Al cumplirse cinco años de la firma de los Acuerdos de Paz entre el gobierno del presidente Juan Manuel Santos y la organización guerrillera FARC, realizado el día 24 de noviembre de 2016, vino acompañarnos, en esta significativa celebración, el Señor Antonio Guterres, secretario general de la ONU, Organización de las Naciones Unidas, máxima instancia de representación de todos los países, a nivel planetario.
Esta era una visita que se estaba demorando y esto ocasionaba preocupaciones en todos los demócratas del mundo. No debemos olvidar que estamos en el gobierno que se comprometió a “volver trizas los Acuerdos de Paz” y así nos duela debemos reconocerlo, de verdad lo van logrando.
Quizás uno de los puntos de apoyo más importantes logrados en las conversaciones de Paz, fue el respaldo de esta Organización, tan seria e importante a nivel mundial como es la ONU. Cuando ese apoyo se estableció, fuimos conscientes del hecho de no existir fuerza política en el país, capaz de acabar con los Acuerdos de Paz. Todo el periodo de Duque ha sido marcado y caracterizado por una campaña sistemática por negarle el apoyo amplio y generoso que siempre han reclamado los Acuerdos y eso que preferimos no tocar el sensible y doloroso punto del asesinato de más de trescientos excombatientes quienes confiados firmaron la Paz y luego fueron masacrados.
Esperamos confiados en esta visita logre destrabar los puntos que no se han cumplido, fundamentalmente, los que tienen que ver con la Reforma Rural Integral. Para nadie es un secreto que la llave del desarrollo colombiano pasa ineludiblemente por superar la asfixiante situación que origina la exagerada concentración de las tierras rurales, quitándole en esta forma la posibilidad a los campesinos por tener tierras aptas, de buenas condiciones, con excelente asistencia técnica y buena infraestructura rural para que les ayude a lograr los altos niveles de producción agrícola que desde hace muchos años vienen reclamando, con urgencia, los olvidados sectores campesinos.
Han quedado notificados los sectores enemigos de la Paz colombiana que los gobiernos de Europa, Estados Unidos, Rusia, China y todos los demás del área internacional están firmemente comprometidos con la Paz y la convivencia de los colombianos. La ONU no va a permitir que se continúen asesinando a los firmantes de la Paz, ni a los dirigentes sociales y de los Derechos Humanos, impunemente.
Como colofón de lo planteado es importante resaltar la decisión del presidente Biden de los Estados Unidos de activar todos los mecanismos jurídicos para que las Farc, las fuerzas revolucionarias que firmaron los Acuerdos de Paz sean retiradas de la “lista de terroristas” que guardan los organismos secretos de los EEE.UU. Esto si será una verdadera decisión que terminará abriendo las puertas a la Democracia.
Al termino de su visita el Secretario General de la ONU ratificó su invariable compromiso con las victimas del conflicto armado, que sacude las estructuras de nuestra nacionalidad: Con la verdad, como el camino correcto para dejar atrás la horrible noche de dolor y violencia, que nos impedirá caer en la venganza. Cerró su intervención con estas salomónicas palabras: “Si alguien pretende destruir los Acuerdos de Paz, pagará un alto costo político.” Ya están advertidos.