la guerrilla a la vida civil, (en lo económico, social y político) se ha implementado parcial o completamente, mientras que el 26% no ha iniciado.
- No se han observado actividades de implementación en el 76% de las disposiciones relacionadas con la Jurisdicción Especial para la Paz, mientras que algunas de ellas están en curso y buna parte minoritariamente se ha implementado completamente.
- No se ha iniciado la implementación del 61% de las disposiciones relacionados con la reparación y asistencia a víctimas.
- El 50% de las disipaciones relacionadas con el enfoque de género no han iniciado su implementación, mientras que el 41% han sido completadas o están en proceso.
Con el proceso de desmovilización y dejación de armas de los miembros de la guerrilla hay preocupación en algunas zonas por la presencia de grupos armados ilegales ya sea que se trate de disidencias u otras organizaciones aliadas con el narcotráfico. En ese sentido, el International Crisis Group reveló un informe denominado “Los grupos armados en Colombia y su disputa por el botín de la paz”.
Según ese estudio “desde el retiro de sus núcleos rurales para agruparse en campamentos a principios de 2017, actores armados rivales han ocupado su lugar, librando una batalla por los despojos: el control de comunidades y territorios aislados, muchos de ellos ricos en negocios ilícitos”.
Nos parece importante tener en cuenta las recomendaciones de esa organización encaminadas a evitar que grupos ilegales reemplacen al grupo desmovilizado:
- Aumentar la presencia permanente de la policía y el ejército en poblados aislados, usando al ejército como una fuerza provisional en áreas claramente identificadas a las que la policía no pueda llegar hasta más adelante, pero con plazos concretos para el traspaso a la policía.
- Aumentar el control de la armada a lo largo de ríos claves y deltas oceánicos, especialmente a lo largo de la costa pacífica, creando una nueva “fuerza fluvial” en la región con miembros de la Infantería de Marina trasladados desde las fuerzas terrestres.
- Continuar las iniciativas de sustitución de cultivos de coca, priorizando los pagos puntuales y la coordinación con iniciativas de desarrollo más amplias, en especial los Planes de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDETs) para zonas rurales en situaciones de postconflicto.
- Permitir a los miembros de grupos armados organizados y disidentes de las FARC desmovilizarse y participar en programas individuales de reintegración.
- Aprobar una ley sobre negociaciones judiciales con grupos armados que incluya la reducción de las penas a cambio de cumplir los compromisos en materia de verdad y reparaciones, proporcionar información sobre las economías ilegales, y entregar los bienes adquiridos de manera ilegal.
- Continuar los esfuerzos para volver a traer a los frentes disidentes al proceso de paz, ofreciendo acceso a medidas de protección e inclusión en el proceso de reincorporación, proporcionando a la vez información a las autoridades sobre los disidentes que rechacen estas ofertas.
- Acelerar el diseño y la implementación de los proyectos de reincorporación para los combatientes de las FARC en los campamentos, con enfoques diferenciales de género, rango y etnia.
Transcurrido un año de la firma el Acuerdo de la Habana y después de ponerse en marcha el cese al fuego definitivo se ha reducido el número de muertos y heridos a causa del conflicto armado. Es una muy buena noticia. Un informe del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac) citado por el Presidente de la República en el acto de conmemoración del primer año de suscrito el pacto de paz revela que con las negociaciones se evitaron, al menos, la muerte de 2.796 personas.
De acuerdo con la entidad, de 867 combates que se registraban con la guerrilla en 2007, la cifra cayó a 106 en 2015 y a 13 en 2016. En materia de civiles muertos en eventos de conflicto fue de 1.835 en 2002 y 1.270 en 2007. En 2015 fue de 101 y en 2016 fue de 3.
Tuve la oportunidad de visitar el pasado jueves 23 de noviembre las instalaciones del Hospital Militar Central donde pude conocer que gracias al proceso de paz se redujo en un 97 % la cifra de soldados heridos. El centro asistencial mantiene la atención a los miembros de la Fuerza Pública que durante los años de conflicto resultaron afectados, especialmente, por la acción de las minas antipersonal.
Según el informe hay una disminución en el número de soldados heridos en combate en el periodo comprendido entre 2011 a 2017. El centro asistencial reportó que hace seis años atendía a 424 heridos y en la actualidad presta la atención médica a 12 uniformados: Heridos en Combate: i) 2011 – 424, ii) 2012 – 388, iii) 2013 – 395, iv) 2014 – 265, v) 2015 – 131, vi) 2016 – 36 y vii) 2017 – 24 Llama la atención las cifras relacionadas con los casos de amputación producto de las minas antipersonal, incluidos en el balance de los 424 heridos en combate: i) 2011 – 100, ii) 2012 – 129, iii) 2013 – 113, iv) 2014 – 57, v) 2015 – 35 y vi) 2016 – 1.
Sin duda se trata de muy una buena noticia para el país como quiera que el Hospital Militar se dedica ahora a la recuperación de los heridos y a la rehabilitación, por pérdida de extremidades, sino también auditiva, visual y cognitiva. Debido a la reducción de heridos y sus tratamientos especialmente enfermedades de alto costo.
A nivel mundial, el acuerdo de paz que después de un año de firmado, ha tenido más avances es el proceso colombiano. A pesar de las dificultades, se ha alcanzado un progreso significativo, dada la complejidad de la implementación de este Acuerdo de Paz. El ritmo de la implementación del Acuerdo en los primeros meses del proceso es equivalente o más rápido que el de otros acuerdos de paz integrales analizados por los expertos y, si se superan los obstáculos presentes, el proceso está en camino hacia una implementación efectiva.