Una candidatura del centro político

Opinión Por

No hay duda que cada vez toma más fuerza la posibilidad de una candidatura presidencial del ‘centro político’. No es verdad que las elecciones colombianas del 2022 sean un simple comportamiento pendular que se desplaza de la derecha actual a una izquierda posible. Eso es no conocer el comportamiento de los electores colombianos. Creo que si no se logra articular una candidatura de centro –deseablemente en acuerdo con sectores de centro izquierda y de centro derecha-, lo probable es que la derecha logre imponer un nuevo candidato continuista del actual gobierno; lo que sería ampliamente indeseable. 

Por ello hay que facilitar que se inicie un diálogo entre pre-candidatos del centro político como Humberto de la Calle, Juan Manuel Galán, Sergio Fajardo, Alejandro Gaviria, Camilo Romero, Iván Marulanda, Ángela María Giraldo, para mencionar solo algunos de los que están ‘sonando’ en el escenario y comenzar a propiciar mecanismos para generar un proceso de selección, donde por supuesto es difícil que estén por fuera partidos como el Liberal, la Alianza Verde y aún el propio Cambio Radical y el Partido de la U. y el expresidente Santos y la posibilidad de articular a Alejandro Char y no se podría descartar nombres como Germán Vargas Lleras. Y por supuesto habrá que establecer diálogos con dirigentes de la izquierda política en aras a construir una plataforma de Gobierno a la cual se comprometa la fórmula presidencial y vicepresidencial seleccionada. Teniendo claro, que muy seguramente el tema de la paz no va a tener la centralidad que tuvo en las pasadas elecciones, aunque sí estará dentro de las prioridades, pero muy seguramente la reactivación de la economía y del empleo serán los temas prioritarios, junto con los temas de seguridad pública y ciudadana.

La mayoría de los electores, urbanos y rurales, muy seguramente estarán especialmente motivados por los temas del empleo y la reactivación de la economía, una reactivación de la economía que no puede estar sustentada en fórmulas populistas que van a ahuyentar a los electores de clase media. No podemos olvidar que la reactivación económica, pese a lo señalado por fuentes cercanas al actual gobierno, no será un tema de corto plazo; hay que pensar es estrategias de reactivación de mediano y largo plazo. Por ello lo deseable, sería, como lo propusimos hace tres años una coalición al estilo de la chilena para salir del autoritarismo pinochetista, que pueda pensarse por lo menos en tres o cuatro gobiernos, pero donde deben iniciar los candidatos más de centro y en una segunda o tercera oportunidad ya puede pensarse en candidatos más de la izquierda política –en el caso chileno los dos primeros gobiernos fueron de presidentes de la Democracia Cristiana, Aylwin y Frei y solo a partir del tercero con Lagos y la cuarta con Bachelet, con candidatos socialistas-. Entiendo la dificultad de algunos políticos que quisieran ya y ahora disputar las elecciones, pero si se está pensando en proyecto serios de futuro, debería pensarse que acá estamos apenas iniciando una construcción democrática de mediano plazo que nos va a llevar tareas complejas en distintos frentes.

Ojala pudiera dársele viabilidad a una alianza de este tipo que permitiera no sólo ganar las elecciones, sino especialmente adelantar unas políticas de mediano y largo plazo para reactivar la economía, generar empleo, reformar el sistema de salud y en el campo de la educación y garantizar consolidar una democracia que le permita a todas las fuerzas políticas, las de la derecha, las de la izquierda y las de centro, sentirse cómodos y poder progresivamente resolver los residuos de la violencia que ha entrabado tanto nuestro desarrollo político.

Doctor en Ciencias Políticas, de la Universite Catholique De Louvain, y Magister en Política Social de la Universidad Externado de Colombia. Es autor de múltiples investigaciones y actualmente Profesor asociado de la Universidad Nacional.