El chavismo hoy es minoría política en Venezuela, y lo saben, por ello sus integrantes ya no gobiernan el país, sino que se tratan de mantener aferrándose a un poder que ya no tienen. En el pasado reciente el ex presidente Hugo Chávez convirtió sus triunfos electorales en el instrumento democrático para legitimar su proyecto político autoritario, así de catorce elecciones en las que se midió entre 1998 y 2012 (contabilizando elecciones presidenciales, parlamentarias, regionales, y referendos) ganó trece y tan solo perdió una (el Referendo sobre reforma constitucional del 2007).
Este legado de democracia plebiscitaria en donde “el líder supremo” acudía permanentemente a la voluntad soberana del pueblo para legitimarse a sí mismo y a su proyecto de socialismo del siglo XXI, ha sido borrado de repente por su sucesor Nicolás Maduro. Y es que el chavismo ya no quiere hacer ni elecciones, pues sus dirigentes son conscientes que pagarán en las urnas, el caos al que han sumido a Venezuela tras dieciocho años en el poder. Propio de una república bananera se cancelaron las elecciones regionales de diciembre de 2016 para elegir gobernadores y legisladores estatales, esta es la fecha en la que no se han realizado dichos comicios. Se canceló también el referendo revocatorio a través del cual la oposición pretendía, por la vía democrática sacar a Maduro del poder. Y ahora el gobierno Chavista pretende realizar una constituyente a su medida en donde se elegirán los delegados por representación de las comunas, creadas por el chavismo y controladas por él, es decir una elección de “yo con yo” en donde se viola el derecho al voto universal y directo de toda la ciudadanía, pues la gente no podrá elegir a través del voto a sus delegados a la constituyente.
Súmele a este coctel explosivo que evidencia un deterioro político, democrático e institucional acontecimientos como:
Según el Foro Penal Venezolano en dicho país hay actualmente alrededor de 433 presos políticos, entre líderes políticos –de la oposición por su puesto-, militares, académicos, estudiantes etc.
-Que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) parece más un apéndice político del régimen que una institución que suministre justicia imparcial. Y que en los últimos meses ha sido el foco de las medidas más antidemocráticas como usurpar las funciones del parlamento. Imagínese usted un tribunal judicial aprobando presupuestos, leyes, nombramientos, calamidades públicas propuestas por el gobierno. Pues eso pasa en la República de Maduro…un Estado patas arriba. Según el libro “TSJ al servicio de la revolución” del abogado venezolano Antonio Canova: “de 45.474 sentencias emitidas entre 2004 y 2013 por el TSJ de Venezuela ninguna sentencia se dictó en contra los intereses del Gobierno”.
Todo lo anterior en un contexto de alta inflación que según el Fondo Monetario Internacional (FMI) será de 720% para este año, y de bajo salario, al respecto el salario mínimo de un venezolano equivale a 180.000 pesos colombianos al mes. Acompañado por un alto índice de escases de productos de la canasta familiar, que según el Centro de Documentación de Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros, ronda aproximadamente el 40%, es decir, de cada diez productos básicos, solo se consigue en promedio seis en las tiendas y supermercados. Y un contexto agresivo contra el sector productivo a través de expropiaciones masivas. Según el índice de facilidad para hacer negocios del Banco Mundial del 2016, de 190 Estados, Venezuela ocupa el puesto 187 lo que ubica a dicho país como uno de los peores del planeta para hacer inversiones o realizar emprendimientos productivos, para que tenga un punto de comparación Colombia ocupa el puesto 53. ¿Se pregunta por qué hay inflación? Pues si no hay quien produzca, porque no tiene estímulos para ello, los bienes comienzan a escasear, y cuando un producto escasea su precio tiende al alza y genera presión inflacionaria. Eso es economía para dummies, pero el chavismo persiste en su error… y lleva a su país rumbo al precipicio.
En síntesis, el gobierno del Presidente Nicolás Maduro, y el chavismo como apuesta política en general, han llevado a Venezuela a un escenario de derrumbe político, económico e institucional sin precedentes. La pregunta aquí no es si el chavismo dejara el poder, sino ¿cuándo? Y que factores precipitaran su derrumbe. Ojala sea la vía electoral, la que permita hacer el tránsito a un nuevo contexto de mayor estabilidad. Porque la vía militar puede desembocar en mayor tensión y un aumento de la crisis. De esto América Latina ya conoce pues vivimos muchos golpes militares a mediados de siglo pasado. La vía democrática debe ser el camino para que los venezolanos recuperen a su país…del gobierno del caos.
Para terminar presento un recuadro con resultados electorales desde el 2005 en Venezuela, en donde es evidente el retroceso electoral del chavismo tanto en elecciones Presidenciales como Parlamentarias. De mantenerse esta tendencia, y estoy convencido que sí, les queda muy poco tiempo en el poder.
Tipo de elección
% de votos obtenido por el chavismo
% de votos obtenido por la oposición
Parlamentarias 2015
40,9%
56,22%
Parlamentarias 2010
48,13%
47,22%
Parlamentarias 2005
100%
La oposición no se presentó a las elecciones por considerar que no existían garantías.
Presidenciales 2013
50,6%
49,12%
Presidenciales 2012
55,07%
44,31%
Presidenciales 2006
62,8%
36,9%